Miguel ?ngel, portero de ocasi¨®n

Dos minutos le han lanzado a la fama como no lo hab¨ªan hecho los dos a?os que lleva en el Bar?a B, al que lleg¨® procedente del Comer? Creu, un modesto equipo de Sabadell, su ciudad natal. Miguel ?ngel Lozano, de 20 a?os, protagoniz¨® el domingo en Las Gaunas un episodio ins¨®lito. El centrocampista acababa de sustituir a Rubio. Era el minuto 80 y el Bar?a B ganaba por 0-1. Dos minutos despu¨¦s el guardameta azulgrana Jos¨¦, que debutaba en Segunda A debido a la lesi¨®n que sufri¨® Felip d¨ªas antes, fue expulsado al ver una segunda tarjeta amarilla. Miguel ?ngel se fue directo a Jos¨¦, trat¨® de consolarlo, y al mismo tiempo le pidi¨® la camiseta mientras levantaba su brazo izquierdo y se golpeaba el pecho para indicarle a su entrenador, Josep Maria Gonzalvo, que una vez hechos ya los tres cambios, estaba firmemente decidido a ser ¨¦l quien se pusiera bajo los palos. Detuvo el lanzamiento de Mar¨ªn, evit¨® que el Logro?¨¦s empatara y salv¨® dos puntos especialmente importantes para un Bar?a B que se debate por evitar los puestos de descenso."Fue una premonici¨®n. No pod¨ªa ser que el buen trabajo que estaba haciendo todo el equipo se fuera al traste en un momento", contaba ayer Miguel ?ngel. Gonzalvo explic¨®: "Lo vi tan decidido que le dej¨¦ hacer. En ese momento lo importante era el convencimiento". El t¨¦cnico del Bar?a B es un estudioso de las caracter¨ªsticas de cada rival. Le explic¨® c¨®mo iba a lanzar el penalti Mar¨ªn, que iba a ser el designado porque Boronat hab¨ªa sustituido ya a Nayim. "Me dijo que iba a tirar fuerte, a media altura y por mi derecha", dice Miguel ?ngel, que tras la explosi¨®n de j¨²bilo una vez concluido el partido, corri¨® al vestuario para tratar de levantarle el ¨¢nimo a Jos¨¦ y tambi¨¦n en vano de buscar a Mar¨ªn para consolarle.

"No hab¨ªa ocupado nunca ese puesto. S¨®lo el a?o pasado, un d¨ªa despu¨¦s de haber logrado el ascenso en el campo del Real Madrid B, hicimos una pachanguita y jugu¨¦ de portero. No lo hice mal. Acabamos 0-0", explica radiante Miguel ?ngel con un bal¨®n en las manos enfundadas con los guantes con los que pos¨® tras el entrenamiento de ayer para un buen n¨²mero de c¨¢maras.

A su madre, Mar¨ªa Luisa, se le saltaron las l¨¢grimas. "Tienes que dar gracias a Dios por lo que has hecho", le dijo a Miguel ?ngel que, preguntado por la diferencia, no titube¨®: "Da mucha mayor alegr¨ªa parar un penalti que marcar un gol".