Oseznos en el Coliseo

Fr¨¢giles, grises, diminutos y sin pelo. As¨ª son los cinco oseznos que la pasada semana abrieron los ojos a la vida en una inc¨®moda jaula del circo espa?ol Coliseo, que actualmente ofrece su espect¨¢culo al p¨²blico en la poblaci¨®n de Pinto (25.131 habitantes).Son cinco cr¨ªas, de apenas 200 gramos, nacidas de dos enormes hembras (Jacqueline, de 12 a?os, y su hija Lady, de siete) de oso pardo cruzado. El padre de toda la camada es Yogo, de siete a?os, hijo de Jacqueline y hermano de Lady. "Es un t¨ªpico caso de incesto", dice entre risas Salvador Jorge Acosta, empleado del circo y una de las personas que mejor conoce a estos animales.

El incesto se explica porque, al estar en cautiverio, los osos terminan mezcl¨¢ndose entre s¨ª sin ning¨²n control. Con incesto o sin ¨¦l, las cinco cr¨ªas han colmado de alegr¨ªa la peculiar vida del circo.

Cada uno de los cincuenta integrantes del espect¨¢culo ha presenciado la maravillosa escena que desde hace varios d¨ªas ofrecen los osos: el instinto maternal en todo su esplendor. "Es muy bonito ver a estos osos tan grandes cuidando a sus cr¨ªas. Son muy tiernos, y cuando alguien se acerca demasiado se ponen celosos", cuenta un empleado.

Hasta ahora ha sido imposible conocer el sexo de los cachorros. S¨®lo dentro de dos o tres meses, cuando puedan valerse por s¨ª mismos y los cuidadores consigan acercarse, se despejar¨¢ la inc¨®gnita.

Yogo, el oso padre, ha tenido que ser separado de la familia. Ahora tiene que conformarse con observar desde lejos a las dos madres porque podr¨ªa lastimar a sus propios cachorros en un arrebato de celos.Todav¨ªa no se han escogido los nombres para los cinco nuevos miembros del circo Coliseo. Sin embargo, Jorge Rado, el presentador, asegura que ya los tiene pensados: "Alcorc¨®n I y II a los dos primeros, que nacieron el viernes en esa poblaci¨®n, y Pinto I, II, y III a los otros, porque nacieron aqu¨ª", dice y se r¨ªe.

La mayor preocupaci¨®n del circo es que ahora los oseznos crezcan sanos. "Cuando est¨¦n m¨¢s grandes los tendremos fuera de las jaulas con correas y podr¨¢n pasear sin salir del circo", asegura Jorge Rado, emocionado. Esta vez, afirma, todo indica que los cinco cachorros "saldr¨¢n adelante". No como ocurri¨® hace seis a?os, cuando una de las osas pari¨® y la cr¨ªa muri¨® varias semanas despu¨¦s.

Las madres osas gozan, mientras tanto, de una baja por maternidad que durar¨¢ unos dos o tres meses. Entonces estar¨¢n en condiciones de volver al escenario.