Lafontaine se retira con su familia a su casa de Sarre
Oskar Lafontaine, el protagonista de la tormenta pol¨ªtica que viv¨ªa ayer Alemania, cort¨® sus contactos con el mundo que hasta el jueves representaba su carrera pol¨ªtica y se refugi¨® en su hogar de Saarbr¨¹cken (la capital del Estado federado de Sarre) junto con su esposa, la economista Christa M¨¹ller, y el hijo de ambos, Carl Maurice, de dos a?os.El ministro de Hacienda de la segunda potencia econ¨®mica del globo atendi¨® el mi¨¦rcoles sus citas de trabajo hasta el medio d¨ªa y despu¨¦s vaci¨® su despacho y se fue sin dar explicaciones. Tras de s¨ª dej¨® una nota en la cual, fiel a su pensamiento de socialdem¨®crata con conciencia de la Historia, deseaba "libertad, justicia y solidaridad" al partido en el que ingres¨® hace 33 a?os. El portavoz de Prensa del Ministerio de Hacienda no quiso revelar ayer cu¨¢l hab¨ªa sido la ¨²ltima cita del ministro, y el portavoz gubernamental, Uwe-Kasten Heye, manifest¨® que Schr?der hab¨ªa hablado una ¨²ltima vez por tel¨¦fono con Lafontaine el mi¨¦rcoles tras la reuni¨®n del Gabinete ministerial y que nada, ni en la sesi¨®n del Gobierno, ni en la conversaci¨®n telef¨®nica permit¨ªa aventurar lo que pas¨® despu¨¦s.
Tras el portazo, los intentos de Schr?der de comunicarse con el hombre que le ayud¨® a ganar las elecciones legislativas fueron vanos. Los canales que el ex ministro, de 56 a?os, manten¨ªa ayer abiertos hacia el exterior eran selectivos y serv¨ªan o bien para relacionarse con sus amigos o para anular puntillosamente los compromisos sociales contra¨ªdos para un futuro que ya no es como estaba planeado. Los faxes y tel¨¦fonos de la casa de los Lafontaine hab¨ªan dejado de funcionar, excepto para los poseedores del n¨²mero m¨¢gico.
Dura lucha interna
Hans-Georg Treib, el ex jefe de la canciller¨ªa de Saarland que tuvo el privilegio de ver ayer a Lafontaine, manifest¨® que el deseo de dedicarse a su familia hab¨ªa influido en la decisi¨®n del ex presidente del SPD, quien habr¨ªa mantenido una "dura lucha interna". Seg¨²n Treib, Lafontaine siempre hab¨ªa so?ado con vivir en una granja y en el futuro no mantendr¨¢ actividades p¨²blicas. Otros medios del SPD se?alaban, sin embargo, que podr¨ªa dedicarse a dar conferencias y a actividades de tipo intelectual. Socialdem¨®cratas que hab¨ªan seguido las actividades de Lafontaine en las ¨²ltimas semanas hab¨ªan constatado que mostraba una sorprendente indiferencia tanto ante las actividades del Gobierno como ante las del SPD, como si ambas instituciones no fueran ya con ¨¦l. Desde el atentado que sufri¨® en 1990, se?alan varias fuentes, Lafontaine ha cambiado sus prioridades y es m¨¢s consciente de la fragilidad de la existencia y de las cosas que tienen importancia en la vida.
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