Gil: "Muchos no son dignos de esta camiseta"

Ya son ocho los partidos de crisis, un punto de los ¨²ltimos 24 posibles. El Atl¨¦tico volvi¨® a coserse a su imagen liguera, antag¨®nica de la que ense?¨® el martes en Roma. Y nadie en el club acierta a encontrar una explicaci¨®n a tan brutal e injustificado cambio de imagen. El presidente, Jes¨²s Gil, de momento dispara contra los jugadores. Seg¨²n desvel¨® a la Cadena Ser el propio Gil, Carlos Aguiar, el entrenador, le puso el cargo a su disposici¨®n. Pero el presidente le tranquiliz¨®. No cree que la culpa la tenga el t¨¦cnico sino los jugadores.Y contra ellos s¨ª tuvo palabras duras Gil: "En cuanto pueda hablar¨¦ con ellos para preguntarles porque en Europa dan la cara y en la Liga se esconden. Es vergonzoso. Muchos no son dignos de vestir esta camiseta".

Carlos Aguiar, el preparador rojiblanco, no daba cr¨¦dito a lo ocurrido. En sala de prensa, se le ve¨ªa visiblemente afectado: "El equipo da una cara distinta, opuesta, en menos de cinco d¨ªas. Es inexplicable. Lo cierto es que la preocupaci¨®n que exist¨ªa, con tanta derrota, se torna en angustia". Probablemente en busca de esas respuestas que no encuentra, el entrenador dialog¨® durante 45 minutos con Toni, el capit¨¢n de los rojiblancos, a la llegada del equipo a Madrid.

Hasta ahora, los dos t¨¦cnicos del Atl¨¦tic de esta campa?a (Sacchi y Aguiar) se empe?aban en defender la tesis de que Valer¨®n y Juninho eran incompatibles. El preparador rojiblanco, ante la ausencia de Jugovic, lesionado, apost¨® por un centro del campo alternativo, y opt¨® por el recurso del "desgaste", as¨ª denominado por los entrenadores. En ese discurso nada tienen que decir Juninho y Valer¨®n, as¨ª que estuvieron sentados la primera hora en el banquillo.

Seg¨²n entraba el brasile?o en el campo, el Alav¨¦s marc¨® el segundo gol. Y nueve minutos despu¨¦s, salt¨® al c¨¦sped Valer¨®n. Durante una hora fueron compatibles en el banco, y durante otros casi veinte minutos lo fueron sobre el c¨¦sped. Y no chocaron entre s¨ª. Pero tampoco reanimaron al moribundo Atl¨¦tico.