Un caso complejo

Los vaivenes urban¨ªsticos de Valdemar¨ªn (Aravaca), uno de los barrios privilegiados de Madrid debido a su entorno natural, han sido m¨²ltiples. La zona, anexa a la tapia que rodea el protegido monte de El Pardo, ha sido objeto del deseo de los grandes promotores inmobiliarios y tambi¨¦n de un complejo caso urban¨ªstico, cuyos resortes a¨²n permanecen en la oscuridad. ?stas son sus prinicipales claves.

M¨¢xima protecci¨®n.

El PSOE, en el Plan General de 1985, calific¨® Valdemar¨ªn como de "zona de baja densidad". Es decir, en este barrio s¨®lo se pod¨ªan construir 260 viviendas, cada una de ellas rodeada por parcelas de 2.500 metros cuadrados.

Llega la recalificaci¨®n.

En 1994, siendo concejal de Urbanismo Jos¨¦ Ignacio Echeverr¨ªa, y gerente, Pedro Areitio, el equipo de gobierno municipal, del PP, dio el visto bueno para que en Valdemar¨ªn se pudiesen construir 1.296 viviendas repartidas en bloques de cuatro plantas. La raz¨®n que el Ayuntamiento esgrime para esta recalificaci¨®n es el pago de las deudas contra¨ªdas con algunos propietarios a los que se expropi¨® terrenos para construir la M-40. En vez de pagar con dinero, el municipio decidi¨®, como en otras zonas de Madrid, abonar en especie, con la recalificaci¨®n de terrenos. Pero los due?os no pose¨ªan otras tierras que las afectadas por el trazado de la M-40. As¨ª que el Ayuntamiento pens¨® una soluci¨®n novedosa: los propietarios del suelo expropiado se asociaron con los due?os de terrenos colindantes y el Ayuntamiento recalific¨® de golpe todo ese suelo: 700.000 metros cuadrados.

Los vecinos reaccionan.

Los vecinos que ya resid¨ªan en esta zona vieron con muy malos ojos el permiso para construir bloques de pisos en su hasta entonces tranquilo y despoblado barrio. Protestaron ante el Ayuntamiento, que les ignor¨®, y acudieron en 1996 a los tribunales. Denunciaron que nueve propietarios gozaron de informaci¨®n privilegiada y que compraron suelo en estos 700.000 metros cuadrados meses antes de que aumentara la edificabilidad. Los vecinos llevaron al juez a estos nueve propietarios, entre los que figuran algunos ingenieros, y Jos¨¦ Manuel Bartolom¨¦, marido de la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, del Partido Popular.

El juez llama a los expertos.

El juez, para desentra?ar los complicados procesos urban¨ªsticos que hab¨ªan desembocado en la recalificaci¨®n, solicit¨® ayuda a dos expertos. ?stos, en un primer informe, hecho p¨²blico en septiembre, aseguraron que la recalificaci¨®n de 1994 era excesiva. Pero todav¨ªa quedaban lagunas t¨¦cnicas por aclarar. El magistrado pidi¨® un segundo informe a los mismos expertos. El escrito ya ha llegado a sus manos.