Los responsables europeos defienden sus pol¨ªticas de crecimiento frente a EEUU
Los responsables de la pol¨ªtica econ¨®mica europea, especialmente alemanes y franceses, y en menor medida ingleses, est¨¢n monopolizando los debates del Foro Econ¨®mico de Davos en torno a sus pol¨ªticas de est¨ªmulo del crecimiento. Frente a ellos, los representantes de EEUU, encabezados por el vicepresidente Al Gore y el vicesecretario del Tesoro, Larry Summers, mostraron una inclinaci¨®n mayor por dejar que las fuerzas del mercado determinen las variables econ¨®micas. De fondo, una cierta p¨¢tina de optimismo sobre el posible fin de la crisis financiera.
El m¨¢s contundente en la defensa de los postulados europeos fue el adjunto al ministro de finanzas de Alemania, Heiner Flassbeck, quien en tan s¨®lo una frase resumi¨® su visi¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica aplicada durante los ¨²ltimos a?os: "Si se hubieran adoptado pol¨ªticas activas de crecimiento durante la crisis de mediados de los a?os ochenta, Alemania se habr¨ªa ahorrado la p¨¦rdida de un mill¨®n de puestos de trabajo".Este comentario se ha interpretado entre los asistentes al Foro de Davos como el mejor resumen de lo que los nuevos dirigentes alemanes no quieren que ocurra en el caso de que la crisis financiera se recrudezca.
En un debate sobre el futuro del euro, el ministro franc¨¦s de Econom¨ªa, Dominique Strauss-Khan, tambi¨¦n defendi¨® vehementemente la necesidad de actuar de forma activa. Sin compartir al cien por cien la posici¨®n alemana en favor de crear tres grandes zonas de influencia monetaria para cada una de las grandes monedas (d¨®lar, euro y yen), postul¨® una intervenci¨®n activa del G-7, que agrupa a los pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo, para asegurar una m¨ªnima estabilidad entre esas divisas, a fin de que no se resienta el comercio mundial y se reduzcan las posibilidades de crisis como las actuales.
Asimismo, Strauss-Khan repiti¨® su propuesta de convertir el comit¨¦ directivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) en un ¨®rgano pol¨ªtico que responda a las pol¨ªticas de los Gobiernos que le apoyan, algo que los estadounidenses encajan con caras largas, pues lo interpretan como un intento de reducir su hegemon¨ªa en esa organizaci¨®n.
Cautela
M¨¢s cauto se mostr¨® el ministro brit¨¢nico de Finanzas, Gordon Brown, quien defendi¨® la implantaci¨®n de medidas que alerten sobre los peligros de futuras crisis financieras de alcance mundial. Brown afirm¨® estar seguro de que "a finales de este a?o se habr¨¢n adoptado medidas para crear un sistema preventivo".Ante este frente bien definido plantaron sus reales los representantes estadounidenses, con el apoyo nada disimulado del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Wim Duisenberg. El vicesecretario del Tesoro de Estados Unidos, Larry Summers, verdadero art¨ªfice de la pol¨ªtica financiera de su pa¨ªs en favor de un d¨®lar fuerte, es contrario a la intervenci¨®n en los mercados de divisas y mentor destacado de la l¨ªnea de actuaci¨®n del FMI durante toda la crisis financiera desatada desde el verano de 1997.
Summers afirm¨® que los mercados no se creen las intenciones de los Gobiernos: "Las declaraciones no estabilizan los mercados". El representante de Estados Unidos tambi¨¦n dej¨® claro que sigue confiando en que el crecimiento de la econom¨ªa de su pa¨ªs la mantenga inmune a la crisis.
Duisenberg, por su parte, no tuvo ning¨²n problema en expresar su opini¨®n contraria a la de Strauss-Khan, en un coloquio sobre el futuro del euro. El responsable de la pol¨ªtica monetaria europea, fiel a la ortodoxia, abog¨® por el equilibrio presupuestario de los Gobiernos como la ¨²nica medicina eficaz para que las tasas de cambio no sufran la volatilidad que actualmente registran los mercados.
"No necesitamos zonas objetivo, lo que necesitamos es que a ambos lados del Atl¨¢ntico los Gobiernos consigan super¨¢vit presupuestarios, como en el caso de Estados Unidos, o cumplan los objetivos fiscales acordados en los pactos de estabilidad europeos", afirm¨®. La volatilidad entre las principales divisas desaparecer¨¢ como consecuencia de ello, seg¨²n Duisenberg, por lo que no son necesarias intervenciones monetarias directas.
El papel de Jap¨®n
Asumiendo un cierto papel de convidado de piedra, el viceministro japon¨¦s de finanzas, Eisuke Sakakibara, reconoci¨® las dificultades de su pa¨ªs y consider¨® "no realista pensar que Asia se convierta en una zona comercial regida por el yen; seguir¨¢ siendo una zona dominada por el d¨®lar durante otros 10 a?os por lo menos".Tambi¨¦n dej¨® claro que lo ¨²ltimo que desean las autoridades japonesas es que un yen fuerte afecte a sus exportaciones, principal v¨¢lvula de escape para la crisis que sufre su econom¨ªa, y que no dudar¨¢n en intervenir en los mercados si su moneda se revaloriza demasiado.
Parad¨®jicamente, fue Sakakibara uno de los que se apuntaron al optimismo que se ha apoderado de los asistentes al foro. El viceministro se atrevi¨® a aventurar que "es inminente el final de la crisis financiera asi¨¢tica".
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