El contagioso clima del C¨ªrculo
El portavoz del Gobierno, Josep Piqu¨¦, ha empezado su periplo ideol¨®gico en el PP catal¨¢n sin mucha compa?¨ªa. Al discurso de clausura de la XVIII Reuni¨®n del C¨ªrculo de Econom¨ªa, que Piqu¨¦ utiliz¨® como el primer gran ca?amazo catal¨¢n del viaje al centro, no asistieron los dirigentes del PP Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz y Josep Curto, y tampoco Aleix Vidal-Quadras, ¨¢ngel ca¨ªdo de la simp¨¢tica kerm¨¦s conservadora de otro tiempo. Aunque estuvo ausente el aparato del PP, la funci¨®n del estreno -el pasado s¨¢bado en un hotel de Sitges ante 500 empresarios- registr¨® un ¨¦xito bastante rotundo ante un auditorio que se le fue entregando a lo largo de la exposici¨®n. El portavoz s¨®lo tuvo la compa?¨ªa de algunos dirigentes que desempe?an cargos institucionales, como la delegada del Gobierno,Julia Garc¨ªa-Valdecasas, y el ex secretario de Estado y candidato a la alcald¨ªa de Barcelona, Santiago Fisas, encuadrados ambos en la fracci¨®n rancia del mismo espacio pol¨ªtico. Piqu¨¦ lanz¨® un discurso poli¨¦drico, con anhelos reformistas y pactistas, seg¨²n el estilo de la instituci¨®n convocante. En lo econ¨®mico: competitividad y ajuste presupuestario. En lo social, recorte del gasto, pero menos, y sorprendentemente, s¨ª a la semana de 35 horas de la francesa Martine Aubry, que tambi¨¦n particip¨® en la reuni¨®n. En lo cultural, s¨ª a la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica -demonio de la diletancia vidalquadrista- y vindicaci¨®n del castellano como lengua propia de la serena autonom¨ªa. En lo fiscal, cr¨ªtica al pacto fiscal de CiU, "sabiendo que plantear la financiaci¨®n auton¨®mica en t¨¦rminos de saldos fiscales enturbia el debate". Y en lo pol¨ªtico, la necesidad de que Catalu?a asuma Espa?a sin complejos y se involucre abiertamente en el futuro, "pensando en que los que hablan de catalanizar Espa?a ilustran un sentimiento general" Francesc Homs, el inveterado congresista de CiU que recientemente ha anunciado su retirada de la pol¨ªtica, lo resumi¨® as¨ª: Piqu¨¦ hace una oferta heterodoxa dentro del PP, pero si se da la vuelta, ver¨¢ que a su espalda no hay nadie, no tiene equipo. En pol¨ªtica, la eficacia de los gestos depende del escenario. Es de suponer que Miquel Roca aplic¨® este principio al felicitar a Piqu¨¦ a la vista de los asistentes a la conferencia del portavoz. Pero mientras que la Converg¨¨ncia moderada no se niega al consenso de Piqu¨¦, el sector pujolista del partido, representado en la reuni¨®n del C¨ªrculo de Econom¨ªa por el consejero Artur Mas, dej¨® constancia de que el nacionalismo afila sus lanzas m¨¢s que nunca. El consejero presenci¨® la conferencia del portavoz sentado en la primera fila del patio de butacas de la sala en la que se celebr¨® la reuni¨®n. Cuando Piqu¨¦ entraba en el resumen final de su discurso, una azafata entreg¨® un papel escrito a uno de los asistentes de la misma primera fila, Salvador Gabarr¨®, consejero delegado de Roca Radiadores y futuro presidente del C¨ªrculo de Econom¨ªa. El papel dec¨ªa: "Si vols polemitzar, et demano la paraula". Entendiendo que el mensaje iba dirigido a otra persona, Gabarr¨® alz¨® la vista y observ¨® que al fondo de la sala el jefe de gabinete del Departamento de Econom¨ªa, David Med¨ª, gesticulaba indic¨¢ndole que pasara el papel a su derecha. As¨ª, de mano en mano, la misiva fue le¨ªda por Jaume Tom¨¤s, consejero de Agrolimen y por su esposa, de la familia Carulla, quienes sucesivamente se iban quedando perplejos y de inmediato comprobaban el malentendido al advertir la desesperaci¨®n del jefe de gabinete. Al final, el papel lleg¨® a su destinatario, Artur Mas, que decidi¨® no participar en el turno de preguntas. Terminada la conferencia, el consejero de Econom¨ªa, el ¨²nico dirigente en activo del nacionalismo que asisti¨® a la clausura de la reuni¨®n del C¨ªrculo de Econom¨ªa, cumpli¨® su cometido neutralizador: salt¨® de su asiento y fue en busca de las c¨¢maras de TV-3, que le estaban aguardando. En la misma sala, y cuando todav¨ªa resonaban los ecos del aplauso recibido por el portavoz, Mas descerraj¨®: "Si se ten¨ªa alguna duda sobre si un ministro catal¨¢n ir¨ªa a favor de Catalu?a, ya ha quedado claro que significa un paso atr¨¢s". El consejero sali¨® al paso sobre todo de las referencias hechas por el conferenciante sobre el modelo de financiaci¨®n de Catalu?a y asegur¨® que "la postura del portavoz es mucho m¨¢s centralista y perjudicial para Catalu?a incluso que la que mantienen los dirigentes del PP y su portavoz en el Parlament, Josep Curto". En su vertiente m¨¢s econ¨®mica, la reuni¨®n cont¨® con la presencia de la ministra francesa de Trabajo, Martine Aubry. Con una ponencia sobre el empleo que fue de menos a m¨¢s, la ministra se meti¨® en el bolsillo a un auditorio compuesto en su mayor¨ªa por dirigentes empresariales contrarios a la reducci¨®n del tiempo de trabajo. Aubry desarroll¨® minuciosamente el espectacular plan de empleo juvenil que en Francia ha supuesto la creaci¨®n de m¨¢s de 50.000 puestos de trabajo. Desvel¨®, adem¨¢s, que despu¨¦s de seis meses de negociaciones con sindicatos y patronales para ajustar la aplicaci¨®n de las 35 horas semanales , lo m¨¢s importante es que en Francia se ha incrementado el empleo en un 8% y que las previsiones para el a?o 2003 consisten en crear 450.000 puestos adicionales. La ministra francesa fue introduciendo conceptos amparada en una singular mezcla de rigor y fragilidad aparente. Defendi¨® el sistema p¨²blico de pensiones, aun reconociendo que en la Uni¨®n Europea este sistema representa unos pasivos del 80% y a veces del 100% de los productos interiores de algunos pa¨ªses. Desbord¨® sentido del equilibrio: "No aceptamos destinar menos recursos a los jubilados, pero nosotros queremos negociar; es otro m¨¦todo distinto del de los recortes a la brava realizados por Balladur en su momento y de lo que intent¨® Jupp¨¦". Junto a Aubry, compartieron debate su hom¨®logo espa?ol Manuel Pimentel y el candidato socialista, Jos¨¦ Borrell. Este ¨²ltimo empez¨® con un mensaje en defensa del Estado de bienestar, pero se mostr¨® soberbio, deslizando dardos envenenados en direcci¨®n a su compa?ero de mesa del PP, al que llam¨® "joven ministro". Ah¨ª salt¨® Pimentel, dotado de un sarcasmo oblicuo y andaluz : "Querido don Jos¨¦", con el pulgar hacia Borrell, y "amigo Richard", enarcando la ceja para saludar al profesor de la London Business School, Richard Portes, que particip¨® en la misma mesa redonda. El pre¨¢mbulo de Pimentel, secundado por una sonora carcajada del p¨²blico, tuvo un efecto bals¨¢mico y el ministro cosech¨® una buena dosis de aplausos. A la salida del debate, Borrell se sincer¨® ante un grupo de amigos, que le criticaron su excesiva agresividad frente a sus contrincantes pol¨ªticos. "No puedo evitarlo", dijo el candidato.
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