El eterno presidente
Joaqu¨ªn Balaguer aspira, con 92 a?os, a recuperar la jefatura del Estado de la Rep¨²blica Dominicana
"Balaguer 2000-2004, un presidente de dos siglos", reza un cartel reci¨¦n colocado en la entrada del domicilio del hombre m¨¢s poderoso de la Rep¨²blica Dominica. Presidente en siete ocasiones -que suman 24 a?os-, Joaqu¨ªn Balaguer, a sus 92 a?os, aspira a ocupar de nuevo la jefatura del Estado en el 2000 e inaugurar el pr¨®ximo siglo con el peso que siempre ha tenido en la vida pol¨ªtica dominicana. Para ello cuenta con el movimiento Lo que Diga Balaguer y el apoyo mayoritario de su no menos caudillista formaci¨®n pol¨ªtica, el conservador Partido Reformista, am¨¦n de los r¨¦ditos del populismo que marc¨® sus distintas gestiones, interrumpidas en 1996 por la denuncia internacional de un fraude colosal en las presidenciales de 1994.Las citadas agrupaciones pol¨ªticas comenzaron a inundar la pasada semana las calles dominicanas de carteles y camisetas con esl¨®ganes como "una vez m¨¢s, por necesidad" o "sin ti, el pa¨ªs se hunde", para recibir al viejo pol¨ªtico multitudinariamente, tras un mes de hospitalizaci¨®n en Houston (EEUU), y, de paso, promocionar su candidatura a las presidenciales del 2000.
Ante la perplejidad de muchos, El Doctor, como se le conoce, desahuciado en los meses previos a su hospitalizaci¨®n y que arrastra desde hace a?os problemas motrices, baj¨® por su propio pie, visiblemente rejuvenecido, la escalerilla del jet privado que lo trajo al pa¨ªs el pasado 26 de febrero. La estampa no hizo sino reforzar el mito erigido por simpatizantes y enemigos en torno a un hombre al que 78 de cada 100 dominicanos atribuyen poderes sobrenaturales, seg¨²n la encuesta sociol¨®gica nacional Demos 94.
El peri¨®dico local List¨ªn Diario revel¨® poco m¨¢s tarde que Balaguer dedic¨® los ¨²ltimos d¨ªas de su estancia en EEUU a ensayar su estelar bajada del avi¨®n en una r¨¦plica de la escalerilla hecha ex profeso. Otras malas lenguas apuntaron que la lozan¨ªa que exhibe en su rostro el ex mandatario obedece a una operaci¨®n est¨¦tica para levantar sus p¨¢rpados.
En la entrevista de la CBS, aprovechada por Balaguer para limpiar su imagen autoritaria, admiti¨® su posible candidatura y consider¨® "natural" que un pa¨ªs con problemas fundamentales busque "una soluci¨®n satisfactoria" y piense en ¨¦l "no como una soluci¨®n, sino como una conveniencia, una necesidad pasajera, porque sabe que yo no ir¨ªa a servirme a m¨ª mismo, sino al pa¨ªs". Asimismo, el ex presidente rest¨® importancia en sus declaraciones a la ceguera que sufre desde hace dos d¨¦cadas para desempe?ar el cargo: "En pa¨ªses como el nuestro hay muchas situaciones complejas que hay que entender a veces como un ciego y otras veces hay que entenderlas como un vidente".
La postura de Balaguer, sin embargo, ha sorprendido a pocos. A juicio de la ex ministra socialdem¨®crata Ivelisse Prats, "su infinito deseo de poder es lo que lo mantiene vivo". Entre los pocos sorprendidos est¨¢, a juicio de los analistas nacionales, el Gobierno de Leonel Fern¨¢ndez, del Partido de la Liberaci¨®n (PLD, marxista en sus or¨ªgenes), que lleg¨® al poder aupado por una extra?a alianza con Joaqu¨ªn Balaguer, que en los setenta desat¨® una represi¨®n anticomunista que acab¨® con la vida de numerosos miembros del PLD.
El apoyo actual de Balaguer al presidente Leonel Fern¨¢ndez llega a tal punto que ¨¦ste acude al ex mandatario peri¨®dicamente en busca de su sapiencia. "El muchachito", como Balaguer llama en su c¨ªrculo a Fern¨¢ndez (con 46 a?os), entra casi siempre por la puerta de atr¨¢s de su domicilio, la m¨¢s discreta. Excepto cuando Balaguer ha estado enfadado por alguna disposici¨®n gubernamental, que ha sido obligado a pasar por la puerta delantera, donde casi siempre est¨¢ instalada una bater¨ªa de periodistas, am¨¦n de seguidores de Balaguer en busca de d¨¢divas.
Su intenci¨®n de volver no ha sorprendido a nadie. La decidida voluntad de supervivencia pol¨ªtica de Balaguer es conocida por todos y suscita en la Rep¨²blica Dominicana una cierta hilaridad, recogida en mal¨¦volos chistes. Ni siquiera cuando oye el chiste que ayer un peat¨®n record¨® al pasar a su lado: un diplom¨¢tico quiso una vez regalarle a Balaguer una tortuga gal¨¢pago, de vida centenaria. Balaguer rechaz¨® el regalo diciendo: "Luego se mueren estos animalitos y a uno le da mucha pena".
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