Ning¨²n diestro hizo m¨¦ritos para la Oreja de Oro

Como ning¨²n diestro merec¨ªa la Oreja de Oro 1999, la afici¨®n, acertadamente, la declar¨® desierta. En cuanto al ganado, ¨¦ste fue una limpia de corrales que la empresa disfraz¨® de corrida de concurso en la que no se respet¨® la antig¨¹edad de las dehesas. Y, aunque lo indicado era haber declarado tambi¨¦n desierto el concurso, no fue as¨ª, pues el jurado designado por la empresa declar¨® triunfador al toro Askar, de Xajay, el menos malo del encierro.Alfredo Lomel¨ª se impuso al d¨¦bil de Marco Garfias, que abri¨® plaza y termin¨® parado. Le hizo un trasteo por el derecho, pero de cuatro series s¨®lo se acopl¨® en una porque el aire le mov¨ªa la muleta.

?scar Sanrom¨¢n batall¨® con el chico animal de Rodrigo Aguirre que sali¨® en segundo turno. Se adorn¨® en el tercer par de rehiletes que coloc¨® por los adentros y con la pa?osa lidi¨® acertadamente al bronco y rajado enemigo. Mario del Olmo aprovech¨® al justo y pronto tercero, Askar, de Xajay, y tanto con la capichuela como con la bayeta tuvo detalles art¨ªsticos como ver¨®nicas, chicuelinas y derechazos.

Humberto Flores sac¨® la casta torera y en los medios dio una demostraci¨®n de pundonor. Citando de lejos, aguant¨® la peligrosa embestida del cuarto, un marrajo de Huich¨¢pan que durante cuatro meses estuvo en los corrales de la plaza y desarroll¨® mucho sentido. El corn¨²peta termin¨® ech¨¢ndole mano al jaliciense e infiri¨¦ndole un puntazo en la mejilla derecha. Por su hombr¨ªa fue el ¨²nico diestro que recibi¨® aplausos en la votaci¨®n popular, pero no los suficientes para llevarse la Oreja de Oro.

Federico Pizarro desaprovech¨® a la res brava de La Misi¨®n que hizo quinto y que tumb¨® al picador ?ngel Ju¨¢rez. Tore¨® como moderno pegapases y termin¨® con muletazos atropellados.

A Miguel Lahoz se le vio sin sitio y no entendi¨® la claridad del peque?o burel que cerr¨® el festejo, del hierro de De Santiago. La mayor¨ªa de los muletazos los dio con el pico y descargando la suerte.

Total, que los j¨®venes triunfadores mexicanos de la temporada regresaron a casa con las manos vac¨ªas, en parte por culpa del ganado descastado y por el fuerte viento que sopl¨® toda la tarde y termin¨® regresando la Oreja de Oro a las oficinas de la Asociaci¨®n de Toreros.