Villoria cre¨® una fundaci¨®n privada con un contratista municipal y tres cargos p¨²blicos
Enrique Villoria, el concejal de Obras cuyos negocios privados se han conocido al final de una carrera pol¨ªtica que inici¨® en el franquismo, registr¨® en 1994 en el Ministerio de Cultura la fundaci¨®n privada Ciudad, que ¨¦l mismo presid¨ªa y cuyo patronato estaba compuesto por un empresario privado, habitual contratista del Ayuntamiento, y varios altos cargos municipales. En contra de lo que marca la Ley de Fundaciones, Villoria nunca present¨® las cuentas de la entidad que presid¨ªa. Por esta raz¨®n, el Ministerio de Cultura desconoce sus actividades, ingresos y bienes.
Villoria registr¨® su Fundaci¨®n Ciudad en el Ministerio de Cultura el mismo a?o en que cre¨® su empresa privada de distribuci¨®n de alimentos junto a su colaborador Pablo Poblaci¨®n, militante del Partido Popular y gerente del Campo de las Naciones, sociedad municipal presidida por el concejal de Obras. Para esa aventura de car¨¢cter ben¨¦fico eligi¨® a un contratista municipal, Antonio M¨¦ndez Garc¨ªa, propietario de varias empresas de publicidad que durante los ¨²ltimos a?os han conseguido encargos de la Empresa Municipal de la Vivienda (organismo presidido por Villoria hasta 1995). Tambi¨¦n siguieron a Villoria hasta la Fundaci¨®n Ciudad, para cuya creaci¨®n se desembolsaron 10 millones de pesetas, otros tres altos cargos municipales: Pedro Areitio (director de Obras con Villoria durante cuatro a?os, gerente municipal de Urbanismo y ex director de servicios de Tr¨¢fico), Luis Armada (actual gerente de Urbanismo y gerente de la Empresa Municipal de la Vivienda hasta hace dos a?os) y Poblaci¨®n.El Ministerio de Cultura refleja en sus documentos que el 1 de julio de 1994 se registr¨® la Fundaci¨®n Ciudad, una entidad "sin ¨¢nimo de lucro" y cuyo patrimonio estaba "afectado a la realizaci¨®n de fines de inter¨¦s general". La ley impone una serie de condiciones a las fundaciones: "Con car¨¢cter anual, el patronato de la fundaci¨®n confeccionar¨¢ el inventario, el balance de situaci¨®n y la cuenta de resultados, en los que consten de modo cierto la situaci¨®n econ¨®mica, financiera y patrimonial de la fundaci¨®n, y elaborar¨¢ una memoria expresiva de las actividades fundacionales y de la gesti¨®n econ¨®mica, que incluir¨¢ el cuadro de financiaci¨®n, as¨ª como del exacto grado de cumplimiento de los fines fundacionales". Pero de la fundaci¨®n de Villoria, la administraci¨®n que tutela tales entidades, el Protectorado de Fundaciones, pr¨¢cticamente s¨®lo conoce su nombre y sus fundadores. "No sabemos si han recibido subvenciones o no, si han tenido actividades o no, si han tenido ingresos o no, porque nunca han presentado cuentas desde que se constituyeron, incumpliendo la Ley de Fundaciones de 1994", explic¨® un alto funcionario de la secretar¨ªa general de Fundaciones Culturales. Y existe una carta de la Fundaci¨®n Ciudad", continu¨®, "en la que nos dicen que no tienen actividad, pero que ya nos dar¨¢n cuenta de unos proyectos que han realizado. Esto es muy contradictorio, dicen que no hacen nada, pero, al mismo tiempo, hablan de proyectos realizados".
El Ministerio de Cultura tiene registrado un tel¨¦fono de la fundaci¨®n, el que comunica con el despacho del concejal de Obras. Cuando este peri¨®dico llam¨® preguntando por la Fundaci¨®n Ciudad al despacho del edil, una secretar¨ªa remiti¨® a otro tel¨¦fono, en este caso correspondiente a la centralita de la sociedad municipal Campo de las Naciones, donde nada sab¨ªan de la fundaci¨®n privada. La Fundaci¨®n Ciudad, que el concejal reflej¨® en su declaraci¨®n de intereses, tiene su sede en un piso de la calle de la Infanta Mercedes propiedad de la inmobiliaria Bilaria, cuya administradora es una hija de Villoria.
La concejal socialista Ruth Porta consider¨® ayer "muy grave" la presencia de un contratista municipal en esta fundaci¨®n: "Pone al descubierto que existe una red de empresas para sacar beneficios desde el privilegio y el poder que otorga la capacidad de contratar", indic¨® Porta.
El empresario Antonio M¨¦ndez se defiende. "Somos un grupo de amigos que quisimos tener un foro de encuentro. Creo que no ha tenido casi actividad, apenas nos hemos reunido un par de veces a cenar. Y mis contratos con la Empresa Municipal de la Vivienda suponen una cifra irrisoria de lo que yo facturo al a?o en el mundo de la publicidad", destac¨® M¨¦ndez. Este peri¨®dico intent¨®, sin ¨¦xito, conseguir la opini¨®n de Villoria, de Poblaci¨®n y de Armada sobre las supuestas anomal¨ªas que apunta el Ministerio de Cultura sobre la Fundaci¨®n Ciudad.
El objeto de la Fundaci¨®n Ciudad es el siguiente: "La defensa de todo tipo de actividades de defensa, promoci¨®n y desarrollo de valores culturales y de calidad de vida de la ciudad y la vida urbana (...). Asistir¨¢ con ayudas a aquellas realizaciones que coincidan con los objetivos sociales de la Fundaci¨®n en materias de urbanismo, arquitectura, derecho, ecolog¨ªa, ingenier¨ªa...".
El PSOE exigir¨¢ a Cultura que inspeccione la fundaci¨®n, que analice si ha recibido subvenciones p¨²blicas y sancione la infracci¨®n legal que supone no rendir cuentas. "Si no tiene actividad" dijo Porta, "hay que cerrarla".
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