El Juli abri¨® la puerta grande
Estaba conmocionado El Juli por el tremendo volteret¨®n que le dio el encastado toro corrido en segundo lugar. Se hab¨ªa confiado el joven diestro madrile?o y el de S¨¢nchez Arjona se lo llev¨® por delante. Hubo momentos de desconcierto e incertidumbre. El matador, ya sin chaquetilla, volvi¨® a la cara del animal, pero con signos de estar muy dolido. A¨²n le recet¨® unas manoletinas y aunque lo mat¨® mal la conmoci¨®n hizo presa de los tendidos y le premi¨® con una oreja. Lo hab¨ªa toreado El Juli con gracia, y esa facilidad que derrocha, tanto con el capote como con la muleta. Pero el percance rompi¨® la faena. Pas¨® a la enfermer¨ªa, donde hubo dimes y diretes. Victoriano Valencia, su apoderado, no quer¨ªa que volviese al ruedo. El Juli no quer¨ªa rajarse y dejar en mano a mano la tarde castellonense. Cierto que no destap¨® el tarro de las esencias, pero el efecto conmoci¨®n y el tremendo cari?o que le demostr¨® el p¨²blico sirvieron para que abriera la puerta grande.Con su segundo estuvo m¨¢s comedido con el capote, pero tambi¨¦n hubo un lance digno de menci¨®n. Toreaba El Juli por tafalleras y el animal lo desarm¨® saliendo disparado al caballo que hac¨ªa puerta. Hizo el quite el pe¨®n Manolo Gil, quien cay¨® ante la cara del toro. Se qued¨® quieto cual estatua, como si posara para una foto, el toro frente a ¨¦l y tras unos segundos de suspense, definitivamente, hizo por el capote de un segundo subalterno. Luego Gil pare¨® arriesgando y en el sitio con pundonor. Luego se raj¨® el toro y se refugi¨® en tablas hasta donde tuvo que ir El Juli a poner fin a su vida.
S¨¢nchez-Arjona / El Cordob¨¦s, El Juli, Ram¨ªrez Toros de S¨¢nchez-Arjona, justos de presencia y fuerzas; algunos, sospechosos de afeitado
Inv¨¢lido el 1?; encastado el 2?. El Cordob¨¦s: ovaci¨®n y oreja. El Juli: oreja. Pas¨® a la enfermer¨ªa, donde se le apreci¨® contusi¨®n en la columna. Oreja. Sali¨® por la puerta grande. Alberto Ram¨ªrez: aviso y ovaci¨®n; silencio. Plaza de Castell¨®n, 11 de marzo. 5? corrida de feria. Lleno.
El Cordob¨¦s al inv¨¢lido que abr¨ªa plaza se lo pas¨® con la muleta a media altura como un borreguito bob¨®n. Hasta que el de Arganda vio que no le iba a sacar m¨¢s que el polvo de los costalazos y se lo quit¨® de en medio. El animal fue pitado en el arrastre. Con el cuarto se estir¨® al capote y luci¨® en un par de chicuelinas. Inici¨® la faena de muleta de rodillas en tablas y totalmente descompuesto. Rectific¨®, se llev¨® el astado a los medios y all¨ª lo tore¨® en redondo, citando de lejos aunque abusando del pico. Se fue a terrenos de sol donde mostr¨® su repertorio tremendista. Mat¨® rematadamente mal, pero eso hoy es peccata minuta, y cort¨® su ¨²nico trofeo de la tarde.
Ni eso se llev¨® Alberto Ram¨ªrez.Desarroll¨® un amplio repertorio de capa en su primero, al que tore¨® al natural con pasajes templados. Pero el nuevo matador sigue fallando donde fall¨® siempre: con la tizona. Con su segundo, poco pudo hacer, pues m¨¢s que toro era flan. Tuv¨® que matarlo como pudo. Y la de matar es suerte que todav¨ªa tiene pendiente.
Babelia
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