Inmigrantes
JOSEP TORRENT La picaresca, el trile matarile, la golfer¨ªa y la truhaner¨ªa se dan cita y la mano en unas dependencias pareda?as a la Delegaci¨®n del Gobierno en la Comunidad Valenciana. Justo donde habita el jefe de los de la porra que, un suponer, debe velar por el cumplimiento de la ley y el orden se ha formado un patio de Monipodio en el que unos rufianes se aprovechan de la debilidad de los m¨¢s d¨¦biles, de los sin papeles, que precisan de un formulario, de unas hojitas que oficialmente son gratuitas, pero por las que se llegan a pagar hasta 30.000 pesetas sin que la autoridad (in)competente haga nada por remediar semejante extorsi¨®n. Los inmigrantes que se acercan a esta siniestra Oficina ?nica de Extranjeros de Valencia no s¨®lo tienen que sufrir a estos buitres de la miseria, sino que adem¨¢s deben soportar la altaner¨ªa trufada de autoritarismo de Jos¨¦ Miguel Cervera quien act¨²a como si fuera el zar de todas las Rusias, cuando no pasa de ser un funcionario que le debe el puesto a su amigo Carlos Gonz¨¢lez Cepeda, Delegado del Gobierno en esta autonom¨ªa. El tal Cervera debe tener la sensibilidad de la u?a de un rinoceronte y los belfos de un hipop¨®tamo. S¨®lo as¨ª se explica que sea capaz de afirmar que el desorden en las colas que se forman ante la oficina es responsabilidad de los inmigrantes. Los polic¨ªas que hacen guardia justo al lado deben ser objetos decorativos que nunca deben ser utilizados para garantizar el orden. El mismo que Cervera garantizaba cuando era jefe de seguridad de un casino valenciano. Claro que los sin papeles no se dejan el dinero en las ruletas ni en las mesas de bacarr¨¢, bastante hacen con ahorrar los miles de pesetas que los mafiosos de turno les exigen para proporcionarles un documento o buscarse un turno en la cola. Gonz¨¢lez Cepeda, que presume, con raz¨®n, de talante liberal y tolerante, deber¨ªa meterle mano o un paquete a este caciquillo de la Oficina para Extranjeros y abrir una investigaci¨®n que acabe con tanto vult¨²rido aprovechado de las desgracias de quienes intentan sobrevivir en un ambiente hostil.
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