EL c¨ªrculo de Felanitx AGUST? FANCELLI
Andreu Manresa es de Felanitx, Mallorca. Por lo que uno va entendiendo, ser de Felanitx, Mallorca, no otorga una carta de ciudadan¨ªa, sino, de acuerdo con la receta que Ennio Flaiano extendi¨® a los italianos, un oficio: el oficio de ser de Felanitx. Un muy curioso oficio, circular como la propia isla. Seg¨²n el historiador Miquel Barcel¨®, Es Perei¨®, natural tambi¨¦n de Felanitx, hablar de este pueblo es "xerrar de xerrar". Una tautolog¨ªa, pues, un metalenguaje que Gertrude Stein hubiera estirado ulteriormente: "Xerrar de xerrar de xerrar de xerrar...". Por cierto, Gertrude Stein -lo explica Manresa- fue la responsable de que Robert Graves se instalara en Dei¨¤ para "xerrar" hasta el fin de sus d¨ªas: le provoc¨® al grito de "?si puedes soportar el para¨ªso, vente a Mallorca!" y el escritor brit¨¢nico qued¨® clavado de por vida en el c¨ªrculo balear. Pero volvamos a Andreu Manresa, de Felanitx, Mallorca. El otro d¨ªa, en el Espai Mallorca, un espacio muy recomendable de la barcelonesa calle del Carme, se presentaban dos libros suyos: Baleares, S.A. y Felanitxer¨¤lia, ambos editados por Res Publica Edicions. El primero es una selecci¨®n de cr¨®nicas, publicadas en EL PA?S, sobre el ca?ellismo y el posca?ellismo, una era que constituye la m¨¢s alta expresi¨®n de circularidad en pol¨ªtica: los casos S¨®ller, Brokerval, Calvi¨¤, Ses Salines o Fundaci¨® Illes Balears no dejan de ser ondas conc¨¦ntricas de una misma piedra, la del poder, lanzada contra las aguas profundas e inquietas del dinero. Una isla es por definici¨®n una piedra rodeada de agua. Ca?ellas resumi¨® magistralmente el concepto cuando, respondiendo ante el Parlamento balear a las acusaciones de corrupci¨®n por la concesi¨®n del t¨²nel de S¨®ller, repiti¨® por tres veces: "Tots mos coneixem!". Esto es: todos somos hijos de la misma piedra. ?Todos? El segundo libro de Andreu Manresa, presentado el otro d¨ªa, no es una piedra. Es un huevo. Un huevo grande, de avestruz por lo menos, en equilibrio inestable sobre una huevera convencional. ?sa es la portada. Ah¨ª el autor recoge olores, sabores, sonidos, vistas y texturas del huevo: esto es, de Felanitx, Mallorca. Lleva as¨ª a la praxis escrita el "xerrar de xerrar" teorizado por Es Perei¨®. Nueva tautolog¨ªa, pues Andreu Manresa expresa todas esas sensaciones con su sola presencia, mucho antes de ponerse a escribir. Lo percib¨ª hace a?os, la primera vez que habl¨¦ con ¨¦l. Barcelon¨¦s lineal como soy, qued¨¦ inmediatamente prendido en el cerco que su lenguaje trazaba a mi alrededor. Naturalmente, no comprend¨ª ni una sola palabra de lo que me estaba diciendo. Manresa reconoce que habla el catal¨¢n m¨¢s raro con el que uno pueda toparse en el Mediterr¨¢neo. Raro: esto es, voluptuoso, velado y conc¨¦ntrico como un cuento oriental. Al parecer, ¨¦sa es una caracter¨ªstica general de los felanitxers: "Gaireb¨¦ aqu¨ª tothom ¨¦s savi amb la llengua i t¨¦ esma narrativa", dijo Manresa en un preg¨®n publicado ahora en el libro. ?se era sin duda el para¨ªso de palabras que, aun sin entenderlas, detect¨® Gertrude Stein en Mallorca y que no dud¨® en recomendar a su amigo Graves. Y a ese mismo para¨ªso de la lengua se referi¨® tambi¨¦n Maruja Torres cuando, con su proverbial y c¨¢ustico humor, asegur¨® en la presentaci¨®n haber sido "felanitxada" por muchos "felanitxers". "El que queda arran d"asfalt, les nostres runes quan s"esboldrega la intel.lig¨¨ncia, s¨®n ganes de sobreviure, for?a per resistir i recordar que no tots els paradisos s¨®n els perduts", escribe por su parte Manresa en el idiolecto circular de Felanitx, tan cerrado que el fil¨®logo Francesc de Borja Moll no dud¨® en atribuirle capacidad para declararse idioma independiente de haber vivido m¨¢s -?m¨¢s?- aislado. En fin. Escribir de una isla puede que sea siempre seguir los c¨ªrculos conc¨¦ntricos de un para¨ªso nunca del todo perdido por m¨¢s que haya sido arrasado. Sciascia escrib¨ªa historias sobre un ¨²nico e insondable misterio siciliano, sin principio ni fin, aunque con una rendija abierta al fondo por la que se colaba un claro rayo de ¨¦tica. Manresa dijo que su pr¨®ximo libro tratar¨¢ sobre Mart¨ª Ferriol, un jornalero que lleg¨® a ser alto empresario, estaf¨® 6.000 millones de pesetas al jeque kuwait¨ª Al Kassawi, conoci¨® la prisi¨®n y el manicomio, y acab¨® sus d¨ªas muerto en un pol¨ªgono industrial de la isla, con 600.000 pesetas en el bolsillo. Muy Sciascia. Aunque quiz¨¢ no tanto como el gesto de Manresa al principio del acto en el Espai Mallorca: se sac¨® una c¨¢mara de bolsillo y retrat¨® al p¨²blico. El c¨ªrculo de Felanitx volv¨ªa a cerrarse sobre s¨ª mismo.
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