Env¨ªan a an¨¢lisis los toros de Ceheg¨ªn sospechosos de haber sido drogados

Tras el clamor de la plaza, el silencio del laboratorio. La corrida de Nazario Ib¨¢?ez lidiada el pasado 7 de marzo en Ceheg¨ªn (Murcia) ser¨¢ sometida a an¨¢lisis. La Consejer¨ªa de Cultura de Murcia pretende as¨ª esclarecer los motivos del extra?o y sospechoso comportamiento de un encierro en el que los toros, entre convulsiones, descoordinaci¨®n de movimientos y cojeras varias, exhibieron s¨ªntomas de dopaje. El esc¨¢ndalo prendi¨® en los tendidos durante las frustradas lidias a cargo de Espartaco y Pep¨ªn Liria.El equipo veterinario, que reconoci¨® a los toros dos veces antes de que saltaran al ruedo, tal y como es preceptivo, no detect¨® ninguna anomal¨ªa en los corrales. La sorpresa, sin embargo, alcanz¨® de lleno a los facultativos durante la celebraci¨®n del festejo. Ninguna de las reses que correspondieron a los toreros de a pie, incluido el sobrero, dio opci¨®n a una lidia normal. Un problema que no se registr¨®, sin embargo, en el lote con el que tuvo que medirse el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza.

Acabada la corrida las irregularidades continuaron. Ante el requerimiento de un representante de la Consejer¨ªa de Cultura de que se recogieran muestras de los toros, los veterinarios se dieron de bruces con un nuevo sobresalto. Los animales estaban descuartizados y, en consecuencia, era imposible la obtenci¨®n de algunos de los materiales (orina, sangre y contenido g¨¢strico) necesarios para la correcta anal¨ªtica. S¨®lo se pudieron rescatar muestras del h¨ªgado y los ri?ones. Ante semejante c¨²mulo de anomal¨ªas, la consejer¨ªa ha anunciado su intenci¨®n de abrir un expediente sancionador a los responsables "caso de resultar positiva la anal¨ªtica".

Por lo dem¨¢s, la citada consejer¨ªa ya ha anunciado, esta vez de forma efectiva, la apertura de un expediente sancionador a la empresa R¨®denas e Hijos, SL, que regenta la plaza de Ceheg¨ªn. El motivo es el en¨¦simo desprop¨®sito de una corrida ciertamente accidentada: el ¨²ltimo toro que sali¨® a la arena (el segundo sobrero) no hab¨ªa sido reconocido por los veterinarios tal y como obliga el reglamento taurino en vigor.