Los educadores abandonan el poblado de Las Mimbreras por las amenazas y ataques a su local

El poblado de realojamiento de chabolistas de Las Mimbreras (Latina), el m¨¢s aislado de la ciudad, lleva desde febrero sin los trabajadores sociales encargados de apoyar a sus 160 familias. Los siete educadores de la Comunidad de Madrid se marcharon despu¨¦s de que un grupo de habitantes del asentamiento destrozara su nuevo local de trabajo, donde estaba previsto abrir una escuela infantil para 45 ni?os. Era la gota que colmaba un vaso ya lleno despu¨¦s de recibir repetidas amenazas y de otro asalto a un taller mec¨¢nico que organizaron para los j¨®venes.

Los ataques y amenazas parten de un grupo reducido de habitantes de Las Mimbreras, seg¨²n informaba ayer Diario 16 y confirman fuentes de la Comunidad. Pero los educadores no volver¨¢n si los representantes de las 160 familias que habitan este n¨²cleo no reclaman su regreso. Saben que el trabajo social no se puede desarrollar con un agente de polic¨ªa a la espalda, extremo con el que coincide la Delegaci¨®n del Gobierno. As¨ª que el arreglo, seg¨²n fuentes cercanas a la Administraci¨®n, debe de venir de que los mismos vecinos, antiguos chabolistas gitanos, corten de ra¨ªz los desmanes de unos pocos. Pero esa reacci¨®n a¨²n no se ha dado.Los problemas de estos educadores no son ¨²nicos. Tambi¨¦n los empleados municipales encargados de la limpieza del barrio se han negado a entrar a ¨¦l despu¨¦s de que en varias ocasiones les disparasen con una escopeta de perdigones. El autob¨²s escolar que lleva a los ni?os a clase es el ¨²nico servicio que se acerca al asentamiento. No es la primera vez que un local de trabajo social de un poblado chabolista o de realojamiento sufre un asalto. Pero, a diferencia de otras ocasiones, los vecinos ajenos al hecho vand¨¢lico no han reaccionado. De ah¨ª que los educadores, ante la falta de garant¨ªas de que la situaci¨®n vaya a mejorar, no han vuelto por el poblado. Todos ellos son profesionales con a?os de experiencia en el trabajo con marginados que no se asustan al primer conflicto, pero se han topado con un poblado carente de hombres de respeto capaces de garantizar un m¨ªnimo de orden.

La situaci¨®n empez¨® a deteriorarse en oto?o con el asalto del taller de mec¨¢nica para j¨®venes. Un grupo de habitantes del poblado entr¨® en el recinto y se llev¨® el material haciendo caso omiso a las quejas del monitor, tambi¨¦n vecino del asentamiento. Meses antes se hab¨ªa producido otro incidente cuando un habitante del n¨²cleo amenaz¨® a los educadores con una navaja para que le dieran el importe de dos becas de formaci¨®n que correspond¨ªan a dos vecinos ausentes. La paciencia de los asistentes sociales se agot¨® a comienzos de febrero al descubrir que su nuevo local hab¨ªa sido destrozado sin ni siquiera llegar a instalar el mobiliario.

Un erial

Los trabajadores llegaron a Las Mimbreras en 1995 junto a sus primeros habitantes. Ese a?o el Ayuntamiento de Madrid, del PP, y el Gobierno regional, entonces del PSOE, trasladaron a este erial junto al aer¨®dromo de Cuatro Vientos a 39 familias chabolistas de Carabanchel a las que alojaron en prefabricados. En los alrededores no hay nada, ni comercios, ni escuelas, s¨®lo campo y el acceso de la M-40 a la carretera de Extremadura. El vecindario m¨¢s cercano est¨¢ a tres kil¨®metros.Hace un a?o el consistorio madrile?o ampli¨® este gueto con la construcci¨®n de 72 casas bajas, en las que aloj¨® sobre todo a chabolistas del Cerro de Mica (Latina). IU ha denunciado en repetidas ocasiones que las casas las construy¨® la empresa Nur¨ªn a cambio de una parcela de Aluche en la que esta compa?¨ªa levant¨® 172 pisos de precio libre. La coalici¨®n calcula que la permuta aport¨® 1.000 millones de beneficio a la constructora.

Alrededor de estas casas se han ido levantando otro medio centenar de chabolas, con lo que son ya 160 las familias que viven en este poblado, el m¨¢s segregado de la ciudad. S¨®lo La Rosilla, en Vallecas Villa, con 137 familias, tiene unas dimensiones similares.

Sin embargo, a diferencia de La Rosilla, en Las Mimbreras no hay un problema de venta de droga. El Ayuntamiento, due?o de las casas de Las Mimbreras, cedidas a sus habitantes en r¨¦gimen de alquiler, se plantea llegar a desmantelarlo. Pero, seg¨²n explica el edil de Vivienda, Sigfrido Herr¨¢ez, "no ser¨¢ algo inmediato".