Viejos y nuevos arist¨®cratas

VIENE DE LA P?GINA 1 La Catalu?a moderna, producto de la industrializaci¨®n y de la hegemon¨ªa social de las clases emprendedoras, ha marcado el car¨¢cter del pa¨ªs hasta el punto de que los nobles se sienten agraviados, excluidos de la reflexi¨®n hist¨®rica. Alejada del romanticismo nacionalista, la nobleza no se considera reconocida en la Catalu?a actual y recuerda que ya en la celebraci¨®n del milenario la Generalitat no tuvo en cuenta la opini¨®n de los actuales herederos din¨¢sticos, seg¨²n las versiones recogidas entre los miembros del Instituto de Estudios Nobiliarios, presidido por Carles de Montoliu, actual titular de la baron¨ªa de Albi, que data del siglo XIV. Los promotores del instituto han querido compatibilizar las aportaciones de los t¨ªtulos vinculados a la antigua aristocracia latifundista -reunida en gran medida en el Real Cuerpo de la Nobleza- con los apellidos ennoblecidos por los Borbones en los ¨²ltimos 100 a?os. En este segundo segmento, el de la llamada meritocracia, se encuentran desde casos conocidos, entre ellos el de los descendientes del primer marqu¨¦s de Comillas y el actual marqu¨¦s de Casa Brusi -biznieto de Antoni Brusi, fundador del Diario de Barcelona y mecenas de Joan Ma?¨¦ i Flaquer-, hasta los t¨ªtulos m¨¢s recientes, concedidos por Juan Carlos I, como el marquesado de Pedroso de Lara, propiedad del editor Jos¨¦ Manuel Lara Hern¨¢ndez, y del marqu¨¦s de Samaranch, Juan Antonio Samaranch i Torell¨®, presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI) y ex presidente de La Caixa. Los t¨ªtulos concedidos por los Borbones, sobre todo los que otorgaron Alfonso XII y Alfonso XIII, est¨¢n entroncados con familias de fuerte tradici¨®n industrial y financiera. A los citados en el apartado de la meritocracia pueden a?adirse, a modo de ejemplo, el conde de Ab¨¢solo, Jos¨¦ Mar¨ªa de Ibarra y Mir¨®-Sans; el marqu¨¦s de Cabanes, Josep Garriga-Nogu¨¦s i Marcet, nieto de uno de los llamados "banqueros de las Ramblas"; el conde de Churruca, Ricardo de Churruca y Col¨®n de Carvajal; el conde de God¨®, Javier God¨®, editor de La Vanguardia, y la titular actual de la baron¨ªa de Viver, Consol Rumeu i Viura, parte de la propiedad de Uniland, una de las grandes compa?¨ªas cementeras catalanas. Entre los t¨ªtulos de nobles que no lo son por ascendencia se cuentan casos peculiares que entrelazan los nudos sangu¨ªneos y las victorias militares, como el ducado de Castillejos, concedido en 1870 por el general Prim y que ahora posee Carles Muntades Prim, descendiente del fundador de L"Espanya Industrial, el emporio textil extinguido. En la recopilaci¨®n publicada por el Instituto de Estudios Nobiliarios se encuentran tambi¨¦n algunos de los t¨ªtulos catalanes vinculados a la propiedad de la tierra que han ido adapt¨¢ndose a la moderna agricultura parcelaria de los ¨²ltimos 50 a?os. Entre ellos, los de los propulsores hist¨®ricos del Instituto Catal¨¢n de San Isidro -patronal vinculada a Fomento del Trabajo Nacional y la CEOE-,una instituci¨®n en la que se encuentran apellidos de la cavalleria del pa¨ªs, como los marqueses de De la Quadra y Sentmenat, el conde de Fonollar, el bar¨®n de Corbera, el marqu¨¦s de Muller -miembro de la nobleza vaticana junto con los marqueses de Dou y de Sagnir- y otros hacendados mucho m¨¢s antiguos, como los Barnola, Olsinella, Casanova, Foix¨¤ y Camps. En l¨ªneas generales, los apellidos que han faclitado al Archivo Nacional sus memorias familiares proceden de linajes que ya en el siglo pasado destacaron como mecenas de las letras catalanas. Este sector no cuenta con el respaldo de otros grupos de arist¨®cratas ligados en general a los t¨ªtulos de grande de Espa?a y orientados por la fidelidad absoluta a la Corte de Madrid. La vinculaci¨®n entre los t¨ªtulos recogidos en el mismo elenco y el mundo de la cultura se hace visible en el caso del actual conde de Casa D¨¢valos, el profesor Mart¨ª de Riquer i Morera, y en otros ejemplos, como el de Jos¨¦ Luis de Vilallonga y Cabeza de Vaca, marqu¨¦s de Castellbell y grande de Espa?a. Su hermano Alfonso es el actual bar¨®n de Mald¨¤, descendiente del noble que hace m¨¢s de doscientos a?os fue el autor de Caj¨®n de sastre, un resumen sat¨ªrico de la sociedad de su tiempo. Otro caso de traslaci¨®n nobiliaria al mundo de la cultura es el de la familia Com¨ªn. El t¨ªtulo de marqu¨¦s de Com¨ªn fue heredado en 1959 por Jes¨²s Com¨ªn i Junquera, emparentado con el fallecido ensayista Alfonso Carlos Com¨ªn, un ide¨®logo comprometido con la izquierda comunista que fue bautizado con un nombre compuesto como manda la tradici¨®n din¨¢stica defendida a lo largo de dos siglos por generales ultramontanos. Los Com¨ªn son descendientes de Bienvenido Com¨ªn i Sastre, que accedi¨® al cuerpo de la nobleza por designaci¨®n de Carlos VII, padre de Javier de Parma y abuelo de Carlos Hugo de Borb¨®n-Parma, pr¨ªncipe, activista y encopetado divulgador de balumbos radicales en las ¨²ltimas primaveras del franquismo.