Los Quince admiten las razones de Schr?der, pero critican sus propuestas de ahorro
Los socios de la UE reconocen a Alemania el principio de que su contribuci¨®n al proyecto com¨²n es excesiva en relaci¨®n al de otros pa¨ªses, pero discrepan del m¨¦todo que defiende el canciller Gerhard Schr?der para solventar el denominado "problema alem¨¢n". El primer ministro franc¨¦s, Lionel Jospin, encabeza la oposici¨®n a que se generalice la f¨®rmula del "cheque brit¨¢nico" por "anticomunitaria". El presidente de la Comisi¨®n Europea, Jacques Santer, pese a las discrepancias, se?al¨® que se hab¨ªa producido "un gran progreso" en la b¨²squeda de equilibrio en las contribuciones a la UE.
El canciller alem¨¢n, que hasta ahora no ha logrado perfilar su liderazgo ni en la pol¨ªtica interior ni en la exterior, dispone ahora de cuatro semanas para lograr un c¨®ctel que sea del agrado -o, por lo menos, pueda ser aceptado- por los quince socios comunitarios. Los ingredientes de ese c¨®ctel ser¨¢n los diferentes elementos que est¨¢n sobre la mesa en la negociaci¨®n de la Agenda 2000 (perspectivas financieras para el periodo 2000-2006).Alemania, el primer contribuyente neto de la UE, vio reconocida ayer su petici¨®n de un reparto m¨¢s justo de las aportaciones presupuestarias en la organizaci¨®n en la cumbre informal celebrada en Petersberg. Los socios le reconocieron el principio de que Alemania paga demasiado en relaci¨®n a otros. Pero no bendijeron el instrumento concreto que propone para resolver el problema. A saber, un "mecanismo corrector" que act¨²e como "red de seguridad": a partir de determinada cuant¨ªa de su contribuci¨®n nacional, se producir¨ªa un "retorno".
Eso equivale a la generalizaci¨®n del cheque brit¨¢nico, algo que "es anticomunitario" como record¨® el primer ministro franc¨¦s Lionel Jospin. Incluso el espa?ol Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar propuso un m¨¦todo para resolver el "problema alem¨¢n". En consecuencia, el presidente de la Comisi¨®n, Jacques Santer, certific¨® que se hab¨ªa producido un "gran progreso" en el reconocimiento de la necesidad de un mayor equilibrio en las contribuciones nacionales al presupuesto comunitario. "Es un verdadero cambio" respecto a lo que suced¨ªa hace dos a?os, a?adi¨®.
Los Quince llegaron ayer a un consenso para que la cumbre que se celebrar¨¢ el 24 y el 25 de marzo en Berl¨ªn concluya con un acuerdo sobre la Agenda 2000. Antes, Schr?der tendr¨¢ que dirigir un aut¨¦ntico marat¨®n, en el que se incluyen nuevas reuniones de expertos para trabajar en los avances realizados hasta ahora y una ronda de visitas del canciller a todas las capitales europeas, concentradas entre el 15 y el 19 de marzo.
El canciller mencion¨® ayer varias razones por las cuales es importante sellar la Agenda 2000 en Berl¨ªn: mantener la solidaridad europea, adquirir la capacidad de ampliar Europa y evitar complicaciones al euro poco tiempo despu¨¦s de su nacimiento. Schr?der, sin embargo, se olvid¨® de mencionar las razones que son importantes para ¨¦l mismo y para el futuro del Gobierno rojiverde alem¨¢n, que se juega mucho en las elecciones al parlamento europeo del pr¨®ximo junio.
A la vista de los escasos ¨¦xitos cosechados hasta ahora, el Gobierno alem¨¢n no puede permitir que la oposici¨®n conservadora convierta las elecciones en un voto de censura a la pol¨ªtica europea de los rojiverdes.
El traslado del Gobierno a Berl¨ªn dentro de unos meses supone la potenciaci¨®n de una nueva Alemania, que est¨¢ situada en centroeuropa y que mira tanto al Este como al Oeste. Para Berl¨ªn, como ciudad, la aprobaci¨®n de la Agenda 2000 ser¨ªa un buen comienzo de trayecto como capital de la nueva Alemania en la nueva Europa.
Schr?der necesita consolidarse como l¨ªder, ya que en sus mismas filas reina un descontento notable por la dispersi¨®n de la que ha dado muestra. En medios pr¨®ximos al Gobierno se le reprocha al canciller su falta de preparaci¨®n sobre los temas europeos y tambi¨¦n la falta de suficientes colaboradores cercanos capaces de apoyarlo en la preparaci¨®n de los temas.
El canciller debe estudiar m¨¢s
"El canciller tendr¨¢ que estudiar", se?alan medios pr¨®ximos al Gobierno, seg¨²n los cuales no es suficiente con que Schr?der llegue al trabajo entre las 8 y las 9 de la ma?ana, como suele hacerlo.
La alianza franco-alemana, que se hab¨ªa resentido por la insistencia de Bonn en la cofinanciaci¨®n del gasto agr¨ªcola, sali¨® de nuevo a flote. Francia se niega en redondo a la cofinanciaci¨®n y por decidir est¨¢ todav¨ªa la f¨®rmula a seguir para rebajar los gastos agrarios. Schr?der consider¨® ayer que la llamada degresividad (reducci¨®n paulatina) de estos gastos, que propone Francia, es un instrumento muy interesante que debe ser configurado. En cuanto al monto de la contribuci¨®n alemana, el canciller sigui¨® sin dar cifras, e insisti¨® en que lo importante es cambiar tendencias. Las diferencias de opini¨®n siguen existiendo, se?al¨® el canciller, pero son "superables". En cuanto a las expresiones utilizadas en el pasado, cuando reproch¨® a Bruselas el haber "quemado" el dinero alem¨¢n, Schr?der se encogi¨® de hombros y se?al¨® que el suyo es un "lenguaje directo".
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