"Las presentaciones de libros han sustituido a las tertulias"
La escritora madrile?a Julia Escobar hizo su primer viaje al extranjero hace 35 a?os, en 1963. En la televisi¨®n de un bar parisiense vio las im¨¢genes del asesinato de Kennedy. Casi tanto como el atentado contra el presidente americano, le impresion¨® estar en una ciudad en la que hab¨ªa televisi¨®n en los locales p¨²blicos, cuando todav¨ªa en Madrid no eran muchos los hogares que disfrutaban del entonces novedoso aparato. Fue a trav¨¦s de estos detalles, aparentemente anodinos, como la adolescente Julia descubri¨® lo que significaba vivir en un pa¨ªs pol¨ªticamente distinto: el atraso econ¨®mico, cultural y, sobre todo, la imposibilidad de discrepar. Su temprana vocaci¨®n de literata le llev¨® a apuntar en un diario hechos e impresiones que ahora, fabulados, se han convertido en Nadie dijo que fuera f¨¢cil, una novela en la que cuenta, con una buena dosis de humor e iron¨ªa, los cambios que se produjeron en la sociedad madrile?a con el paso del franquismo a la democracia, a trav¨¦s de una familia de la burgues¨ªa. Es la primera incursi¨®n en la narrativa de esta autora de 46 a?os conocida sobre todo por su obra po¨¦tica.Pregunta. En su libro Nadie dijo que fuera f¨¢cil ironiza sobre el cambio de la generaci¨®n progre a la que usted pertenece y que ha vivido la contradicci¨®n entre la prosperidad nueva y los viejos ideales.
Respuesta. Es un fen¨®meno que siempre me ha fascinado y que se vivi¨® muy claramente en el Madrid de los a?os ochenta: la generaci¨®n que hab¨ªa luchado contra el franquismo y ensalzado las virtudes proletarias se entreg¨® con hambre atrasada a los valores y costumbres burguesas de los que hab¨ªan renegado casi con violencia: la decoraci¨®n, la moda, los restaurantes caros, los viajes. He querido recordar, con el distanciamiento que da la risa, ese pasado, del que, por otra parte, no hay que arrepentirse.
P. Para contar su historia recurre a personas de la sociedad madrile?a -escritores, periodistas, artistas, pol¨ªticos- unas veces con sus nombres reales y otras en clave, pero f¨¢ciles de descubrir. ?No teme que alguien se moleste?
R. He introducido personajes reales en la trama para dar mayor veracidad a la historia y situar al lector en el contexto exacto en el que se desarrollan los acontecimientos. No creo que los aludidos se molesten; m¨¢s bien creo que les resultar¨¢ divertido.
P. Las tertulias son otro de los referentes madrile?os en su novela. ?Las sigue frecuentando?
R. Las tertulias han sido suplantadas por las presentaciones de libros. Echo de menos la intimidad y la impunidad de la tertulia, aquellas reuniones desabrochadas en las que, de vez en cuando, pon¨ªamos a caldo a todo el mundo.
Nadie dijo que fuera f¨¢cil, de Julia Escobar. Editorial Edhasa. 272 p¨¢ginas. 2.200 pesetas.
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