De la carpinter¨ªa al banquillo
"No, no y no", fueron las tres respuestas firmes del acusado a las preguntas del fiscal. No cogi¨® ninguna joya de la fallecida, no discuti¨® con ella y no la asesin¨® cuando se sinti¨® sorprendido. As¨ª se resume la declaraci¨®n de Alfonso Vazquez Palomar, nacido en Bilbao hace 31 a?os y carpintero de profesi¨®n. Desde ayer a las cuatro de la tarde y durante, al menos, tres semanas ser¨¢ juzgado por un jurado formado por seis mujeres y tres hombres que deber¨¢n decidir si es inocente o culpable del asesinato de una mujer de 74 a?os que apareci¨® muerta el 7 de diciembre de 1996 en su domicilio de la calle General Concha de Bilbao. La casa apareci¨® revuelta y como ¨²nica prueba la colilla de un cigarrillo Gold Coast. Durante el interrogatorio del fiscal el j¨®ven explic¨® que lleg¨® a la casa sobre las diez y media de la ma?ana, sali¨® al taller para "poner las bisagras a los armarios" y regres¨® a la casa, entrando en el portal con una llave que le hab¨ªa dado la anciana para no tener que bajar a abrirle. A la una y media se fu¨¦, sin la llave, "con intenci¨®n de volver por la tarde". As¨ª lo hizo, pero ya nadie le contest¨®. Llam¨® hasta cinco veces por tel¨¦fono sin resultado. El domingo volvi¨® de nuevo, y fue cuando un vecino le dijo que hab¨ªa ocurrido "algo muy grave" y que la Ertzaintza le pod¨ªa informar. El acusado, que estaba con su novia, reconoce que "se asust¨®" y comenz¨® a "maquinar" ante el temor de lo que pudiera haber ocurrido "estando sus huellas por toda la cocina". No obstante, acudi¨® a la polic¨ªa y cont¨® todo lo que sab¨ªa. Tranquilo y con las manos en los bolsillos del pantal¨®n, el j¨®ven explic¨® ayer que trabaja en un taller con su padre y su t¨ªo desde los 16 a?os.Gana 110.000 mensuales, se ha comprado un piso con su novia y no tiene problemas para pagar el cr¨¦dito de tres millones que ha pedido. Neg¨® con firmeza que cogiera las joyas de la v¨ªctima, a quien dibujo como una persona muy amable que vivia sola, "aunque su nieto sol¨ªa ir a veces a dormir". Antes de comenzar el interrogatorio, el fiscal, que pide casi 17 a?os de prisi¨®n para el acusado, explic¨® al jurado que se enfrentaba a un caso sin "testigos directos" y pidi¨® que se olvidaran "de las pel¨ªculas americanas en las que se utiliza el concepto de duda razonable" para valorar el conjunto final de las pruebas. La acusaci¨®n particular, que solicita 22 a?os de c¨¢rcel, destac¨® que la familia de la v¨ªctima "no busca una cabeza de turco" y pidi¨® al tribunal que "a pesar de lo duro e inquietante que es juzgar, abandonen el miedo a condenar y valoren las pruebas con sentido com¨²n". El abogado defensor record¨® que el acusado se encuentra en libertad porque nadie ha pedido su ingreso en prisi¨®n , "por algo ser¨¢" dijo el letrado, y pidi¨® "atenci¨®n" al jurado para escuchar a todos los testigos, "incluidos los familiares de la v¨ªctima que en su d¨ªa fueron implicados en los hechos". "La acusaci¨®n no es justa para un trabajador que fue a arreglar unos armarios y se ha encontrado con esto", concluy¨® la defensa.
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