La juez deja en libertad sin cargos a un detenido por el secuestro de Olot
Apenas 48 horas despu¨¦s de su detenci¨®n, la juez de Olot Pilar Castillo decret¨® anoche la libertad sin cargos para Juan Manuel P¨¦rez Funes, de 38 a?os y entrenador de la Uni¨®n Deportiva de Vic. "Yo tuve relaci¨®n con uno de los detenidos hace a?os, y a partir de ah¨ª la polic¨ªa ha llegado a la conclusi¨®n de que deb¨ªa interrogarme", afirm¨® el exacusado del secuestro de Maria ?ngels Feliu al salir del juzgado a cara descubierta.
"La justicia ha hecho justicia", asegur¨® P¨¦rez Funes, conocido en el mundo futbol¨ªstico como Juanma. Su puesta en libertad caus¨® una gran sorpresa, pues los investigadores le hab¨ªan atribuido apenas 24 horas antes haber planificado el secuestro con el due?o de la vivienda donde se hallaba el zulo, Ramon Ullastre y haber participado en la construcci¨®n del escondite. El entrenador se neg¨® a contestar a los periodistas cuando le preguntaron si particip¨® en estos trabajos, aunque s¨ª reconoci¨® que "hace unos a?os" estuvo "tres meses trabajando con Ullastre".Por su parte, el abogado defensor de Sebasti¨¤ Comas, I?aki, el implicado que liber¨® a Feliu, apunt¨® ayer la posibilidad de que por encima del polic¨ªa local de Olot Antonio Guirado y Ullastre, presuntos organizadores del secuestro, se encontrara otro individuo desconocido. No obstante, a?adi¨®, que su defendido no ten¨ªa ning¨²n dato sobre la identidad de este cerebro. Fuentes de la investigaci¨®n atribuyen poco cr¨¦dito a esta hip¨®tesis. Siempre han trabajado con la tesis de que la banda actuaba "sin cerebros".
Mientras tanto, Jos¨¦ Luis Paz, apodado El Pato, otro de los inculpados en relaci¨®n al secuestro de la farmac¨¦utica de Olot, hab¨ªa negado en su primera declaraci¨®n cualquier participaci¨®n en los hechos. Ayer pidi¨® volver ante la juez Pilar Castillo para explicar los detalles del d¨ªa 20 de noviembre de 1992: el primero de los 492 en los que Maria ?ngels permaneci¨® retenida en un zulo de la comarca de Osona. Paz condujo el veh¨ªculo que traslad¨® a Zambrano y Guirado, los dos polic¨ªas municipales de Olot -el primero difunto y el segundo encarcelado- hasta el garaje de la farmac¨¦utica. Los dos agentes, armados con una pistola y una escopeta de ca?ones recortados, obligaron a Feliu a introducirse en el portamaletas de su propio veh¨ªculo, un Renault 25.
Guirado iba al volante. Paz le sigui¨® en el otro veh¨ªculo hasta un paraje cercano a Olot, donde "el paquete", como llamaban a la secuestrada, fue introducido en el veh¨ªculo de Guirado. ?ste, seg¨²n declar¨® Paz, se encarg¨® de trasladarla hasta el grupo encargado de su custodia. Quiz¨¢s hasta la casa de Ullastre, donde se encontraba el zulo.
La versi¨®n de Paz abona la teor¨ªa de que este secuestrador constituye un eslab¨®n menor en la cadena de implicados. Se meti¨® en la trama por su amistad con Jos¨¦ Zambrano, el polic¨ªa implicado que muri¨® por una sobredosis de pastillas, y al parecer ni tan siquiera ten¨ªa tajada propia en un hipot¨¦tico rescate. "Deb¨ªa cobrar parte de lo de su amigo", explic¨® su letrado. Paz pensaba en un secuestro de tres o cuatro d¨ªas, del que se podr¨ªa obtener unos 10 o 15 millones y que se resolver¨ªa en una semana.
El Pato, un mote escolar que ha acabado convirti¨¦ndose en apodo delictivo, asegur¨® que no conoc¨ªa a Ramon Ullastre y que cuando, asustado por la repercusi¨®n que estaba tomando el secuestro, pregunt¨® por el paradero de Feliu le contestaron que estaba en Burgos o en Logro?o.
La declaraci¨®n de Paz confirma que hubo dos intentos fallidos de secuestro. Durante dos d¨ªas alguien acudi¨® al paraje escogido para recoger el paquete y no se present¨® nadie.
Paz asegur¨® que no actu¨® presionado ni atemorizado por nadie y pidi¨® a su abogado Joan Coma que pidiera perd¨®n a la farmac¨¦utica. Jos¨¦ Luis Paz, actualmente ingresado en la prisi¨®n de Figueres por un delito de detenci¨®n ilegal, era el ¨²nico de los arrestados que hasta ahora no hab¨ªa colaborado con la justicia, aunque la declaraci¨®n del polic¨ªa local Antonio Guirado le hab¨ªa implicado.
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