Milosevic se resigna a un bombardeo de la OTAN antes que ceder en Kosovo

El presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, parece resignado a la guerra. Antes que ceder en lo que considera fundamental de la negociaci¨®n sobre Kosovo, Milosevic se muestra dispuesto a conducir a Serbia y a toda la regi¨®n hacia un conflicto de consecuencias imprevisibles. As¨ª lo demostr¨® ayer al negarse a recibir en Belgrado al emisario norteamericano, Christopher Hill, quien regres¨® con las manos vac¨ªas a Francia, s¨®lo para constatar que, a punto de cumplirse a las doce de hoy el plazo dado por la comunidad internacional para llegar a una soluci¨®n pac¨ªfica, las conversaciones en Rambouillet sobre Kosovo siguen estancadas.

Lejos de escuchar la propuesta de la que era portador Hill, Milosevic repiti¨® su posici¨®n de principios: "No entregaremos Kosovo ni aunque haya bombardeos". Milosevic se resiste especialmente, seg¨²n las informaciones que han trascendido de la reuni¨®n de Rambouillet, a aceptar el despliegue de fuerzas de la OTAN en Kosovo para vigilar el cumplimiento de un acuerdo de paz. El secretario general de la OTAN, Javier Solana, insisti¨® en que ese despliegue era esencial para garantizar el ¨¦xito del acuerdo. Los presidentes de Francia y EE UU, reunidos ayer en Washington, coincidieron en su "determinaci¨®n" de actuar militarmente si Milosevic no accede a suscribir un compromiso con los albano-kosovares y a cumplirlo en todos sus t¨¦rminos, incluido el despliegue de una fuerza de paz. Mientras, EE UU y la OTAN ultimaban los detalles de lo que ya se ha bautizado como Operaci¨®n Yunque Noble. Para participar en la operaci¨®n, EE UU envi¨® ayer al Reino Unido los temibles bombarderos B-52.