La oportunidad de las telecomunicaciones
Una sociedad nunca ser¨¢ moderna sin unas comunicaciones avanzadas
y FRANCISCO ROSEn este final de siglo y comienzo de milenio las telecomunicaciones, entendidas en su sentido amplio, es decir, incluyendo el manejo y transmisi¨®n de informaci¨®n, se han convertido, sin lugar a dudas, en uno de los principales motores de cambio social y de desarrollo industrial. La revoluci¨®n digital afecta a todos los sectores de la econom¨ªa. El impacto presente y futuro puede ser equiparable al de la aparici¨®n del autom¨®vil.Una sociedad nunca ser¨¢ moderna sin unas telecomunicaciones avanzadas. Por ello, el fomento de ¨¦stas es de claro inter¨¦s general. Espa?a, por su posici¨®n econ¨®mica, est¨¢ por debajo del nivel que le corresponde en la mayor¨ªa de los servicios de telecomunicaciones e inform¨¢tica. Incluso en telefon¨ªa m¨®vil, y, a pesar de los importantes crecimientos recientes, la penetraci¨®n del servicio es de s¨®lo un 18%, frente al 24% de media en Europa. Actualmente, el sector se encuentra en un proceso de intensa transformaci¨®n producido por el avance tecnol¨®gico, la liberalizaci¨®n y globalizaci¨®n de los mercados, la privatizaci¨®n de empresas, el aumento de la demanda y la creciente sofisticaci¨®n de los servicios.
Ejemplos claros de los cambios en el sector se encuentran en el crecimiento espectacular de la telefon¨ªa m¨®vil, la explosi¨®n de Internet, la aparici¨®n de nuevos negocios relacionados con la industria del software y de los equipos y el desarrollo sin precedentes del intercambio de informaci¨®n y de la industria de los contenidos. Una gran parte de la actividad pol¨ªtica, empresarial, educacional, cient¨ªfica y de entretenimiento en el mundo se sustenta, cada vez m¨¢s, en el intercambio masivo de informaci¨®n que la digitalizaci¨®n ha hecho posible. Se estima que la demanda de capacidad en Internet se duplica cada cuatro meses.
A nivel mundial se est¨¢ conformando un macrosector capaz de mover grandes cantidades de recursos financieros y humanos. Los servicios de telecomunicaciones, por s¨ª solos, representan el 3% del PIB en Europa y un 2,7% de la inversi¨®n agregada. En 1998, 10 empresas de servicios de telecomunicaciones se encontraban entre las 50 mayores del mundo por capitalizaci¨®n burs¨¢til. Si a?adimos las empresas de software y equipos, la representaci¨®n alcanza a 16 de las 50, con un volumen total de capitalizaci¨®n burs¨¢til, en 1998, superior a 250 billones de pesetas.
Las fuerzas de cambio que se manifiestan en el sector est¨¢n tambi¨¦n presentes en Espa?a. De su orientaci¨®n, intensidad e influencia depender¨¢ la configuraci¨®n futura de nuestras telecomunicaciones, que se ver¨¢n muy condicionadas por el fomento de la concurrencia competitiva y por su capacidad de engarce con el desarrollo del sector en los pa¨ªses m¨¢s avanzados. Pasemos a revisar los determinantes de esa transformaci¨®n.
Econom¨ªa de la red. La revoluci¨®n digital est¨¢ creando un nuevo modelo, "la econom¨ªa de la red", donde priman los servicios frente a los productos y en el que los clientes demandan servicios a medida y de car¨¢cter continuado. Una "nueva econom¨ªa" que nos obliga a modificar nuestra forma de pensar y actuar, as¨ª como la manera de hacer negocios. Las medidas y orientaciones que se adopten en esta fase de transici¨®n determinar¨¢n el futuro de la sociedad de la informaci¨®n que ser¨¢ motor del crecimiento econ¨®mico, tanto por s¨ª misma como por su influencia en el resto de la actividad global. Fen¨®menos de esta naturaleza son muy escasos en la historia y cuando aparecen representan un verdadero desaf¨ªo y una enorme fuente de oportunidades.
Dada, pues, su importancia, cabe preguntarse: ?qu¨¦ se est¨¢ haciendo para promover el desarrollo de la industria de la informaci¨®n? Para contestar, es conveniente reflexionar sobre las bases tecnol¨®gicas, infraestructurales y de mercado que condicionan esta industria. Los factores claves son la disponibilidad de capacidad para transmitir informaci¨®n, la estructura de precios y la respuesta a las crecientes exigencias de movilidad de los usuarios. Aspectos relevantes son la evoluci¨®n de la red de acceso, las normas y precios de interconexi¨®n entre redes y la administraci¨®n y uso del espectro radioel¨¦ctrico.
Acceso al usuario. De las infraestructuras de telecomunicaciones, la red de acceso o tramo ¨²ltimo de conexi¨®n con el usuario es, por su capilaridad y exigencias de inversi¨®n, un elemento que, de no dise?arse adecuadamente, puede limitar el desarrollo de los servicios, la configuraci¨®n de la competencia y generar ineficiencias y duplicidades de red innecesarias y costosas.
La disponibilidad de un adecuado ancho de banda que posibilite la introducci¨®n de nuevos servicios (como acceso a Internet, comercio electr¨®nico, videoconferencias o servicios multimedia) con precios de acceso ajustados a la racionalidad econ¨®mica, es de suma importancia. La existencia de situaciones de monopolio ha hecho que la red de acceso est¨¦ en el campo del operador dominante y sea, en su mayor parte, anticuada por su origen, servidumbres y falta de incentivos a la renovaci¨®n. La eclosi¨®n actual del sector justifica la necesidad de una r¨¢pida modernizaci¨®n de este tramo. Para ello, hay que establecer las condiciones (de mercado) que incentiven la mejora y renovaci¨®n de la red existente y que, a la vez, promuevan la generaci¨®n ordenada de infraestructuras alternativas por los nuevos entrantes. Tecnolog¨ªas tales como XDSL (digitalizaci¨®n del bucle de abonado), WLL (red de acceso inal¨¢mbrico) y fibra ¨®ptica permiten alcanzar t¨¦cnicamente la meta deseada. Los nuevos operadores de televisi¨®n por cable y de m¨®viles pueden ser un buen revulsivo para esta modernizaci¨®n.
La experiencia internacional aconseja que, para lograr el objetivo, se establezca, en conjunci¨®n con la apertura definitiva de la competencia, un reequilibrio tarifario, precios de interconexi¨®n a la red de acceso acordes a los costes y una adecuada pol¨ªtica de puntos de interconexi¨®n. Se deben establecer procedimientos que obliguen a una ejecuci¨®n r¨¢pida de acuerdos y que penalicen la dilaci¨®n.
Administraci¨®n del espectro radioel¨¦ctrico. La fuerte implantaci¨®n y crecimiento de las comunicaciones m¨®viles evidencia el valor e inter¨¦s general que tiene la gesti¨®n y distribuci¨®n de un recurso escaso como es el espectro radioel¨¦ctrico. Los recientes avances tecnol¨®gicos est¨¢n desarrollando servicios m¨¢s avanzados y potentes, que requieren nuevas asignaciones de frecuencias y licencias de explotaci¨®n. El c¨®mo, cu¨¢ndo y a qui¨¦n se concedan marcar¨¢ la evoluci¨®n y disponibilidad de estos nuevos servicios, as¨ª como la superposici¨®n o sustitubilidad con los existentes.
En Espa?a, en telefon¨ªa celular, el grupo Telef¨®nica tiene licencias anal¨®gica (NMT) y digitales (GSM y PCN), Airtel de GSM y PCN, y Retevisi¨®n de PCN. De todas ellas, todav¨ªa no est¨¢n en servicio las de PCN de Telef¨®nica y Airtel. No hay apenas servicios de WLL y se est¨¢ a la espera de los planes de asignaci¨®n de licencias de la ¨²ltima generaci¨®n de la tecnolog¨ªa m¨®vil (UMTS).
En este sentido, promover la competencia, evitar los acuerdos tendentes al reparto concertado del mercado entre operadores ya establecidos, fomentar la transparencia e incentivar la llegada de nuevos operadores, es necesario para el desarrollo del sector. El retraso injustificado en la adjudicaci¨®n e implantaci¨®n de bandas de frecuencias superiores, con posibilidad de introducci¨®n de servicios m¨¢s potentes, puede ir en contra del inter¨¦s general. En estos d¨ªas estamos asistiendo a la formaci¨®n de nuevas alianzas encaminadas a la promoci¨®n de las tecnolog¨ªas Internet (IP) y del acceso a la red Internet a trav¨¦s de terminales m¨®viles. A esto responden los acuerdos de Netscape y Nextel, BT y Microsoft, Networks USA y Lycos, Motorola y Cisco, y Symbian (Motorola, Ericsson, Nokia y Psion). Dada la globalizaci¨®n del sector, ser¨ªa de alto inter¨¦s para las empresas espa?olas participar en iniciativas de esta naturaleza.
Internet. Por su singularidad, actualidad e impacto general en la sociedad de la informaci¨®n, el fen¨®meno Internet merece un comentario adicional. Como se sabe, la red Internet es un desarrollo que engloba elementos de comunicaci¨®n, informaci¨®n, entretenimiento, educaci¨®n y nuevas formas de comercializar y hacer negocios. La implantaci¨®n de Internet en el mundo es muy desigual, destacando por su nivel de penetraci¨®n EEUU y los pa¨ªses n¨®rdicos. Espa?a est¨¢ relativamente retrasada con un n¨²mero total de usuarios de 2,5 millones y un n¨²mero de ordenadores en la red (hosts) de 265.000 frente a medio mill¨®n en Francia y casi un mill¨®n y medio en Gran Breta?a.
Diferentes factores explican el crecimiento desigual: limitaciones de la red, coste del servicio, promoci¨®n de contenidos e idioma de ¨¦stos, y factores culturales y educacionales. El ¨¦xito de Internet en EEUU se ha basado en hacer de ella un servidor amable, accesible por precios, calidad, facilidad y utilidad, lo que ha permitido alcanzar con rapidez la masa cr¨ªtica necesaria para su funcionalidad.
En Espa?a, tras unos crecimientos iniciales significativos, se est¨¢ en una situaci¨®n de relativo estancamiento sin alcanzar la masa cr¨ªtica. Este hecho se deriva de una pol¨ªtica confusa de precios, una escasa penetraci¨®n de los ordenadores personales (9,4% frente a 15,1% en la UE y 36,4% en EEUU) y una falta de contenidos en espa?ol (menos del 2% de los materiales de Internet est¨¢n disponibles en este idioma). Para el desarrollo de estas tecnolog¨ªas es urgente apostar por una pol¨ªtica agresiva de precios, promover la inform¨¢tica en la educaci¨®n, impulsar contenidos en espa?ol y fomentar programas de investigaci¨®n y desarrollo de estos productos y servicios.
Desarrollo del negocio. Que las telecomunicaciones son un buen negocio nadie lo duda. Sin embargo, es preciso establecer principios que promuevan la libre concurrencia y eviten distorsiones a la competencia. Y es recomendable clarificar las participaciones accionariales.
La presencia de forma directa o indirecta de grupos industriales y financieros en m¨¢s de un operador merece una atenci¨®n especial y, en su caso, la eliminaci¨®n de conflictos. Considerando positiva para el sector, especialmente en el periodo de lanzamiento, la presencia de entidades financieras, compa?¨ªas el¨¦ctricas y socios tecnol¨®gicos, dada su capacidad emprendedora y potencial financiero, se debe evitar que los conflictos participativos en empresas te¨®ricamente en competencia entorpezcan el buen desarrollo de la misma. Este aspecto se hace m¨¢s relevante cuando las econom¨ªas est¨¢n sometidas a procesos de consolidaci¨®n y diversificaci¨®n de sus grupos financieros e industriales como es el caso de Espa?a.
M¨¢s competencia. Asumida la competencia como mecanismo apropiado para el desarrollo del sector, lo verdaderamente relevante es fijar los t¨¦rminos y condiciones para su fomento y efectividad. En general, los intereses entre operadores plantean conflictos que hay que resolver en un marco legislativo y regulador que act¨²e con prontitud, transparencia y promoviendo los objetivos de r¨¢pido desarrollo del sector.
Recordemos que esta sociedad est¨¢ en formaci¨®n y para avanzar se precisan reglas claras que permitan que los prestadores de servicios y creadores de productos obtengan las rentabilidades apropiadas a sus inversiones en el marco de la mejora de la satisfacci¨®n de los usuarios. Espa?a ha demostrado una alta receptividad a la utilizaci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas y servicios siempre que se han dado las condiciones apropiadas (v¨¦ase el caso del gran desarrollo del medio de pago electr¨®nico en Espa?a).
Con los a?os hemos aprendido a valorar y considerar la opini¨®n de todos: empleados, clientes, accionistas, competidores y, por supuesto, la sociedad en general -todos los cuales son los que proveen la licencia para actuar y realizar negocios-. No se debe permitir patrimonializar el mercado, sino promover que hagan buen negocio aquellos que m¨¢s valor a?adan. El macrosector de la informaci¨®n requiere para su efectiva evoluci¨®n de una multitud de iniciativas, proyectos y empresas, cuyo desarrollo hay que promover. S¨®lo abriendo el mercado e impulsando la aparici¨®n de empresas ¨¢giles y din¨¢micas podremos aprovechar las oportunidades. La educaci¨®n, la competencia, los avances tecnol¨®gicos, la articulaci¨®n con los pa¨ªses avanzados y la regulaci¨®n ordenada son motores de este crecimiento econ¨®mico y a ellos se debe prestar la m¨¢xima atenci¨®n.
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