Blair agita el Estado de bienestar
?Va a seguir siendo universal el Estado de bienestar o se va a aplicar s¨®lo a los ciudadanos m¨¢s necesitados? Hasta ahora, esta pregunta no ten¨ªa sentido: socialdem¨®cratas y democristianos llegaron en la posguerra a un pacto en Europa para crear un welfare para todas las personas, por el hecho de serlo; s¨®lo los neoliberales se marginaron de tal consenso. Espa?a, aislada durante cuatro d¨¦cadas, consigui¨® la universalizaci¨®n de las ayudas sociales en la d¨¦cada de los ochenta, durante los mandatos socialistas.La cuesti¨®n adquiere actualidad con la ley de reforma del Estado de bienestar que acaba de presentar Tony Blair en el Reino Unido, y que el primer ministro brit¨¢nico ha calificado de revoluci¨®n. En general, los cambios que pretende Blair consisten en un endurecimiento de las condiciones para acceder a los subsidios y en la obligatoriedad de entrevistas peri¨®dicas de todos los ciudadanos que reciben subsidios del Estado para actualizar sus condiciones. Un mill¨®n de madres solteras y 2,8 millones de discapacitados perder¨¢n las ayudas si no acuden a una serie de encuentros con asesores p¨²blicos, encaminados a alentar su reincorporaci¨®n laboral. Seg¨²n el ministro de Asuntos Sociales, Alistair Darling, en el Reino Unido uno firma una vez, recibe los subsidios y no tiene que molestar a nadie hasta que llega a la edad de jubilaci¨®n.
En su libro La tercera v¨ªa, Blair anunciaba ya algo de lo que ahora quiere concretar: "El dogmatismo de la derecha neoliberal se hab¨ªa convertido en una grave amenaza para la cohesi¨®n nacional. Cada vez hab¨ªa m¨¢s gente en el bando de los perdedores, m¨¢s empresas con bajo rendimiento, demasiados servicios p¨²blicos con pobres prestaciones y demasiadas poblaciones en peligro por el aumento de la delincuencia, el desempleo y la marginaci¨®n social... El Estado de bienestar es uno de los grandes logros de los ¨²ltimos cien a?os. Ha librado a mucha gente de la pobreza y ha ofrecido nuevas oportunidades a muchos millones de personas. Ocuparse de los que est¨¢n en los estratos m¨¢s bajos es, de alg¨²n modo, la esencia de una sociedad justa. Pero las formas en que ayudamos a la gente tienen que cambiar".
Los cambios que propone Blair se basan en los siguientes principios: si se puede trabajar, se debe trabajar; los que no sean honrados no recibir¨¢n ayudas; si se trabaja duro para sacar adelante a la familia, el Gobierno garantiza que no vivir¨¢ en la pobreza; si no se puede trabajar, se conseguir¨¢ la seguridad que se necesita. Seg¨²n el l¨ªder laborista, esto marca el final de un Estado de bienestar algo-a-cambio-de-nada: "Los d¨ªas de un derecho autom¨¢tico para beneficiarse acabar¨¢n".
Otro de los asuntos que levantar¨¢ pol¨¦mica se refiere a las pensiones p¨²blicas. Blair pretende legislar para crear planes de pensiones privados, a bajo coste, para personas con ingresos medios y bajos. El papel del Estado ser¨¢ el de proporcionar una base para todos a trav¨¦s de las pensiones estatales b¨¢sicas y ayudar a los que no se pueden permitir ahorrar: el resultado ser¨¢ cambiar el equilibrio de la prestaci¨®n p¨²blica-privada del 60%-40% al 40%-60%.
Los planes reformistas de Blair se han presentado los mismos d¨ªas en los que se ha conocido la coyuntura brit¨¢nica al borde de la recesi¨®n. En su informe trimestral, el Banco de Inglaterra ha pronosticado un crecimiento para el ejercicio en curso entre el 0,5% y el 1% (el Ministerio de Econom¨ªa espera entre un 1% y el 1,5%). Este enfriamiento de la econom¨ªa coincide con la que est¨¢ produci¨¦ndose en la zona del euro y generar¨¢ problemas adicionales de financiaci¨®n al Estado de bienestar (menos ingresos y m¨¢s necesitados). En Francia se acaba de publicar un informe t¨¦cnico en el que se afirma que ser¨¢ imposible seguir financiando el sistema de pensiones si no se retrasa la edad de jubilaci¨®n de 60 a 65 a?os.
Un debate que estaba adormecido -universalidad o necesidad, combatir el fraude, pensiones- vuelve a la cancha por las medidas de Blair. Habr¨¢ que ver la reacci¨®n de los propios laboristas en el Reino Unido.
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