La oportunidad turca perfecta
Toda encrucijada tiene su oportunidad de ¨¦xito y su riesgo del error y, con ¨¦l, del fracaso. Turqu¨ªa, de forma voluntaria, est¨¢ hoy en tal situaci¨®n tras la espectacular captura de Apo, Abdal¨¢ Ocalan, m¨¢ximo dirigente del Partido de los Trabajadores del Kurdist¨¢n (PKK), que, pese a todas las desinformaciones de buena o mala voluntad, es una organizaci¨®n terrorista de inmensa efectividad criminal, incluso para las dimensiones habituales de tales fen¨®menos en aquella regi¨®n asi¨¢tica.Las comedias bufas que son las declaraciones de Ocalan durante su largo periplo desde que hace unos meses fue expulsado de Siria no deben impedir a la opini¨®n p¨²blica internacional tener claro qui¨¦n es este personaje y la interminable lista de v¨ªctimas inocentes que tiene a sus espaldas. Pero tambi¨¦n es evidente que la mayor dificultad que cualquier Estado democr¨¢tico ha tenido para entregar a Apo a Turqu¨ªa la ha puesto la obstinaci¨®n del Estado turco de no avenirse a las m¨ªnimas condiciones para garantizar, con observadores y peritos extranjeros, un trato y juicio justo para el dirigente terrorista.
Tiene ahora Ankara una oportunidad ideal para demostrar que quiere adaptar sus normas procesales y sus baremos de respeto a los derechos humanos a los de la Uni¨®n Europea (UE), a la que quiere unirse. Es cierto que la pol¨ªtica miope de la UE, con su portazo a las aspiraciones de adhesi¨®n turca el pasado a?o, ha renunciado a muchos instrumentos efectivos de persuasi¨®n.
Tan cierto es tambi¨¦n que la l¨ªnea dura en el Ej¨¦rcito y los medios pol¨ªtico-mafiosos de Ankara y Estambul pueden ver en la captura de Ocalan la ocasi¨®n ideal para acabar con toda posibilidad de encauzar un acercamiento de Turqu¨ªa a Europa, y as¨ª, de todo proyecto de convertir esta democracia formal en un Estado de derecho pleno. Las opciones de esta l¨ªnea de sabotaje antidemocr¨¢tico no son pocas. El Gobierno de Bulent Ecevit es tan d¨¦bil como los que lo precedieron. Y el odio al PKK por sus infinitas salvajadas es inmenso. No s¨®lo entre turcos, tambi¨¦n entre kurdos. Adem¨¢s, esta primavera se celebran elecciones. Toda actitud no implacable con el detenido puede tener costes electorales.
De ah¨ª el riesgo de que muchos hoy en Turqu¨ªa est¨¦n apostando por devolver a Occidente la bofetada que recibi¨® este pa¨ªs al ser descartado como candidato a la UE. La forma m¨¢s expeditiva ser¨ªa rechazar toda observaci¨®n exterior de las condiciones de detenci¨®n y las garant¨ªas procesales de Ocalan. Con un juicio militar, una pena de muerte y la ejecuci¨®n de Ocalan, habr¨¢ muchos turcos satisfechos.
Pero es de desear que Turqu¨ªa, en esta encrucijada, demuestre madurez y valent¨ªa para dar plena transparencia al juicio. Que transforme la previsible condena a muerte en pena de prisi¨®n y abra un camino de di¨¢logo con todos los kurdos que saben que la criminal lucha que lider¨® Ocalan est¨¢ abocada al fracaso. Sin duda, tal actitud recibir¨ªa contrapartidas. Y cosechar¨ªa mucho respeto.
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