Identif¨ªquese o salga de la red
La empresa Intel y los grupos de derechos civiles de EE UU que defienden la intimidad de los ciudadanos frente a la industria inform¨¢tica andan a la gresca por los planes de la compa?¨ªa de lanzar una nueva generaci¨®n de microprocesadores que incluyen un n¨²mero de serie con el que se podr¨ªa identificar un ordenador y, por extensi¨®n, al usuario. Las dos partes reconocen que el conflicto es la escaramuza inicial de una gran batalla. Desde los ordenadores hasta los tel¨¦fonos m¨®viles, pasando por los videojuegos digitales, cada vez m¨¢s aparatos y programas tienen incorporados n¨²meros de identificaci¨®n que permiten su interacci¨®n con las redes globales de comunicaci¨®n.El debate estriba en si estas huellas digitales constituyen una amenaza contra la intimidad o si, simplemente, son parte de la creaci¨®n de sistemas inform¨¢ticos y redes avanzadas. En el centro de la discusi¨®n est¨¢ el desacuerdo existente entre la industria inform¨¢tica y los grupos de derechos civiles sobre el papel que debe desempe?ar el anonimato electr¨®nico en una sociedad democr¨¢tica intercomunicada.
Los grupos de usuarios en defensa de la intimidad temen al fantasma de una nueva sociedad de la vigilancia en la que ser¨¢ dif¨ªcil encontrar un aparato con el que no se pueda localizar al usuario cuando lo est¨¦ utilizando. Sin embargo, una alianza compuesta por ejecutivos de la industria inform¨¢tica, ingenieros, agentes de la ley y acad¨¦micos sostiene que el anonimato total no s¨®lo es cada vez m¨¢s dif¨ªcil de conseguir t¨¦cnicamente, sino que, adem¨¢s, constituye una amenaza potencial para la democracia ya que puede favorecer el terrorismo y la delincuencia electr¨®nica.
"No hay intimidad"
"Ya no hay ninguna intimidad. Olv¨ªdense de ella", coment¨® Scott McNealy, presidente y director ejecutivo de Sun Mycrosystems, durante una rueda de prensa celebrada para presentar el ¨²ltimo programa de la compa?¨ªa, conocido como Jini, que pretende interconectar virtualmente todo tipo de aparatos electr¨®nicos, desde ordenadores a c¨¢maras. Los defensores de la intimidad denuncian que un programa como Jini, que asigna un n¨²mero de identificaci¨®n a cada aparato cada vez que ¨¦ste se conecta a una red, podr¨ªa utilizarse de manera indebida.La pasada semana, un programador de Massachusetts, Richard M. Smith, descubri¨® que un supuesto error de programaci¨®n permite identificar al autor de cualquier documento escrito con los populares programas Word y Excel de Microsoft en los sistemas operativos Windows 95 y Windows 98. Estos programas est¨¢n instalados en millones de ordenadores personales. Smith descubri¨® que el n¨²mero que identifica a su ordenador en la red Ethernet, utilizada en la mayor¨ªa de los sistemas inform¨¢ticos para oficinas, era copiado autom¨¢ticamente a cada documento de Microsoft Word o Excel que creaba.
Smith asegura que el n¨²mero de Ethernet es un identificador c¨®modo y al que se puede acceder f¨¢cilmente. Pero los identificadores universales preocupan especialmente a los que abogan por la intimidad del usuario, debido a la posibilidad de que se puedan utilizar para recopilar informaci¨®n sobre una persona. Jeff Ressler, director de productos de Microsoft, se?al¨®: "Necesitamos un gran n¨²mero que sea un identificador ¨²nico. Si no lo tuvi¨¦ramos, ser¨ªa imposible hacer que nuestros programas trabajen juntos en las redes". De hecho, una creciente gama de tecnolog¨ªas posee m¨¦todos de reconocimiento de usuarios, tanto por razones t¨¦cnicas (c¨®mo conectarse a una red), como comerciales (c¨®mo determinar qu¨¦ anuncios publicitarios mostrar a los navegantes).
Los ingenieros y los dise?adores de las redes alegan que la informaci¨®n sobre la identidad es un aspecto vital del dise?o de seguridad moderno, ya que es necesario para confirmar la identidad de un individuo en la red y evitar as¨ª el fraude o la intrusi¨®n.
Seguridad
El mes pasado, en la presentaci¨®n del poderoso chip Pentium III de Intel, los ejecutivos de la compa?¨ªa mostraron m¨¢s de una docena de m¨¦todos para proteger los datos contenidos en documentos localizables a trav¨¦s del pol¨¦mico n¨²mero de serie de los microprocesadores. Intel, el mayor fabricante de microprocesadores, ha cedido tras ser amenazado por los defensores de la intimidad por el tema de la identificaci¨®n y est¨¢ de acuerdo en que por lo menos algunos de los procesadores lanzados al mercado se fabricar¨¢n de manera que requieran la activaci¨®n del n¨²mero por parte del usuario.Sin embargo, lejos de cambiar su visi¨®n, Intel coment¨® que planeaba introducir n¨²meros incluso m¨¢s largos en los chips para ayudar a las compa?¨ªas a proteger su material registrado de cualquier fraude. Tambi¨¦n habl¨® de aplicaciones que utilizar¨ªan el n¨²mero establecido para identificar a los participantes de los foros de discusi¨®n de Internet. Para lograrlo, crear¨¢ tambi¨¦n un identificador universal que podr¨¢ servir para que los programas puedan seguir el rastro del usuario por dondequiera que navegue. Los grupos de derechos civiles consideran esta pol¨ªtica propia del Gran Hermano descrito por George Orwell en su apocal¨ªptica novela 1984.
Los asociaciones defensoras de la intimidad de los usuarios opinan que, por el simple hecho de identificar a cada ordenador, los vendedores, el gobierno o las agencias legales podr¨¢n investigar m¨¢s f¨¢cilmente las actividades de cualquiera que est¨¦ conectado a una red de ordenadores.
La decisi¨®n de Intel de seguir adelante con los c¨®digos identificadores en sus microprocesadores puede se?alar un momento decisivo en la batalla por la intimidad en la era electr¨®nica.
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