El jurado declara no culpable al acusado de matar a una anciana
Un jurado ha declarado no culpable a A.V. P., un carpintero de 31 a?os juzgado por robar y asesinar a una anciana en su domicilio de la bilba¨ªna calle del General Concha en diciembre de 1996. La sentencia absuelve al acusado de acuerdo con el veredicto un¨¢nime de los nueve miembros del jurado (seis mujeres y tres hombres), que prolongaron sus deliberaciones m¨¢s de un d¨ªa. El fiscal ped¨ªa para A.V.P. 16 a?os de prisi¨®n, mientras que la acusaci¨®n particular que representa a la familia de la fallecida elevaba la petici¨®n de pena a casi 19 a?os de carcel y 25 millones de indemnizaci¨®n. El acusado siempre se declar¨® inocente. En su acta de votaci¨®n del veredicto, el jurado considera probado que Mar¨ªa Pilar Spreter Gallardo, de 74 a?os, "en hora no determinada, pero sobre el mediod¨ªa" del 7 de diciembre de 1996, fue agredida en la cocina de su casa, recibiendo un fuerte golpe en la cabeza con "un objeto romo lo que provoc¨® que cayera aturdida de rodillas al suelo". Inmediatamente, su agresor la estrangul¨®, provoc¨¢ndole la muerte por asfixia. Sin hora exacta El jurado considera que no qued¨® debidamente acreditado durante la vista oral que el autor de los hechos fuese el acusado, quien ese d¨ªa acudi¨® a la casa de la anciana para arreglar los armarios de la cocina. En concreto, sostiene que no se ha podido determinar la hora exacta en la que se produjo el crimen, ya que el m¨¦dico forense "dej¨® una horquilla horaria muy amplia" y, por tanto, "es imposible afirmar" la autor¨ªa del acusado. Durante la vista oral, el Ministerio P¨²blico y la acusaci¨®n particular incidieron en el hecho de que la anciana hab¨ªa dejado las llaves del portal al carpintero durante buena parte de la ma?ana de ese d¨ªa, para que ¨¦ste pudiera entrar en el edificio sin que ella tuviera que bajar a abrirle, debido a que el sistema de apertura ten¨ªa que ser obligatoriamente manipulado desde dentro. El jurado destaca que, por las declaraciones de los testigos, no se "da la dificultad de abandonar el edificio o acceder a ¨¦l" que las acusaciones manifiestan, ya que los vecinos no respetaban de forma rigurosa las normas de seguridad en ausencia del portero. El tribunal popular tambi¨¦n niega que haya quedado acreditado que el m¨®vil del crimen fuese el robo de las joyas de la anciana ni tampoco que su valor fuera, como afirmaron las acusaciones, superior a las 50.000 pesetas, ni que estuvieran guardadas en una bata de la mujer en el ba?o, y por tanto, tampoco se considera probado que el acusado fuese sorprendido por la anciana cuando robaba la joyas, inici¨¢ndose una discusi¨®n que acab¨® en homicidio. "El desorden ordenado y localizado" que presentaban algunas habitaciones, as¨ª como la ausencia de huellas y sangre, que seg¨²n el m¨¦dico forense "necesariamente" deb¨ªa de haber dejado el asesino, hace pensar al jurado que no fue el robo el m¨®vil.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.