Buscar extraterrestres desde el sill¨®n de casa

Si existen seres inteligentes en alg¨²n otro lugar de nuestra galaxia y disponen de una tecnolog¨ªa similar a la nuestra, es posible que est¨¦n intentando comunicarse con nosotros. Con esa idea, hace 40 a?os, el astr¨®nomo estadounidense Frank Drake puso en marcha un programa de escucha sistem¨¢tica de las ondas de radio que llegan a nuestro planeta, con la esperanza de detectar entre ellas alguna se?al inteligente que permitiera deducir su existencia. Ahora, cualquiera puede unirse a la empresa y contribuir, desde su propia casa, en esta b¨²squeda. Basta con que disponga de un ordenador y lo preste a la aventura. La recompensa puede ser la gloria de haber descubierto la confirmaci¨®n de que no estamos solos en el universo.El proyecto, denominado SETI@home, que se pondr¨¢ en marcha en abril, pretende que 100.000 personas, que dispongan de ordenador y conexi¨®n a Internet, presten los tiempos muertos de su aparato para el an¨¢lisis de los datos. El programa que realiza el trabajo ser¨¢ facilitado gratuitamente por SETI y se pone autom¨¢ticamente en funcionamiento cuando el usuario colaborador deja su ordenador en stand-by. Los datos le ir¨¢n llegando a trav¨¦s de Internet en paquetes de 250 kbytes, que, con un m¨®dem normal, se descargar¨¢n en un par de minutos. Analizar cada paquete llevar¨¢ unas 48 horas seguidas. El programa tambi¨¦n puede trabajar mientras se est¨¢ usando el ordenador si se dispone de suficiente memoria RAM, apareciendo entonces un icono de SETI en la barra de tareas. Al finalizar el an¨¢lisis, los resultados ser¨¢n enviados autom¨¢ticamente a Berkeley, pero el voluntario no sabr¨¢ si ha detectado una se?al interesante hasta que sus resultados hayan sido filtrados de nuevo all¨ª.

Las direcciones para apuntarse a este programa son: http://www.seti.planetary.org o http://setiathome.ssl.berkeley.edu.

Entre quienes ya se han sumado a la iniciativa est¨¢ el ingeniero de telecomunicaciones Roberto Ortiz. "Lo que me impuls¨® a hacerlo es la posibilidad de colaborar en una empresa tan importante", dice, aunque es consciente de la dificultad de llegar a establecer comunicaci¨®n con otras civilizaciones y de la ¨ªnfima posibilidad de ser ¨¦l quien capte la primera se?al.

De momento, Ortiz ha instalado el programa y est¨¢ a la espera de que le env¨ªen el primer paquete de datos. A cambio de su colaboraci¨®n recibir¨¢ informaci¨®n puntual de la marcha del programa SETI, podr¨¢ saber qui¨¦nes participan en ¨¦l y dispondr¨¢ de material educativo sobre astrobiolog¨ªa y astronom¨ªa. En su ordenador, el salvapantallas habitual ser¨¢ sustituido, mientras el programa est¨¦ en funcionamiento, por tres tipos de cuadros informativos. Uno indica qu¨¦ datos est¨¢ analizando, explicando el significado de cada se?al detectada y con ilustraciones del proceso. Otro muestra la regi¨®n del cielo analizada, con las constelaciones dibujadas para poder orientarse, y la procedencia de cualquier se?al potencialmente interesante que se haya realizado. El tercero proporciona un mapa terrestre indicando la localizaci¨®n de cada colaborador, e informa de manera destacada de aquellas personas u organizaciones que han analizado m¨¢s datos hasta el momento.

Los ingentes medios puestos a disposici¨®n del programa SETI, iniciado en 1959 por el astr¨®logo Drake, no han conseguido ninguna evidencia clara de la existencia de inteligencia extraterrestre. Se han detectado unos pocos centenares de se?ales prometedoras, pero la mayor parte de ellas se ha comprobado que proced¨ªan de interferencias de origen terrestre. Tan s¨®lo unas pocas siguen sin tener una explicaci¨®n v¨¢lida, pero ninguna de ellas ha podido volver a sintonizarse.