La capacidad de crecer
El museo naci¨® como un organismo crecedero y se ha institucionalizado como una criatura aditiva. Su identidad estriba en la posibilidad de expandirse. Cuando Le Corbusier propuso su museo de crecimiento ilimitado en 1939 estaba situando dicha caracter¨ªstica como el factor determinante de la forma en espiral.Y no s¨®lo los museos se ampl¨ªan porque la ambici¨®n del coleccionismo nunca se sacia, sino tambi¨¦n porque el museo contempor¨¢neo necesita modernizar su interior para irse adaptando a la evoluci¨®n de las concepciones museol¨®gicas y de las t¨¦cnicas museogr¨¢ficas, y necesita ir integrando continuamente nuevos servicios de atenci¨®n al p¨²blico y de conservaci¨®n de la colecci¨®n.
Este fen¨®meno recurrente ha potenciado a veces ampliaciones que se han convertido en m¨¢s emblem¨¢ticas que el propio edificio inicial. Es el caso del Louvre. Una intervenci¨®n tan minimalista como la geometr¨ªa transparente de la pir¨¢mide no s¨®lo ha permitido reordenar el funcionamiento y accesos, sino que ha hecho olvidar el edificio hist¨®rico. Tambi¨¦n la ampliaci¨®n de la Staatsgalerie de Stuttgart por James Stirling en los ochenta se hizo m¨¢s c¨¦lebre que el edificio de 1837.
En otros casos, como la ampliaci¨®n de la National Gallery de Londres (1985-1991), al haber consistido la opci¨®n del equipo de Robert Venturi en mimetizar el edificio existente, la adici¨®n se ha sumado a lo ya existente, manteni¨¦ndose en un papel secundario.
Estas ampliaciones de edificios tan representativos comportan siempre pol¨¦micas y dificultades. Recordemos, s¨®lo en el caso de Nueva York, la laboriosa ampliaci¨®n del Guggenheim o el discutido proyecto del Whitney que nunca ha llegado a realizarse.
Tampoco los grandes museos hist¨®ricos se salvan de dicha pulsi¨®n por crecer. Arata Isozaki, que ya en 1986 gan¨® el concurso de la ampliaci¨®n del Museo de Brooklyn, acaba de ganar el de la Galer¨ªa de los Ufizzi.
Tambi¨¦n los espa?oles manifiestan este car¨¢cter adolescente del crecimiento. Adem¨¢s del arduo proceso de proyecto de la ampliaci¨®n del Prado y del anuncio de que el Thyssen va a prolongarse en el palacio Goyeneche de Madrid, en Barcelona est¨¢n en obras el Picasso y el de la Ciencia, en Valencia se habla de la futura ampliaci¨®n del IVAM y en Bilbao el estir¨®n del Guggenheim ha propiciado la del Bellas Artes.
Precisamente esta necesidad de continua renovaci¨®n, remodelaci¨®n y expansi¨®n no ha de constituir un trauma, sino que en la capacidad de crecer se manifiesta la esencia y la vitalidad de cada museo.
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