Izquierda y derecha se afilian a Tint¨ªn

?Tint¨ªn y el general De Gaulle son dos almas gemelas, dos h¨¦roes de su tiempo situados por encima del bien y del mal, dos luminarias que contribuyeron decisivamente a moldear la personalidad francesa? Por peregrina que parezca, la tesis la sostuvo anoche en la Asamblea francesa en un derroche de humor el diputado, naturalmente gaullista (RPR), Didier Quentin, en respuesta a quienes, con la misma franqueza oportunista, alinean en el campo de la izquierda al c¨¦lebre personaje de c¨®mic inventado de Herg¨¦ hace 70 a?os. La Asamblea francesa finalizaba ayer tarde el estudio del proyecto de ley sobre la Reestructuraci¨®n del Territorio, pero, a juzgar por el n¨²mero de c¨¢maras, algunas de ellas de pa¨ªses como Australia y Canad¨¢, y de informadores presentes en uno y otro foro, puede muy bien decirse que el debate en el hemiciclo qued¨® eclipsado por la discusi¨®n sobre el car¨¢cter izquierdista o derechista de Tint¨ªn. Como se esperaba, el debate organizado por el club parlamentario de tintin¨®filos que componen unos 60 diputados franceses, llen¨® a rebosar la sala de comisiones en presencia del embajador de B¨¦lgica y de la viuda de Herg¨¦. El mismo L"Humanit¨¦, diario del Partido Comunista, acaba de sumarse a la celebraci¨®n del 70? aniversario, rehabilitando a Tint¨ªn como "un hombre de derechas que comparti¨® las convicciones de su siglo". La rehabilitaci¨®n de Tint¨ªn es un peque?o acontecimiento porque los comunistas franceses nunca hab¨ªan perdonado a Herg¨¦ el libro Tint¨ªn en el pa¨ªs de los soviets, reeditado precisamente en este aniversario, que muestra descarnadamente la represi¨®n sovi¨¦tica sobre todos aquellos que no aceptaban la dictadura del partido. Tint¨ªn en el pa¨ªs de los soviets, el primero de sus libros, le ha valido a Herg¨¦ el ser ahora considerado como el precursor en una denuncia que, como dijo uno de los ponentes, "lleg¨® con 45 a?os de adelanto a la que finalmente hizo Yves Montand". Aunque la empresa parec¨ªa arriesgada, los ponentes, dos de derechas, dos de izquierdas, solventaron el asunto recurriendo al humor y a la iron¨ªa, y poniendo por delante la pasi¨®n fervorosa y el respeto por la figura de Tint¨ªn que comparten todos ellos. Alguno, como el diputado Jean-Marie Bockel, alcalde de Malthouse y antiguo ministro, se sinti¨® obligado a defenderse de aquellos de sus electores que le han reprochado por adelantado su participaci¨®n en un debate que juzgan ocioso. Bockel explic¨® que su presencia obedec¨ªa al deseo de mostrar su "admiraci¨®n inquebrantable, su adhesi¨®n indestructible a este personaje que ha impregnado nuestra infancia y, mucho m¨¢s de lo que imaginamos, nuestros valores culturales y morales adultos". El ex ministro defini¨® a Tint¨ªn como "un reportero procedente de la derecha conservadora transformado en una especie de Che Guevara, defensor de la revoluci¨®n permanente".

Algo m¨¢s provocador, el parlamentario socialista Yann Galut anunci¨® que la "izquierda plural" francesa hab¨ªa decidido presentar a Tint¨ªn como candidato a la presidencia frente a una derecha capitidisminuida dirigida por Jacques Chirac. La proximidad de las elecciones europeas anim¨® al diputado de la derecha Andr¨¦ Santin a proclamar que "Tint¨ªn, cabeza de listas de las europeas, arreglar¨ªa muchos problemas". Con todo, los ponentes se esforzaron notablemente por ofrecer una visi¨®n contrastada de la personalidad y de la evoluci¨®n del personaje, sin ocultar que en obras como Tint¨ªn en el Congo, el personaje comparte ampliamente el paternalismo de tintes racistas y la visi¨®n colonialista de su pa¨ªs, B¨¦lgica, y del resto de las potencias europeas. Ciertamente, el h¨¦roe de Herg¨¦ se opuso frontalmente a todas las "grandes ideolog¨ªas" del siglo, y no faltan en su obra las denuncias de los excesos del capitalismo, de la esclavitud, del fundamentalismo religioso, del nacionalismo exacerbado, de la opresi¨®n de las minor¨ªas y de los d¨¦biles.

El debate ser¨¢ editado el mes que viene en un libro que se sumar¨¢ al centenar ya existente sobre la figura de Tint¨ªn. La fiebre del c¨®mic revive, adem¨¢s, estos d¨ªas en Francia a trav¨¦s tambi¨¦n de la pel¨ªcula de los h¨¦roes galos Ast¨¦rix y Ob¨¦lix, en la que se han invertido 7.000 millones de pesetas.