El Alav¨¦s destapa la cruz del Atl¨¦tico

El Atl¨¦tico de Madrid ense?¨® ayer en Vitoria su cara m¨¢s marchita. Su viaje ¨¦pico a Roma no sirvi¨® de revulsivo. Al contrario, confirm¨® que el equipo de Aguiar s¨®lo tiene ojos para la competici¨®n europea, y que deja para la Liga todas sus miserias. En Mendizorroza sali¨® acogotado, con un planteamiento destructivo, sin hombres aptos para un ejercicio futbol¨ªstico coherente y mentalizado para montar un muro en el centro del campo. Como consecuencia, termin¨® desconchado, v¨ªctima del mejor partido de la temporada del Alav¨¦s.El Atl¨¦tico suele recurrir al argumento de la fatalidad para buscar el origen de sus males, pero su actual situaci¨®n en la Liga (a seis puntos de la promoci¨®n, es decir, del Alav¨¦s) tiene otras explicaciones. Jes¨²s Gil fracas¨® con su primer proyecto de la temporada -Sacchi-, aunque se ha quedado con algunas r¨¦moras de aquella etapa (Torrisi, Serena... jugadores en absoluto desequilibrantes) y ahora no encuentra el norte. Tales desprop¨®sitos derivan en alineaciones temerosas como la de ayer. Aguiar apost¨® por un juego de demolici¨®n, con Jos¨¦ Mari como ¨²nica fuente de ingresos creativos. La composici¨®n de su l¨ªnea medular supuso toda una declaraci¨®n de intenciones: Njegus, Mena, Baraja y Fortune, m¨¢s Roberto de enlace. El Atl¨¦tico s¨®lo estaba preparado para la defensa, pero fall¨® en lo b¨¢sico. No supo defender. Presion¨® poco, y dej¨® pensar al Alav¨¦s, que aunque pulula por la promoci¨®n tiene un ¨¢pice de vista como para divisar las tremendas facilidades dadas por su contendiente.

Man¨¦ poco a poco encuentra su combinaci¨®n de once jugadores que den un respiro al Alav¨¦s, y ayer permut¨® las posiciones de Pablo y Gerard en el centro del campo. El primero, por detr¨¢s, mand¨®. El internacional sub-20, m¨¢s adelantado, enlaz¨® con los delanteros. Como resultado depar¨® un dominio absoluto del bal¨®n y del partido. El primer gol albiazul se hizo rogar. Pese al acoso constante en la primera parte, continuado en la segunda con un bal¨®n de Magno que toc¨® los dos palos, el Alav¨¦s no obtuvo el premio hasta el minuto 53, con un gol a bal¨®n parado de Desio.

El Atl¨¦tico, lejos de rememorar su capacidad de reacci¨®n de Roma, se sumi¨® en las dudas que le han procurado un punto de los ¨²ltimos 24 disputados en la Liga. Se qued¨® acurrucado en torno a Molina, e invit¨® al Alav¨¦s a un juego de triangulaciones, paredes y carreras en vertical. Su estado de atolondramiento permite entender el segundo gol, de Gerard, en un malentendido entre el portero y Serena. Para entonces, ni Juninho ni Valer¨®n, que coincidieron sobre el c¨¦sped, pudieron arreglar el desaguisado. Porque los problemas del Atl¨¦tico de Madrid son mucho m¨¢s profundos que el mero hecho de tener un mal d¨ªa.