Estado de sitio en Bruselas por miedo a la manifestaci¨®n de agricultores

Bruselas amaneci¨® ayer m¨¢s triste que nunca. El centro de la capital europea aparec¨ªa con alambradas de espino, calles cortadas, aparcamientos vac¨ªos y cordones policiales. El Gobierno belga ha decretado pr¨¢cticamente el "estado de sitio" de la ciudad -con 4.500 uniformados suplementarios-, ante la convocatoria de una manifestaci¨®n de agricultores. Se prev¨¦ una asistencia de 30.000 personas de toda la UE, en protesta por las rebajas que se introducir¨¢n en la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n el pr¨®ximo septenio.El municipio ha recomendado a los vecinos que retiren sus coches del centro. Apenas hay ninguno. Ha exhortado a los due?os de bares a que echen el cerrojo. Lo har¨¢n en su mayor¨ªa. Incluso las dos estaciones de metro del barrio europeo de Bruselas han quedado cerradas. Y no se permite la entrada a la capital a los tractores, confinados a un radio m¨¢ximo de 10 kil¨®metros desde las granjas. Un centenar de tractores italianos pespuntea la frontera belga-luxemburguesa. Los puestos de control, normalmente vac¨ªos, estaban ayer rodeados de un inusitado movimiento y controles.

El temor a los incidentes ha refrescado la memoria de las violentas protestas de 1972, tambi¨¦n por una reforma agr¨ªcola. Hubo un muerto, despe?ado por las escaleras del metro cuando escapaba de una carga policial. Y el espect¨¢culo de una vaca que entr¨® en el antiguo edificio del Consejo de Ministros.

Las instituciones europeas han extremado la prudencia. Los ministros de Exteriores se reunen ayer -y hoy- en Luxemburgo. S¨®lo sus colegas de Agricultura se enfrentar¨¢n a los gritos de los manifestantes, y acudir¨¢n en helic¨®ptero desde el aeropuerto hasta la sede del Consejo para sortear a los manifestantes. La Comisi¨®n ha notificado a sus 15.000 funcionarios que si no acuden, no se les tomar¨¢ en cuenta. Y el Parlamento ha optado por el puro y simple cierre patronal.