El escorpi¨®n liban¨¦s

Las refinadas torturas psicol¨®gicas de ciertas culturas orientales son comparables a la que sufri¨® Jorge P. S., quien, tras recibir una soberana paliza y ser secuestrado y amordazado, vio c¨®mo sus captores colocaban en su torso desnudo un terror¨ªfico escorpi¨®n liban¨¦s que, durante inacabables minutos, se pase¨® por sus piel sin decidirse a utilizar su emponzo?ado aguij¨®n. Antonio Jim¨¦nez, inspector jefe del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, que lleva el caso, indica que el agredido y sus agresores se conocen y que el desencadenante de tan truculenta acci¨®n radica en una deuda con droga de por medio. Los detenidos son Ram¨®n D. G., de 23 a?os, Jos¨¦ Luis L. M., de 23, y Jos¨¦ P. M., de 24, miembros de las Brigadas Blanquiazules, un grupo de seguidores radicales del R. C. D. Espanyol. Falta una cuarta persona, a la que busca la polic¨ªa. Todos tienen antecedentes por camorristas y viven del nebuloso mundo del trapicheo con drogas. Con la paliza y con el escorpi¨®n, pretend¨ªan ablandar a P. S. y conseguir que en unos d¨ªas les diera un mill¨®n de pesetas y un kilo de coca¨ªna.

P. S. fue abordado el 26 de enero, por la noche, por los cuatro j¨®venes cerca de un pub de Matar¨®, localidad situada 40 kil¨®metros al norte de Barcelona. Sin mediar palabra, ¨¦stos la emprendieron a golpes con ¨¦l. Le metieron en un coche, le vendaron los ojos, le esposaron y, seguidos de otro veh¨ªculo que les daba cobertura, emprendieron veloz huida hacia Barcelona.

La v¨ªctima fue llevada al piso de uno de los mencionados individuos y, de nuevo, sometida a otra fenomenal paliza. Hasta que alguien cogi¨® al ar¨¢cnido liban¨¦s de un peque?o terrario, lo azuz¨® y lo puso sobre el pecho de P. S. Para que el bicho hiciera el efecto pretendido, le destaparon los ojos y as¨ª pudo ver, aterrorizado, al animal andando por su cuerpo.

El escorpi¨®n est¨¢ depositado en el Zool¨®gico de Barcelona por orden del juez. T¨¦cnicos de este centro han se?alado que pertenece a una de las dos especies que tiene el L¨ªbano, pero no han precisado a cu¨¢l. En el caso m¨¢s peligroso, su picadura es mortal; si se trata de otro, su veneno es muy grave.

La polic¨ªa se ha incautado de 1,5 millones de pesetas, 300 gramos de hach¨ªs y 1.000 pastillas.