El voto del sur pone en peligro la victoria de Obasanjo en Nigeria
La potencia africana intenta acabar con 15 a?os de r¨¦gimen militar
El ¨ªndice de participaci¨®n en las elecciones presidenciales de Nigeria tras el cierre de los colegios electorales supera el 50%, seg¨²n los observadores. La afluencia a las urnas ha sido muy alta en el sur del pa¨ªs, en Lagos y en la capital federal, Abuja, pero floja en Kano, la principal ciudad del norte. Esto podr¨ªa poner en peligro la victoria del gran favorito para alcanzar la presidencia, el ex general Olusegun Obasanjo, frente a su rival Olu Falae, pues en el norte (predominantemente hausa) es donde residen sus principales apoyos.
La clave de estas elecciones, que terminan con 15 a?os de Gobiernos militares, estar¨¢ en el este del pa¨ªs (la antigua Biafra), donde los ibos deben decidir entre Olu Falae y Obasanjo, dos yorubas que no cuentan all¨ª con muchas simpat¨ªas.En Kano, el d¨ªa despunt¨® un tanto plomizo. El n¨²mero de personas en los principales colegios electorales de la ciudad fue escaso desde primera hora. Mujeres tocadas con hermosas telas, los atampas, curioseaban sin votar. En la escuela primaria de Fagael Model, donde estudi¨® el dictador Sani Abacha (muerto en junio), hab¨ªa poco movimiento. Alhajo Awualu-Yahaya, el director del centro, asegura que el motivo es el origen ¨¦tnico de los dos candidatos. "No nos sentimos representados por dos yorubas", dice bajo una foto de Muammar el Gaddafi. A su lado, el doctor Sate asiente: "Los hausas hemos decidido que esta vez sean dos personas del sur las que intenten gobernar el pa¨ªs, pero eso no ha gustado a la gente del norte".
El sistema electoral fue id¨¦ntico que hace una semana, cuando se celebraron elecciones legislativas: inscripci¨®n previa entre las ocho de la ma?ana a once y media y voto posterior de los registrados hasta las dos y media. No hay noticias de incidentes ni de graves irregularidades, excepto en la zona del delta. [El equipo de 60 observadores dirigidos por el ex presidente de EE UU, Jimmy Carter, expres¨® ayer su preocupaci¨®n por una posible manipulaci¨®n de los resultados, aunque el propio Carter dijo que a¨²n era pronto para sacar conclusiones, informa Reuters].
El actual presidente de Nigeria, y gran impulsor de este proceso democr¨¢tico, el general Abdulsalam Abubakar, no pudo depositar su voto al llegar tarde al proceso previo de inscripci¨®n. "Es una buena noticia", dice Aminu Farouk, "pues la ley es igual para todos".
En la ciudad de Kano, tras el cierre de los colegios electorales, la participaci¨®n era baja. En cinco de los puntos m¨¢s representativos, con m¨¢s de una treintena de mesas rastreadas, ¨¦sta no superaba el 20%, excepto en un caso, que ascend¨ªa al 36%. "Es decepcionante", coment¨® a EL PA?S un miembro del equipo de observaci¨®n del Alto Comisionado brit¨¢nico. En el Sabon de Sari (una especie de gueto en la parte nueva), donde se hacinan los ibos que residen en Kano, la participaci¨®n lleg¨® al 40% y el voto se inclinaba a favor de Olu Falae, el candidato de la Alianza para la Democracia y del Partido de Todos los Pueblos.
En el campo, la participaci¨®n fue m¨¢s alta que en Kano. En Ungogo, los campesinos se acercaron a las urnas pastoreando sus cabras. Abdullam Abubakar no est¨¢ interesado en el futuro. "Lo que necesito es un visado para Europa", dice. En Kamkadofi, al lado del imponente palacio del emir de Kano, el Partido Democr¨¢tico del Pueblo (PDP), de Obasanjo, era el m¨¢s votado, en una proporci¨®n de uno a tres. Lo mismo que en los dem¨¢s colegios de la ciudad.
Los primeros resultados significativos se conocer¨¢n hoy. Pero la clave reside en la alta participaci¨®n en el suroeste (yoruba), y sobre todo en la ciudad de Lagos, donde se formaron enormes colas. Este territorio de Nigeria vota en masa por Falae. A Obasanjo, yoruba de origen, se le considera un traidor a su etnia. Ni en las legislativas ni en las municipales de diciembre, el PDP logr¨® all¨ª buenos resultados.
En el sureste (la antigua Biafra), el voto favoreci¨® en los ¨²ltimos comicios locales y nacionales al ex general Obasanjo, pero nadie puede predecir por qui¨¦n votaron ayer los ibos, el tercer grupo ¨¦tnico en importancia. Falae ha basado toda su campa?a, y sobre todo en los ¨²ltimos d¨ªas, en un mensaje sencillo: "Se trata de un refer¨¦ndum en el que hay que optar entre un nuevo militar o un civil". A pesar de todo, los pron¨®sticos no han cambiado: Obasanjo, que cuenta con el apoyo de los militares y de los hausas, es el favorito. Una eventual victoria de Falae resultar¨ªa tan sorprendente como la del empresario yoruba Mosood Abiola en 1993, y que provoc¨® la inmediata suspensi¨®n del escrutinio oficial y el ascenso a la presidencia del general Abacha en un golpe de palacio. Abiola acab¨® en la c¨¢rcel y Abacha se transform¨® en un dictador.
Ahora, esa posibilidad parece descartada. Abubakar ha empe?ado todo su prestigio en defender el regreso a los cuarteles. Pero los temores son a medio plazo. Falae, quien fue ministro de Finanzas en un Gobierno militar (Babangida), ser¨ªa visto por los generales como una amenaza a su status quo; es decir, al sistema de enriquecimiento. Obasanjo es uno de ellos y podr¨ªa tener m¨¢s ventajas al conocer el terreno. Asalsam Dambuzu, uno de los que votaron en Kano, es claro: "Voto porque debo hacerlo, pero aqu¨ª lo que necesitamos de verdad es electricidad, agua, trabajo y que se acabe la escasez. La democracia no empieza hoy. Pasar¨¢n a?os hasta conseguirlo".
A las seis de la tarde se levant¨® el toque de queda que imped¨ªa circular a los veh¨ªculos no autorizados. La gente sali¨® de sus casas e invadi¨® las calles, sesteando la charla. Los ni?os recogieron las pelotas de trapo y las porter¨ªas formadas con unas piedras amontonadas en mitad del asfalto y regresaron al hogar. La vida en Kanu, como en el resto del pa¨ªs, retorna a la normalidad. Es decir, a la pura supervivencia.
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