"El r¨¦gimen de Argelia ha optado por gobernar a trav¨¦s del terror"
Salima Ghezali est¨¢ persuadida de que, si fracasan las elecciones presidenciales del pr¨®ximo mes de abril en Argelia, el pa¨ªs magreb¨ª asistir¨¢ a una explosi¨®n social. "Si no regresa la esperanza, si la gente pierde su confianza en un camino hacia la democracia y la justicia, habr¨¢ un estallido terrible de descontento, porque la situaci¨®n de pobreza ha tocado fondo". Nacida en 1959, esta periodista y escritora se ha convertido en un referente de la conciencia cr¨ªtica de Argelia, y su tarea de incansable luchadora por los derechos humanos ha sido reconocida en todo el mundo con premios de prestigio y distinciones universitarias. Fue la ¨²nica mujer del ¨¢rea del Magreb que dirigi¨® una revista, La Nation, clausurada por el r¨¦gimen militar argelino hace un par de a?os.Esta intelectual, educada en ¨¢rabe y en franc¨¦s, muestra su confianza en las posibilidades de un di¨¢logo en Argelia y sostiene que "la mayor¨ªa de la sociedad argelina apuesta m¨¢s por las soluciones moderadas que por los planteamientos extremistas, bien sean del r¨¦gimen o de los islamistas". Pero, a rengl¨®n seguido, Salima Ghezali ofrece las razones que, a su juicio, explican que se prolongue desde 1992 una situaci¨®n de guerra civil, de terror generalizado y de atentados indiscriminados. "Un amplio sector del poder, tanto militar como civil, prefiere el caos a una estabilidad democr¨¢tica. De este modo, defienden mejor sus posiciones dominantes en las instituciones y aseguran el control de las riquezas econ¨®micas y de un sistema de corrupci¨®n que invade todos los rincones del pa¨ªs. En realidad, el caos que vive Argelia favorece los intereses econ¨®micos del r¨¦gimen del general Liamin Zerual porque el r¨¦gimen ha optado por gobernar la sociedad a trav¨¦s del terror".
Contra los extremismos
De figura menuda y una voz dulce que expresa ideas firmes y arraigadas, Salima Ghezali visita estos d¨ªas Madrid y Barcelona para presentar su novela Los amantes de Sherezade (editorial Mart¨ªnez Roca), una cr¨®nica que bascula entre el realismo crudo y el lirismo con el paisaje de fondo de Argelia. "No pod¨ªa ser de otra forma", aclara la autora, "porque hoy resulta imposible escribir honestamente sin hablar de lo que est¨¢ pasando". En lo que est¨¢ ocurriendo, Ghezali reparte las responsabilidades entre todo tipo de extremistas, los que promueven la represi¨®n desde la c¨²pula del poder, incluso con escuadrones de la muerte, y los islamistas que ejecutan matanzas de inocentes. A Occidente, no s¨®lo a sus Gobiernos, sino tambi¨¦n a sus sociedades, la periodista le pide que ejerza la m¨¢xima presi¨®n posible para que las elecciones de abril sean limpias y honestas, unos comicios a los que concurrir¨¢ una coalici¨®n moderada de cinco partidos que Salima Ghezali contempla con simpat¨ªa.
Comodidad occidental
La escritora magreb¨ª critica con contundencia lo que califica de "comodidad de los intelectuales europeos". "Percibo una especie de fatalidad, un discurso pobre y reduccionista, en esa expresi¨®n de la modernidad que representa Occidente. La gente est¨¢ saturada de informaci¨®n y llega un momento en que desconecta y se despreocupa de lo que pasa tanto dentro de sus fronteras como en otros pa¨ªses".
Al hilo de estas reflexiones, Salima Ghezali exclama: "Cuando hablan de musulmanes, los medios de comunicaci¨®n occidentales parece que est¨¢n hablando de marcianos. La cultura del islam tiene 15 siglos de historia donde ha habido aportaciones muy positivas y tambi¨¦n influencias negativas. Pero parece incre¨ªble que a estas alturas se descubra el islam. La religi¨®n y sus caricaturas juegan su papel, pero las rebeliones en muchos pa¨ªses isl¨¢micos responden asimismo a revueltas contra el despotismo del poder establecido, a indignaci¨®n ante las injusticias sociales y la pobreza. Nunca puede perderse de vista que Argelia, por ejemplo, es un pa¨ªs rico que dispone de recursos naturales como el gas y el petr¨®leo, pero cuya mayor¨ªa de la poblaci¨®n vive en condiciones de pobreza absoluta. Los movimientos islamistas s¨®lo representan la forma m¨¢s espectacular de rebeli¨®n contra el estado de cosas".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.