El regalo para Uralita
Es dif¨ªcil entender la pol¨ªtica de defensa del empleo del Ayuntamiento de Sevilla, gestionado por el PP y PA, cuando se realizan recalificaciones como la del terreno de la f¨¢brica Uralita. Esta compa?¨ªa, que lleg¨® a tener 1.000 trabajadores en sus instalaciones sevillanas, abandona la planta obteniendo, por parte de la Gerencia Municipal de Urbanismo, la recalificaci¨®n de industrial a residencial de 204.499 metros cuadrados. La Gerencia ha planificado la construcci¨®n de 1.530 viviendas, lo que le supondr¨¢ a la empresa ingresos por miles de millones de pesetas. La historia del progresivo desmantelamiento de esta f¨¢brica viene de lejos. Ya en 1994, ante la posibilidad del cierre debido a la crisis empresarial, el pleno del Ayuntamiento, con Alejandro Rojas Marcos de alcalde, se comprometi¨® a no recalificar estos suelos "sin el expreso consentimiento de los cuatro grupos municipales (PP, PA, PSOE e IU)". En 1995, trabajadores y empresa acordaron un plan de viabilidad para evitar el descalabro. Dos a?os despu¨¦s,una directiva de la Uni¨®n Europea que prohib¨ªa la utilizaci¨®n del amianto por riesgos para la salud, fue la justificaci¨®n de la direcci¨®n para desechar el plan de viabilidad y anunciar que abandonaba Sevilla. En estos momentos, la f¨¢brica contaba con 90 empleados, 40 de los cuales pertenec¨ªan a la subsidiaria UraRiego. Un nuevo pleno municipal confirm¨® el pacto de no recalificar los terrenos "sin el acuerdo de todos los partidos y el comit¨¦ de empresa". Uralita, entonces, desarroll¨® el Plan Kandisky, fusionando todas las filiales en lo que es hoy Uralita Sistemas de Tuber¨ªa. Tan s¨®lo quedaban en Sevilla los operarios de la extinta UraRiego. La Gerencia garantiz¨® que no recalificar¨ªa el suelo si la empresa no manten¨ªa esta l¨ªnea de explotaci¨®n en Sevilla. Semanas despu¨¦s, Uralita anunciaba que la ¨²nica soluci¨®n era el traslado a Ciudad Real. Urbanismo, pese a las protestas de trabajadores y oposici¨®n, autoriz¨® la reclasificaci¨®n del suelo. Un d¨ªa antes de la ratificaci¨®n municipal, la empresa acord¨® con los trabajadores mantener la f¨¢brica en Sevilla, pero sin aclarar d¨®nde. A pesar del voto en contra de toda la oposici¨®n, el gobierno local (PP-PA) dio luz verde a la operaci¨®n con el argumento de que "una decisi¨®n pol¨ªtica puede ser modificada".
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