"Estamos muy cerca del acuerdo" de paz para Kosovo, asegura Robin Cook

El Grupo de Contacto considera que el acuerdo de paz para Kosovo est¨¢ al alcance de la mano. "Estamos muy cerca del acuerdo y espero y creo que lo conseguiremos el martes", asegur¨® ayer uno de sus principales mentores, el secretario del Foreign Office, Robin Cook. ?ste descart¨® la concesi¨®n de una nueva pr¨®rroga, y asegur¨® que los problemas surgidos el s¨¢bado para la firma del documento no s¨®lo proven¨ªan del r¨¦gimen de Slododan Milosevic, sino tambi¨¦n de la delegaci¨®n albanokosovar. Ayer, en Rambouillet, Madeleine Albright intentaba conseguir el s¨ª serbio al despliegue de una fuerza multinacional previsto para el caso que se alcance el acuerdo que augura Cook.

El ministro brit¨¢nico justific¨® que el s¨¢bado se decidiese establecer una pr¨®rroga hasta ma?ana en el hecho de que se hab¨ªa producido un interesante acercamiento entre las partes, pero no lo suficiente como para firmar de inmediato. E insisti¨® en la inconveniencia de una pr¨®rroga adicional, para evitar que Slobodan Milosevic intente de nuevo jugar al rat¨®n y al gato con la comunidad internacional. "No deber¨ªa imaginar que despu¨¦s del martes a las 15 horas habr¨¢ m¨¢s tiempo", afirm¨®, tras recordar que las conversaciones empezaron hace quince d¨ªas.Y record¨® que "el acuerdo es un paquete completo y debe responder a ¨¦l firm¨¢ndolo como tal", en referencia a que Belgrado tendr¨¢ que asumir la presencia de la fuerza de interposici¨®n militar internacional encabezada por la OTAN. Pero, con voluntad de equidistancia, reconoci¨® que los problemas para la firma tambi¨¦n provienen de la delegaci¨®n albanokosovar, que ha propuesto distintas enmiendas destinadas a asegurar que las decisiones del Parlamento provincial no ser¨¢n anuladas por el federal y que, al cabo de los tres a?os del periodo interino, una Conferencia internacional presidida por el Grupo de Contacto (Alemania, EEUU, Francia, Reino Unido, Italia y Rusia) decidir¨¢ sobre el futuro de Kosovo. Esta ¨²ltima enmienda viene a sustituir, moder¨¢ndola, la exigencia de un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n, de evidentes resultados teniendo en cuenta que el 90% de la provincia es de procedencia albanesa.

El secretario del Foreign Office record¨® que su pa¨ªs contribuye con 8.000 soldados al despliegue de la OTAN, y que lo hace as¨ª porque la Alianza "porporciona la confianza de un mando y una seguridad para nuestras tropas". Ven¨ªa as¨ª a recordar que si fracasa la v¨ªa diplom¨¢tica, no est¨¢ descartada la alternativa del uso de la fuerza para imponer el acuerdo. El aparente optimismo que mostraba Cook contrastaba con el ambiente reinante ayer en Rambouillet, donde las concesiones arrancadas bajo presi¨®n a las delegaciones serbia y albanokosovar en las agotadoras jornadas del viernes y s¨¢bado se revelaron inconsistentes y hasta ef¨ªmeras. Tambi¨¦n chocaba de frente con las declaraciones del jefe del Estado Mayor yugoslavo, general Dragoljub Ojdanic, quien dijo ayer que si "las potencias mundiales tratan de imponer condiciones inaceptables, Yugoslavia no tendr¨¢ otra opci¨®n que responder a la fuerza con la fuerza". La condici¨®n inaceptable, seg¨²n Ojdanic, es "renunciar a Kosovo, porque ser¨ªa como perder Serbia, la Rep¨²blica Federal de Yugoslavia y la libertad que tanto ha costado".

Mientras, en Rambouillet, el curso de la negociaci¨®n pareci¨® experimentar un cierto reflujo que impidi¨® cerrar tanto el acuerdo pol¨ªtico que otorga una amplia autonom¨ªa a Kosovo, como los principios m¨ªnimos que consagran el despliegue militar internacional.

En un intento para acelerar el desenlace de la conferencia, la secretaria de Estado norteamericana Madeleine Albright se entrevist¨® con el presidente serbio Milan Milutinovic, a quien quer¨ªa arrancar un compromiso que permita el despliegue multinacional en Kosovo. La tarea se presentaba incierta, toda vez que el presidente serbio, mano derecha del aut¨¦ntico hombre fuerte del r¨¦gimen, Slobodan Milosevic, opin¨® con anterioridad al encuentro que para llegar a un acuerdo "hace falta mucho, mucho tiempo".

Horas antes, Albright se hab¨ªa aplicado intensamente a la tarea de deshacer los fantasmas, dudas y temores que han vuelto a asaltar a la delegaci¨®n albanokosovar. El s¨¢bado por la noche los albanokosovares estamparon su firma en la propuesta pol¨ªtica, pero no sin antes incorporarle farragosos condicionandos que alteran mucho el sentido del texto original.