Piqu¨¦ renuncia a la querella contra Borrell y estudia presentar una demanda civil por su derecho al honor

El ministro de Industria y portavoz del Gobierno, Josep Piqu¨¦, ha cambiado de idea en su pretensi¨®n inicial de presentar una querella en los tribunales por la v¨ªa penal contra el candidato socialista a la presidencia del Ejecutivo, Jos¨¦ Borrell, por acusarle de evasi¨®n de impuestos o de estafa. Piqu¨¦ plantear¨¢, en todo caso, una demanda en la v¨ªa civil por intromisi¨®n ileg¨ªtima en el derecho al honor, pero tampoco tiene nada clara esta decisi¨®n. El secretario general del PP, Javier Arenas, y Piqu¨¦ conversaron ayer durante dos horas sobre la mejor estrategia a seguir para defender al portavoz del Gobierno.

Piqu¨¦ y la direcci¨®n del PP pidieron el lunes a Borrell que rectificara sus declaraciones. Pero el candidato socialista, lejos de hacerlo se ratific¨® en sus palabras, pronunciadas durante el mitin que se celebr¨® el s¨¢bado en Legan¨¦s (Madrid), donde acus¨® a Piqu¨¦ por haber mantenido su actividad en la empresa familiar Loreto Consulting mientras presid¨ªa Ercros entre 1992 y 1996.El candidato socialista dijo en el mitin que "algunos podr¨ªan pensar" que si Piqu¨¦ hab¨ªa contratado desde la presidencia de Ercros informes a su empresa familiar Loreto Consulting (creada en 1989), fue para beneficiarse a la hora de cobrar esos trabajos de una menor carga fiscal: o defraudaba a la empresa o al fisco. Precisamente, la ambig¨¹edad de la acusaci¨®n de Borrell al portavoz es la que ha empujado a ¨¦ste, una vez conocida en detalle la declaraci¨®n del candidato socialista, a desestimar la querella criminal y plantearse, si es el caso, una demanda por la v¨ªa civil.

En la estrategia del Gobierno contaba la posibilidad de la querella para tratar de dar la vuelta a la situaci¨®n de Piqu¨¦, sometido a la erosi¨®n pol¨ªtica por continuas denuncias sobre su pol¨ªtica de subvenciones y de gesti¨®n en el Ministerio de Industria. El Ejecutivo pretend¨ªa, con la querella, que el denunciante, en este caso Borrell, terminara por ser el denunciado. Pero ahora tiene serias dudas de que esa estrategia sea la correcta.

Piqu¨¦ y su entorno creen que "no hay base legal suficiente" para querellarse en los tribunales por la ambig¨¹edad de las declaraciones de Borrell. Ahora estudian si existen fundamentos y es conveniente una demanda civil por intromisi¨®n ileg¨ªtima en el derecho al honor, que tiene una tramitaci¨®n mucho m¨¢s lenta y cuyo resultado, si hubiera condena, suele ser una indemnizaci¨®n econ¨®mica y, en su caso, una rectificaci¨®n. Otra posibilidad que se barajaba ayer en el entorno del ministro portavoz consiste en una indefinida "rectificaci¨®n p¨²blica ante el juez".

Tanto el Gabinete de Aznar como el PP hicieron ayer una defensa cerrada del ministro portavoz y reiteraron su tesis de que es v¨ªctima de una "cacer¨ªa". En el partido no se quer¨ªa conceder ayer mucha trascendencia a la cita que mantuvieron en la sede de G¨¦nova, 13, durante dos horas, Arenas y Piqu¨¦. La explicaron como un habitual encuentro "entre dos amigos que se ven habitualmente e intercambian opiniones sobre sus distintos problemas". El PP, en ese contexto, no se plantea ni asesorar jur¨ªdicamente a Piqu¨¦ ni arroparle m¨¢s de lo que ya han hecho hasta ahora.

Opci¨®n personal

Fuentes del partido desligaron la opci¨®n personal que finalmente tome Piqu¨¦ de las actuaciones que seguir¨¢ el partido para contrarrestar, con demandas en los tribunales y con contrainformes en el ¨¢mbito pol¨ªtico, lo que entienden como una campa?a en clave electoral de los socialistas, que Luis de Grandes, portavoz parlamentario del PP, defini¨® ayer como la de "un caballo en una cacharrer¨ªa, con mucha desverg¨¹enza, desfachatez, y acusaciones calumniosas e injuriosas". A?adi¨® que ni el PP ni el Gobierno "van a perder la cabeza" por esta avalancha de denuncias, que volvi¨® a calificar como "infundadas".De Grandes, tras arremeter contra la campa?a de acoso del PSOE, aventur¨® que existe "un abismo" entre su disposici¨®n a atajar con firmeza cualquier corrupci¨®n de un responsable de su partido y el objetivo de los socialistas de confeccionar un mapa de irregularidades a partir de "la acumulaci¨®n de peque?as cosas". Fue ah¨ª cuando justific¨® la posibilidad de que determinados cargos del PP acusados de corrupciones, incluido Piqu¨¦, no tengan "m¨¢s remedio" que acudir a defenderse a los tribunales cuando los dem¨¢s intentos de explicarse fracasan.

Sin embargo, en algunos sectores del propio PP se contempla con preocupaci¨®n la situaci¨®n del ministro portavoz. As¨ª, la presidenta del partido en Andaluc¨ªa, Te¨®fila Mart¨ªnez, manifest¨® que los pol¨ªticos no deben "poner la mano en el fuego por nadie", porque "cada uno es responsable de lo que hace". "En caso de que alguien comenta una irregularidad, el partido tomar¨¢ decisiones inmediatas y har¨¢ averiguaciones", advirti¨®.