La polic¨ªa de Olot acusa a la Guardia Civil de convertirla en sospechosa

Los 40 polic¨ªas locales de Olot, que perciben en las calles del municipio un poco de solidaridad y un mucho de desconfianza, critican abiertamente la actuaci¨®n de la Guardia Civil, a la que reclaman la r¨¢pida concreci¨®n de las acusaciones que los investigadores del secuestro de la farmac¨¦utica Maria ?ngels Feliu han lanzado sobre ellos. Las pesquisas se realizan bajo secreto de sumario y pretenden reunir pruebas s¨®lidas de la implicaci¨®n de tres polic¨ªas locales en el rapto m¨¢s largo de la historia reciente de la delincuencia com¨²n, dos de los cuales contin¨²an en activo en Olot.Seg¨²n la documentaci¨®n con la que trabaja la Guardia Civil, los tres polic¨ªas no se encontraban de servicio en el momento en que se cometi¨® el secuestro, el 20 de noviembre de 1992. Uno de ellos muri¨® hace dos a?os por una ingesti¨®n de barbit¨²ricos despu¨¦s de tener problemas con la justicia, cuando ya hab¨ªa abandonado el cuerpo. El jefe de la polic¨ªa de Olot reconoci¨® ayer que entonces se habl¨® de suicidio.

Por otro lado, informaba ayer el diario El Punt, el punto de partida de la Guardia Civil fue una informaci¨®n seg¨²n la cual un agente que trabajaba en la comisar¨ªa de Olot se dedic¨® a reclutar entre los municipales a los miembros de la banda que planeaba el secuestro de la farmac¨¦utica. Esta revelaci¨®n se refer¨ªa a un agente que ya hab¨ªa sido investigado en 1992, a partir de la declaraci¨®n de una vecina que asegur¨® haberle visto d¨ªas antes del secuestro en una actitud sospechosa delante de la farmacia. Esta coincidencia llam¨® la atenci¨®n de los investigadores.