Acuerdo para fichar y dar cobijo a los "ni?os de la calle" indocumentados

Un a?o despu¨¦s de que saliera a la luz la existencia de menores inmigrantes indocumentados, la mayor¨ªa magreb¨ªes, malviviendo en las calles de Barcelona y su ¨¢rea metropolitana, varias instituciones firmaron ayer un acuerdo de cooperaci¨®n para atajar el problema. La consejera de Justicia, N¨²ria de Gispert, reconoci¨® que se est¨¢ lejos de poder solucionar el problema, pero se?al¨® que el plan es un paso adelante para afrontar un fen¨®meno nuevo que "ir¨¢ a m¨¢s". En poco m¨¢s de un a?o se han contabilizado 452 menores inmigrantes.

El acuerdo ha sido suscrito por los departamentos de Justicia y Gobernaci¨®n de la Generalitat, la Delegaci¨®n del Gobierno en Catalu?a, los ayuntamientos de Barcelona y Santa Coloma de Gramenet y la fiscal¨ªa del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a. A trav¨¦s de este convenio, la fiscal¨ªa autoriza a los Mossos d"Esquadra a fichar a estos menores inmigrantes con su fotograf¨ªa y sus huellas dactilares, una medida excepcional para tenerles controlados, ya que suelen ocultar su identidad y su edad cambiando con frecuencia de nombre y de aspecto f¨ªsico para confundir a la polic¨ªa. La consejera De Gispert destac¨® que la ficha de estos menores ser¨¢ destruida cuando ya no sea necesaria y garantiz¨® que estos datos confidenciales no se utilizar¨¢n para fines ajenos a la "protecci¨®n" del menor. Los Mossos d"Esquadra podr¨¢n determinar la edad del menor mediante pruebas ¨®seas. Pero junto a las medidas para garantizar un control de estos ni?os y adolescentes desamparados, el acuerdo institucional establece mecanismos para la socializaci¨®n de este colectivo en Catalu?a o para una repatriaci¨®n "nunca forzosa". En esta tarea jugar¨¢n un papel decisivo los educadores de calle o mediadores culturales que se contratar¨¢n: siete en Barcelona y otros siete en Santa Coloma de Gramenet. Asesorados por la asociaci¨®n Bayti, una ONG que trabaja desde hace a?os con ni?os de la calle en la ciudad marroqu¨ª de Casablanca, estos educadores intentar¨¢n acercarse a los menores para persuadirles de que les ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil labrarse un futuro en Catalu?a si aceptan las medidas de acogida que propone la Generalitat. En los casos en que sea oportuno, los educadores, algunos de los cuales son de origen magreb¨ª, preparar¨¢n al menor para el regreso a su pa¨ªs y el reencuentro con su familia. Con un presupuesto de 150 millones de pesetas, el convenio prev¨¦ la creaci¨®n de 20 plazas en centros de d¨ªa de Barcelona y Santa Coloma de Gramenet en los que los menores que lo deseen podr¨¢n acudir para asearse, comer, descansar o pedir consejo a los educadores. De Gispert tambi¨¦n anunci¨® la apertura, en un plazo de 10 d¨ªas, del centro Roure-2, con una docena de plazas destinadas exclusivamente a menores inmigrantes. Durante la presentaci¨®n del acuerdo, la consejera rechaz¨® las cr¨ªticas del s¨ªndic de greuges, Anton Ca?ellas, quien en su informe anual correspondiente a 1998 reprocha a la Generalitat su inhibici¨®n inicial en la problem¨¢tica de los ni?os de la calle. Contradiciendo al s¨ªndic, De Gispert afirm¨® que s¨ª hay "un cierto vac¨ªo legal" y anunci¨® que se est¨¢ trabajando en la modificaci¨®n de la Ley de Atenci¨®n y Protecci¨®n a la Infancia y la Adolescencia para introducir un cap¨ªtulo dedicado a este colectivo y para permitir la existencia de centros menos abiertos que dispongan de mayores medidas de seguridad.