"Las argelinas han demostrado valor"
La periodista y escritora Baya Gacemi ha narrado el horror de Argelia en la voz de una mujer que en su noche de bodas supo que se hab¨ªa casado con un militante del Grupo Isl¨¢mico Armado (GIA). Fue el inicio de una pesadilla que s¨®lo acab¨® cuando Nadia encontr¨® el cad¨¢ver descabezado de su marido, muerto en una operaci¨®n del Ej¨¦rcito. En medio hab¨ªan pasado tres a?os en los que Nadia se vio atrapada en un laberinto de sangre del que no hab¨ªa escapatoria: tuvo un hijo del hombre al que hab¨ªa amado, pero cuyas acciones armadas le repugnaban, fue tildada de terrorista sin serlo y se convirti¨® en una apestada para su familia.Baya Gacemi, antigua redactora jefe de la revista La Tribune, encontr¨® por azar a la viuda del terrorista. "Necesitaba hablar y hablar, y como lo que me cont¨® era interesante, decid¨ª escribir el libro", afirma. El testimonio de esa mujer a la que Gacemi llam¨® Nadia ha sido publicado en Francia y presentado ahora en castellano por Grijalbo Mondadori. "Se ha escrito mucho sobre terrorismo, pero ¨¦ste es el primer testimonio de una mujer que estaba con los terroristas y que explica lo que ha vivido sin tener una posici¨®n pol¨ªtica previa", afirma Gacemi.
Pregunta. En el pr¨®logo reconoce que Nadia no va a gustar ni a los islamistas ni al Gobierno. ?Para qui¨¦nes ha escrito, entonces, este libro?
Respuesta. En Francia ya he sido criticada por periodistas que de alg¨²n modo reflejan los dos extremos argelinos. Para ellos hay que estar en un lado o en otro. Yo no he querido elegir y por eso tengo enemigos en los dos lados (sonr¨ªe). Desde el principio, muchos periodistas argelinos se colocaron al lado de los militares o de los islamistas. Es una visi¨®n maniquea. ?Para qui¨¦n he escrito el libro? Para m¨ª, sobre todo. Ten¨ªa necesidad de decir que las cosas no son blancas o negras.
P. Nadia recoge el mundo familiar de un terrorista, pero quiz¨¢s no baste para analizar el papel de los militares. ?Es posible mantener una mirada ecu¨¢nime, como pretende usted, entre tanta locura?
R. Yo he contado lo que Nadia me ha contado. Gracias a este libro he tenido la ocasi¨®n de decir que, aunque en los grupos armados hay cosas terribles, ¨¦sa no es raz¨®n para matar a todos los que han entrado en su engranaje, como dicen algunos militares. El drama argelino es habernos encontrado en medio de dos facciones extremistas. Lo que estamos viviendo en Argelia es peor que la guerra de L¨ªbano porque all¨ª, al menos, las posiciones estaban m¨¢s claras.
P. ?Qu¨¦ futuro le aguarda a Nadia?
R. Ahora tiene una nueva vida. Vive con unas personas que le han dicho que no es necesario que diga que fue la mujer de un terrorista. Tiene 23 a?os y trata de vivir como una mujer joven. Eso prueba que la gente pr¨®xima a los terroristas no est¨¢ forzosamente adoctrinada.
P. Sorprende la crueldad que gener¨® ese odio que describe Nadia.
R. Para nosotros tambi¨¦n fue sorprendente. En Argelia hab¨ªa una gran seguridad y una mujer pod¨ªa salir a media noche sin problemas. Y s¨²bitamente se desencaden¨® toda esa violencia. Durante a?os, desde que Argelia obtuvo la independencia, no hubo libertad de expresi¨®n. Exist¨ªa un r¨¦gimen autoritario y estimaban que todo el mundo deb¨ªa pensar como ellos, as¨ª que no sab¨ªan lo que pensaba la sociedad. El resultado es que cuando lleg¨® la libertad de expresi¨®n todo sali¨® con mucha violencia.
P. Desde hace un a?o, la sangre ya no salpica los peri¨®dicos de forma asidua. ?Se nota cierta distensi¨®n en la vida diaria?
R. En las ciudades pr¨¢cticamente no hay atentados, pero a¨²n se producen algunos en las regiones m¨¢s aisladas. Creo que el movimiento isl¨¢mico radical ha descubierto sus l¨ªmites. Ahora hay una nueva situaci¨®n: va a haber elecciones presidenciales en abril, y todo el mundo espera un cambio, tambi¨¦n los islamistas. Pero en esta etapa electoral pueden producirse atentados para demostrar que siguen ah¨ª.
P. ?Hay menos miedo ahora?
R. S¨ª. Recuerdo que en el 93 y 94, incluso en el 95, no se pod¨ªa salir por la noche. Desde hace un a?o hay gente que ya sale por la noche. Y tambien se nota m¨¢s actividad econ¨®mica. Es cierto que se est¨¢n privatizando o cerrando las empresas p¨²blicas y eso crea m¨¢s paro, pero el Gobierno ha destinado mucho dinero para indemnizar a los ex trabajadores, entre ellos, muchas mujeres, para no alimentar las filas terroristas. Con ese dinero abren su propio negocio.
P. Las mujeres han sido particularmente perseguidas en estos a?os. ?Se vislumbra ya un lugar mejor para ellas?
R. Han sufrido mucho en estos a?os. Cuando los islamistas pidieron que ellas no trabajaran, muchas siguieron haci¨¦ndolo. Fue una prueba de coraje extraordinario, sobre todo para las que viven en pueblos. Hasta las peluqueras fueron perseguidas por dedicarse a embellecer a la mujer. Es decir, las mujeres ten¨ªan mucho miedo porque eran m¨¢s visibles que los hombres. Pero desde hace dos a?os se ha producido una nueva situaci¨®n: en la ense?anza y la salud son mayor¨ªa. Tambi¨¦n son m¨¢s entre los nuevos periodistas, pese a que tantos fueron asesinados. Y algunas, incluso, ocupan empleos que antes eran de hombres, y son camareras o dirigen un comercio. Lo hacen por razones econ¨®micas, pero est¨¢n ocupando un lugar reservado a los hombres. Lo que queda es cambiar las leyes, sobre todo el c¨®digo de familia, muy reaccionario y con unas aberrantes normas de obediencia al marido.
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