Los vecinos de Vallecas piden que la Comunidad derribe tambi¨¦n La Celsa
Las asociaciones de vecinos de Vallecas est¨¢n satisfechas con el compromiso formulado el jueves por el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, de empezar a desmantelar el poblado marginal de La Rosilla en abril. Pero reclaman que tambi¨¦n se derribe el poblado de La Celsa, otro hipermercado de la droga vallecano formado por 96 casas bajas. Los vecinos temen que si s¨®lo se desmonta La Rosilla, el constante trapicheo que hay ahora en ese barrio se intensifique en n¨²cleos chabolistas o de realojamiento cercanos como La Celsa o Las Barranquillas.
Las asociaciones de vecinos del Pozo del T¨ªo Raimundo, Los Pinos de San Agust¨ªn, Madrid Sur, Fontarr¨®n, Alto del Arenal, Santa Eugenia, Uva de Vallecas, Norte de La Albufera, Palomeras Sureste y Palomeras Bajas se preguntan por qu¨¦ la Comunidad ha decidido desmantelar La Rosilla y no se hace lo mismo con La Celsa, cuando las caracter¨ªsticas de ambos n¨²cleos son similares.Los dos son poblados de casas bajas donde han sido realojados chabolistas, la mayor¨ªa gitanos. Ambos reciben cada d¨ªa a miles de toxic¨®manos en busca de su dosis y comparten un mismo panorama de marginaci¨®n: drogodependientes enfermos que malviven en tiendas de campa?a.
Los vecinos creen que si s¨®lo se desmonta La Rosilla su desaparici¨®n repercutir¨¢ inmediatamente en La Celsa. Ya ha ocurrido antes. El derribo del poblado chabolista de Los Focos, en San Blas, en el verano de 1997, increment¨® la venta de droga en La Rosilla y La Celsa. Asimismo, el pasado oto?o la demolici¨®n de los prefabricados de Torregrosa hizo crecer las favelas de Las Barranquillas.
Los vecinos sospechan que si se ha decidido desmantelar La Rosilla y no La Celsa es porque en los terrenos donde se encuentra est¨¢ previsto construir las 20.000 viviendas del futuro ensanche de Vallecas.
Agust¨ªn Zamora, presidente de la asociaci¨®n de vecinos del Pozo del T¨ªo Raimundo, se?ala que a unos metros de La Celsa, "la experiencia demuestra que las operaciones urban¨ªsticas aceleran el desmantelamiento de los poblados".
"La rapidez con la que al final se derribaron Los Focos tuvo mucho que ver con los pisos y el centro comercial que estaban proyectados en esos terrenos", afirma. "Otro h¨ªper de la droga, Torregrosa, en Usera, tambi¨¦n desapareci¨® cuando alrededor hab¨ªa numerosas viviendas en construcci¨®n", matiza. El Gobierno regional replica que tambi¨¦n est¨¢ derribando el poblado de Jauja, en Latina, donde est¨¢ previsto el parque de la Cu?a Verde y no viviendas.
"La Celsa ha sido siempre un poblado conflictivo. La afluencia diaria de centenares de toxic¨®manos crea una sensaci¨®n de inseguridad en el vecindario, aunque tampoco se puede decir que haya muchos m¨¢s robos o atracos que en otros barrios", a?ade.
"Pero ya no es un asunto de inseguridad, es que no tiene sentido mantener un n¨²cleo que es una fuente de marginaci¨®n, donde no se integra nadie y en el que muchos toxic¨®manos viven situaciones dur¨ªsimas", concluye Zamora.
La Celsa exist¨ªa ya en la ¨¦poca en que el Pozo del T¨ªo Raimundo era una favela. En 1995 sus moradores fueron alojados en una nueva barriada de 96 casas bajas con aspecto de b¨²nker. El realojamiento hab¨ªa sido prometido para 1988.
Fue un proceso lento por la suspensi¨®n de pagos de la constructora y por los zancadilleos entre el Ayuntamiento, en manos del PP, y la Comunidad, entonces gobernada por el PSOE. Las demoras encarecieron los trabajos y el asentamiento acab¨® costando 900 millones de pesetas a las arcas p¨²blicas, 200 millones m¨¢s de lo previsto.
Ayer, aprovechando que en la Asamblea de Madrid se celebraba el pleno monogr¨¢fico sobre el empleo, el gallo vallecano -la mascota contra Ruiz-Gallard¨®n que han concebido las asociaciones vecinales- y una docena de sus ac¨®litos acudieron a las puertas del edificio regional con pancartas en las que se le¨ªa: "?Y La Celsa, qu¨¦?". Informa .
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