Muere el pintor Oswaldo Guayasam¨ªn, cronista del desgarro de Am¨¦rica Latina
El artista ecuatoriano, de 79 a?os, deja un legado de compromiso con los derechos
Ecuador vivi¨® ayer uno de sus d¨ªas m¨¢s negros. A la conmoci¨®n por la incertidumbre que ha ocasionado la grave crisis econ¨®mica que atraviesa el pa¨ªs se suma el dolor por la desaparici¨®n de la m¨¢xima figura de la pl¨¢stica ecuatoriana, Oswaldo Guayasam¨ªn, el Maestro. A pesar de su grandeza como artista, Guayasam¨ªn nunca olvid¨® su origen humilde. Indio de raza, indio de coraz¨®n, plasm¨® en su pintura el sufrimiento y la opresi¨®n de su pueblo. Ayer muri¨® de un ataque al coraz¨®n en Baltimore (Estados Unidos), donde se somet¨ªa a un examen de la vista.
Un arte pol¨¦mico
humanos
A lo largo de su fruct¨ªfera y prolongada carrera, sus obras se han expuesto en galer¨ªas y museos de todo el mundo. Durante su carrera obtuvo infinidad de reconocimientos internacionales; entre ellos, el Gran Premio de la III Bienal Hispanoamericana de Barcelona, en 1956. Un a?o m¨¢s tarde fue galardonado con el Premio de la Bienal de S?o Paulo.Pero, junto a los reconocimientos, siempre hubo tambi¨¦n pol¨¦mica. En Quito, por ejemplo, su mural en el que hac¨ªa alusi¨®n a las actividades de la CIA, en una de las paredes del Congreso Nacional, encendi¨® un vivo debate pol¨ªtico y social.
Su estilo es una s¨ªntesis de la tradici¨®n europea, de elementos del arte ind¨ªgena americano y una continuaci¨®n del muralismo mexicano. Trata las figuras con gran esquematismo y las dispone en composiciones geom¨¦tricas que refuerzan su dramatismo.
Guayasam¨ªn era un hombre en el que las ideas bull¨ªan sin cesar. En 1953 realiza Huacay?an, el camino del llanto, uno de sus principales proyectos art¨ªsticos, compuesto por un centenar de cuadros de gran expresividad. Pero no s¨®lo el n¨²mero de im¨¢genes se multiplicaba: las dimensiones tambi¨¦n deb¨ªan ir a la par, como para reforzar el poder de la denuncia.
En los a?os sesenta concibi¨® La edad de la ira, m¨¢s de cien cuadros, de enormes dimensiones, que reflejan el tormento humano: el dolor de la guerra en Vietnam, los desaparecidos argentinos y de otras dictaduras latinoamericanas... Otra de sus conocidas series es la dedicada a los dictadores latinoamericanos, titulada Los culpables, con retratos sat¨ªricos, amargamente c¨®micos, de los dictadores m¨¢s importantes desde los a?os cincuenta. Entre ellos, Chapitas Trujillo, Jacques Duvalier (Papadoc), Marcos P¨¦rez Jim¨¦nez y Augusto Pinochet. En este ¨²ltimo retrato invitaba a quienes lo ve¨ªan a a?adir en ¨¦l sus comentarios a trav¨¦s de pintura, manchas o palabras. Uno de sus retratos m¨¢s destacados es el de Fidel Castro, su amigo entra?able.
Como contrapunto, Guayasam¨ªn crea en los a?os ochenta la serie La edad de la ternura, que exalta los sentimientos humanos, el amor, el respeto, la compasi¨®n y la solidaridad.
Su preocupaci¨®n por Ecuador y su gente lo llev¨® a crear en 1977 la Fundaci¨®n Guayasam¨ªn, conjuntamente con sus hijos, a trav¨¦s de la cual don¨® al pa¨ªs tres importantes museos, en los que no s¨®lo se exponen sus obras, sino que constituyen el centro de la actividad del arte contempor¨¢neo del pa¨ªs. Este importante complejo art¨ªstico, enclavado en un impresionante paisaje, es lugar de paso para artistas becados o invitados a trabajar en los talleres que tiene. Esta fundaci¨®n tiene en Espa?a, en C¨¢ceres, una casa-museo, con una selecci¨®n de arte precolombino y colonial de la colecci¨®n del artista, aparte de cuadros suyos. Ecuador pierde con Guayasam¨ªn a uno de sus m¨¢s grandes embajadores. Su desaparici¨®n fulminante deja inconcluso uno de sus m¨¢s grandes proyectos, la llamada Capilla del hombre, un monumento al ser humano que recoge la historia de las culturas latinoamericanas.
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