15 suicidios asistidos en el primer a?o de eutanasia legal en Oreg¨®n

El primer a?o de eutanasia legal en el estado de Oreg¨®n, el ¨²nico que la acepta en EE UU, se ha cerrado con menos casos de los que preve¨ªan los defensores del suicidio asistido y menos pol¨¦mica de la que vaticinaban sus detractores. S¨®lo 15 enfermos terminales fueron ayudados a morir en 1998.Seg¨²n los datos de la administraci¨®n de ese estado, en ninguno de los 15 casos de eutanasia hay indicio alguno de que los pacientes sufrieran dolor en el momento de su aplicaci¨®n, como auguraban los grupos que se oponen a esta pr¨¢ctica. Los resultados demuestran tambi¨¦n que era infundado el temor a que determinados individuos empleasen el amparo de la ley para pedir el suicidio asistido sin sufrir enfermedades terminales.

Las autoridades m¨¦dicas aseguran que en todos los casos se solicit¨® la eutanasia por pacientes que deseaban ejercer un m¨ªnimo y postrero control sobre la forma en la que mor¨ªan. Seg¨²n el informe, los m¨¦dicos de Oreg¨®n prescribieron sustancias letales a 23 personas en 1998. En 15 casos los medicamentos provocaron la muerte voluntaria del paciente; en seis, los pacientes terminales fallecieron antes de que les fuera administrado el medicamento letal, y en dos, los pacientes no hab¨ªan tomado la droga mortal antes de que acabara el a?o.

13 de los 15 pacientes que tomaron el medicamento letal sufr¨ªan diversos tipos de c¨¢ncer en fase terminal; los otros dos ten¨ªan enfermedades del coraz¨®n o de los pulmones. La media de edad de las personas que acabaron voluntariamente con sus vidas fue de 69 a?os. Los m¨¦dicos aseguran que los pacientes que optaron por la eutanasia mostraban una gran convicci¨®n: "Aquellos que solicitaron una sustancia letal conced¨ªan mucha importancia a controlar la forma en que iban a morir".

Los votantes de Oreg¨®n aprobaron la legalizaci¨®n de la eutanasia en 1994 y confirmaron la ley en refer¨¦ndum en noviembre del a?o pasado. La ley permite a los m¨¦dicos prescribir una dosis letal de medicaci¨®n a los pacientes terminales a los que se les conceda menos de seis meses de vida.