El planeta Willis
El actor estadounidense inaugur¨® su restaurante en los bajos del hotel Palace
Esta vez, Bruce Willis no acapar¨® la atenta mirada de sus admiradoras a trav¨¦s de la pantalla gigante. Lo hizo en vivo y en directo, encima de una tarima y acompa?ado por una banda que le puso m¨²sica a su voz ronca y poco melodiosa. El hombre que m¨¢s de una vez ha salvado a la humanidad interpretando papeles de h¨¦roe en pel¨ªculas como El quinto elemento o Armaggedon vino a Madrid para inaugurar uno m¨¢s de sus famosos restaurantes Planet Hollywood.A su lado, como una sombra, Wesley Snipes, el otro actor norteamericano, socio del restaurante y famoso tambi¨¦n por sus innumerables participaciones en cintas de acci¨®n.
La noche fue de Willis y de Snipes. Los dos se adue?aron del escenario como dioses. Y mostraron una faceta casi desconocida.Mientras Bruce cantaba, Wesley tocaba las congas y de vez en cuando se animaba a bailar. En un espa?ol pobre, los actores norteamericanos alabaron a Madrid y a Espa?a. "I like Madrid" ("Me gusta Madrid"), repiti¨® Bruce Willis, vestido con ropa informal y con la cabeza cubierta por un gorro. Su m¨²sica, una mezcla de rock and roll y blues, puso a bailar a las cientos de personas que acudieron a la inauguraci¨®n del Planet Hollywood, ubicado en los bajos del hotel Palace. Tambi¨¦n actu¨® el grupo Gipsy Sounds, que puso ritmo de flamenco moderno a la noche.
Pero a algunos el espect¨¢culo no les gust¨® demasiado. "Este t¨ªo se puede dar el lujo de armar una banda y ponerse a cantar aunque no tenga ni idea", dijo Antonio, un joven que presenci¨® la actuaci¨®n. A Roc¨ªo, en cambio, el solo hecho de ver de cerca al actor ya era suficiente. "Me gusta mucho c¨®mo canta. Yo no soy una gran fan¨¢tica, pero he visto casi todas sus pel¨ªculas. Vine aqu¨ª para tratar de pedirle un aut¨®grafo para mi hermano, pero s¨¦ que va a ser imposible", dijo.
Y otro chico que no par¨® de bailar ni un instante confes¨® que, m¨¢s que a Bruce Willis, hab¨ªa ido a conocer el restaurante. "Ya he estado en el de Chicago y quiero ver c¨®mo ha quedado ¨¦ste".
La espera para ver a Bruce Willis en concierto fue larga. Desde las seis de la tarde, el p¨²blico comenz¨® a llenar el escenario, pero s¨®lo 15 minutos antes de las diez hizo su aparici¨®n. Las chicas, muchas de ellas chavalas de no m¨¢s de 18 a?os, llegaban en grupos grandes y de vez en cuando coreaban el nombre del famoso actor. "M¨ªralo, all¨ª est¨¢", grit¨® una joven que crey¨® ver la figura de Willis asomada a uno de los balcones del hotel.
Y as¨ª apareci¨®, cantando desde un balc¨®n y tocando la arm¨®nica. Poco despu¨¦s subi¨® al escenario y recibi¨® una lluvia de aplausos que perdur¨® la noche entera.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.