Presente y futuro muy verde
El presente ya es verde. Al menos para quienes lo intentan. En la edici¨®n del pasado mi¨¦rcoles 20 de EL PA?S se pod¨ªan leer las protestas de unos trabajadores de una factor¨ªa de tratamiento nuclear en Holanda, temerosos del fin de la era nuclear en Alemania, y en las que increpaban duramente a uno de los l¨ªderes verdes franceses.Esta noticia supone uno de los primeros s¨ªntomas de la inadaptaci¨®n de ciertas ideas y ya pr¨¢cticas en la Europa com¨²n. Alemania es, tras Jap¨®n, el pa¨ªs m¨¢s desarrollado -social y pol¨ªticamente- en la conciencia de conservaci¨®n del medio. Y son ellos quienes van a sufrir las primeras consecuencias de ser pioneros. El partido democristiano ya abogaba por una pol¨ªtica respetuosa, siempre y cuando los beneficios empresariales no se vieran afectados ni de lejos. La actual coalici¨®n parece que ir¨¢ m¨¢s all¨¢, pero ?hasta d¨®nde estar¨¢n dispuestas las empresas y trabajadores alemanes? La renuncia a la energ¨ªa nuclear va a suponer en un primer momento la destrucci¨®n de muchos puestos de trabajo, y eso va a ser dif¨ªcil de entender.
Hoy por hoy, ni all¨ª es compatible una sociedad que trata de ser sostenible sin la intervenci¨®n del Estado. Porque el siguiente paso l¨®gico a dar la espalda a la energ¨ªa nuclear es una inyecci¨®n p¨²blica ingente a las energ¨ªas renovables, ya que ninguna empresa privada invertir¨ªa en algo que no se sabe a¨²n si es suficientemente rentable para ella. Simplemente, el intento del anterior Gobierno de privatizar la recogida selectiva y reciclaje de residuos urbanos a nivel federal ha llevado a la empresa responsable a rozar la ruina, y este sistema se manten¨ªa y mantiene bajo la financiaci¨®n p¨²blica, aspecto aceptado con resignaci¨®n por los m¨¢s ecologistas de este pa¨ªs. Pero estas ideas son necesarias para al menos empezar a buscar soluciones.
Nunca puede ser esa noticia objeto de envidia, pero qui¨¦n sabe hasta cuando habr¨¢ que esperar a leer noticias de este tipo en la secci¨®n nacional del diario.-
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