La guerrilla de Kosovo exhibe su fuerza
La plana mayor del ELK conmemora con solemnidad la matanza de Prekaz, convertida en hito de su lucha
ENVIADO ESPECIALUnos 5.000 kosovares, entre ellos varios cientos en uniforme de la guerrilla independentista albanesa, conmemoraron ayer, en presencia de la plana mayor de los comandantes del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo (ELK), el primer aniversario de la matanza de Prekaz. El 5 de marzo del a?o pasado, fuerzas armadas serbias mataron a 51 personas en la aldea de Prekaz, situada a unos 30 kil¨®metros al norte de la capital Pristina. Los enfrentamientos en Prekaz duraron tres d¨ªas. Entre los muertos aparecieron 12 ni?os, 13 mujeres y cinco ancianos. Nada menos que 38 muertos pertenec¨ªan al clan de los Jashari, una familia legendaria por su resistencia contra los serbios y su lucha por la independencia de Kosovo. La matanza de Prekaz provoc¨® un salto cualitativo en la lucha de los kosovares, que a partir de Prekaz se enrolaron en masa en el ELK.
Ni el viento huracanado, ni la lluvia de la v¨ªspera, que dej¨® los caminos convertidos en fangales, los detuvo. Unos 5.000 kosovares, a pie, a bordo de tractores, o en coches, que quedaban enterrados en el fango, peregrinaron ayer a Prekaz, al lado del lugar de la matanza, y participaron en un acto controlado por el ELK. La demostraci¨®n de fuerza tuvo lugar cuando falta una semana para que expire el nuevo plazo que la comunidad internacional ha dado a kosovares y serbios para que alcancen un acuerdo de paz.
El aire de romer¨ªa no escond¨ªa el motivo de la ceremonia, que quedaba bien claro a la vista del estrado instalado para los oradores. Bajo el escudo del ¨¢guila bic¨¦fala y la inscripci¨®n "?Viva el ELK! ? Viva para siempre nuestro legendario comandante Adem Jashari!", colgaban varios cuadros de estilo ingenuo con representaciones de Jashari, el jefe del clan, que cay¨® en la matanza. Jashari aparec¨ªa como un gigante barbudo. Un cuadro grande presentaba las cabezas de Adem Jashari y su hermano Hamez como parte de un ¨¢guila, en referencia al animal m¨ªtico y al escudo de los albaneses. El ¨¢guila con las cabezas de los Jashari ten¨ªa clavadas sus garras sobre un demonio con la cara del presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic.
Varias unidades del ELK, del tama?o de una secci¨®n, unos 50 hombres, se esforzaban por marcar el paso a los gritos de "?Izquierdo, izquierdo!" de sus jefes. La falta de marcialidad y defectos de uniforme eran palpables. No obstante, Petrit, un joven de 22 a?os de Pristina, que ve¨ªa por primera vez a combatientes del ELK, comentaba emocionado: "Hoy me siento, por primera vez en mi vida, libre en mi patria".
Al lado del estrado form¨®, por primera vez en una aparici¨®n p¨²blica, la plana mayor de los numerosos comandantes del ELK con el reci¨¦n nombrado jefe supremo Suleiman Selimi, con nombre de guerra Sult¨¢n. A su lado Jakup Krasniqi, participante en las negociaciones de Rambouillet, de quien se habl¨® como jefe del Gobierno provisional de Kosovo, hasta que ¨¦l mismo declar¨® que el designado ser¨ªa Hashim Thaci. Sult¨¢n tiene 29 a?os, es rubio, mide algo m¨¢s de 1,80 y tiene un cierto aire de ni?o grandull¨®n. Su designaci¨®n como comandante en jefe del ELK responde a sus condiciones como combatiente en la regi¨®n de Drenica, basti¨®n de la guerrilla separatista.
En el acto de ayer tomaron la palabra tres comandantes de la guerrilla kosovar, que leyeron, a veces a trompicones, sus textos, que la megafon¨ªa lanzaba sobre los 5.000 reunidos en la cumbre de la colina. El discurso m¨¢s breve fue el del nuevo jefe supremo. Suleiman Selimi dijo: "De ning¨²n modo abandonaremos nuestro gran objetivo, que es la independencia de Kosovo. Con nuestra guerra hemos logrado el apoyo internacional. En el futuro estamos dispuestos a trabajar con todos aquellos que comprendan nuestra guerra. Para nuestro Ej¨¦rcito resulta inaceptable un acuerdo a medias y todo lo que vaya contra nuestro objetivo: la paz, la libertad y la independencia de Kosovo".
Shaban Shala, exmilitante de los derechos humanos en Kosovo y hoy comandante encargado de la moral de la tropa en la regi¨®n de Drenica, dijo a los presentes: "Serbia es el monstruo m¨¢s grande y salvaje del mundo actual. Serbia consigui¨® durante semanas, meses y a?os derramar sangre sin cesar. Empez¨® una guerra y al principio hab¨ªa una organizaci¨®n para la liberaci¨®n. Con Adem Jashari se convirti¨® en un ej¨¦rcito de liberaci¨®n".
Besarta, hija de Hamez Jashari, de unos 15 a?os, superviviente de la matanza, ley¨® un poema. La joven salv¨® su vida gracias a que se escondi¨® bajo la mesa donde su madre amasaba el pan. Los muros de la casa se vinieron abajo y los familiares se tiraron al suelo. Besarta pudo ver c¨®mo sus tres hermanas y cuatro hermanos cayeron cubiertos de sangre. No necesit¨® mucho para constatar su muerte. Despu¨¦s encontr¨® a su madre, a la que reconoci¨® por su cabello negro. Su padre, Hamez, ten¨ªa un gran agujero en el vientre. Tras tres d¨ªas de combates, los polic¨ªas pudieron entrar en las casas de la familia Jashari: "O¨ª c¨®mo entraban en nuestra habitaci¨®n y me hice la muerta, pero uno de los soldados puso la mano en mi pecho y se dio cuenta de que todav¨ªa viv¨ªa".
Los serbios llevaron a Besarta a la cercana f¨¢brica de munici¨®n, donde la interrogaron durante tres horas, "me preguntaron por mi padre y mi t¨ªo Adem, pero no les dije nada". La arrojaron en la carretera que conduce a Mitrovica, una ciudad al norte de Pristina. Desde ese d¨ªa, Besarta se encuentra bajo cuidados especiales en un lugar seguro. Los ¨²ltimos recuerdos de su familia son el de su t¨ªo Adem, que cantaba en medio del fuego de granadas y balas que ca¨ªan sobre su casa.
Un joven declam¨® un texto que hizo saltar las l¨¢grimas de muchos de los all¨ª reunidos al hablar de la sangre derramada y preguntaba: "T¨², Europa, con tus 12 estrellas sobre la bandera azul, ?por qu¨¦ no haces nada en contra de que cada casa en Kosovo tenga 12 tumbas? Os traigo esta tierra, por la que ha sido derramada sangre. Es la tierra de Adem y Hamez. Esta tierra est¨¢ mojada con su sangre. Es la tierra de Kosovo. Esta tierra no se puede ni vender, ni comprar. ?Venid y oled esta tierra! Huele a sangre. "?Besad esta tierra!". S¨®lo si nos mantenemos unidos, podremos defenderla".
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