"Es una infamia equiparar la Comisi¨®n a un nido de corrupci¨®n"

El comisario de Asuntos Institucionales, Marcelino Oreja, cuyo departamento no ha sido involucrado en casos de corruptelas ni de mala gesti¨®n, defiende con especial autoridad la responsabilidad colectiva de la Comisi¨®n y se indigna, ante EL PAIS, por algunas acusaciones a la instituci¨®n.Pregunta. ?Ha habido tanto fraude?

Respuesta. Aqu¨ª se firman al a?o 120.000 contratos, de los que s¨®lo en 20 se han detectado irregularidades. Los casos de presunto fraude al presupuesto com¨²n de los que son responsables los Gobiernos ascienden a 900; los que afectan a la Comisi¨®n son 27. No minimizo: aunque hubiera un s¨®lo caso deber¨ªa ser vigilado. Pero esto no es una cueva de Al¨ª Bab¨¢, sino una instituci¨®n integrada por comisarios y funcionarios responsables. Es una infamia equiparar la Comisi¨®n a un nido de corrupci¨®n.

P. ?Por qu¨¦, entonces, tanto ruido contra Bruselas?

R. Por la tentaci¨®n de dirigirse contra una instituci¨®n supranacional por excelencia. Caen en ella no s¨®lo los euroesc¨¦pticos sino tambi¨¦n quienes son inconscientes de las consecuencias que acarrea fragilizar a la Comisi¨®n, pues ¨¦sta es la clave de b¨®veda de la construcci¨®n europea, de ella emanan todas las iniciativas legislativas. P. ?Es responsable alguno de sus colegas?

R. Mi impresi¨®n, aunque no conozco a fondo los expedientes, es que puede haber habido faltas en la vigilancia, en funci¨®n de circunstancias que probablemente imposibilitaban actuar de otra manera. La Comisi¨®n asumi¨® mandatos de actuar, en casos urgentes, del Consejo y del Parlamento, sin disponer de personal suficiente. Tuvo que acudir a asistencias t¨¦cnicas externas, y fue ella misma quien luego descubri¨® en algunas de ¨¦stas ciertos fraudes y los llev¨® ante los tribunales.

P. Colegialidad, ?s¨ª o no?

R. Soy ac¨¦rrimo defensor del principio de colegialidad, por el que la Comisi¨®n en su conjunto se hace responsable de las decisiones que solidariamente adopta. Dijimos, al constituirse el Comit¨¦ de Sabios, que asumir¨ªamos sus conclusiones. En consecuencia, si ¨¦ste pone de relieve responsabilidades personales e individuales, el colegio de comisarios en su conjunto deber¨ªa asumir su responsabilidad.

P. ?Dimitiendo todos?

R. Habr¨¢ que verlo. No contemplo adoptar la medida unilateral del art¨ªculo 160 del Tratado, por la que en caso de falta grave, el colegio puede solicitar al Tribunal, por mayor¨ªa, el cese de un comisario. No basta la presunci¨®n de irregularidades administrativas o de falta de vigilancia para calificar de grave una falta.

P. ?No implica la colegialidad una patente de corso?

R. De ninguna manera. Forma parte de la entra?a de la instituci¨®n, impide la adopci¨®n de una postura insolidaria cuando no se han reunido las condiciones estrictas que establece el Tratado.

P. Pero los ministros de los Gobiernos son responsables.

R. La Comisi¨®n es distinta, por su forma de elecci¨®n. El presidente no puede cambiar carteras, ni elegir a los comisarios. Podr¨¢ cuando rija el Tratado de Amsterdam. Pero con 20 Estados miembros, necesitar¨¢ siempre cierta colegialidad para funcionar. Por eso no tiene sentido que la C¨¢mara pueda ahora cesar a un comisario. Otra cosa es que uno pueda, quiera, o incluso deba extraer conclusiones pol¨ªticas en ciertas circunstancias. Pero no se le puede forzar a la dimisi¨®n, salvo si su falta es grave y se aplica el art¨ªculo 160.