El doctor Kevorkian, culpable de homicidio por practicar la eutanasia
El jurado considera que el m¨¦dico actu¨® sin premeditaci¨®n
Un jurado de 14 personas, repartido por igual entre hombres y mujeres, declar¨® culpable de homicidio en segundo grado (sin premeditaci¨®n) al doctor Jack Kevorkian, acusado de practicar la eutanasia activa a un paciente terminal que deseaba morir. El jurado tambi¨¦n declar¨® culpable a Kevorkian del delito de administraci¨®n de una sustancia letal. La sentencia, que puede llegar a la cadena perpetua, no se conocer¨¢ hasta el d¨ªa 14 de abril.La juez dej¨® al m¨¦dico en libertad condicional hasta que haga p¨²blica su condena. S¨®lo le impuso una condici¨®n: que no practique m¨¢s eutanasias. Kevorkian, que no mostr¨® reacci¨®n alguna en la lectura del veredicto, pod¨ªa haber sido condenado por homicidio en primer grado (con premeditaci¨®n), lo que hubiera conllevado una condena insalvable a cadena perpetua. El segundo grado deja en manos de la juez la severidad de la condena.
Horas antes, en un giro inesperado, el doctor Jack Kevorkian dio los primeros pasos hacia la anulaci¨®n del juicio por defectos en su defensa, ejercida por ¨¦l mismo.
El juicio hab¨ªa comenzado el pasado lunes. Conocido como el Doctor Muerte por su cruzada en favor de la legalizaci¨®n del suicidio asistido, Kevorkian pidi¨® a la juez que le permitiese ejercer su propia defensa. A pesar de que inicialmente Kevorkian hab¨ªa manifestado su deseo de ser declarado culpable para ir a la c¨¢rcel e iniciar as¨ª una cruzada en favor de la legalizaci¨®n de la eutanasia, la perspectiva de una cadena perpetua le hizo cambiar de opini¨®n y tratar de evitar la condena.
Kevorkian cometi¨® numerosos defectos jur¨ªdicos en el ejercicio de su defensa. Sus intervenciones estuvieron plagadas de objeciones por parte de los fiscales, e incluso la juez mostr¨® su desesperaci¨®n con la forma en la que se estaba desarrollando el juicio.
Ayer Kevorkian present¨® una moci¨®n en la que ped¨ªa dejar de ejercer su propia defensa y pasar esa tarea a un abogado, con el jurado ya encerrado en sus deliberaciones. El m¨¦dico dijo a la juez Jessica Cooper, encargada del caso: "Se?or¨ªa, voy a seguir su consejo y retirarme de mi defensa". La juez, con gesto de frustraci¨®n, pregunt¨® al m¨¦dico: "?Es ahora cuando quiere hacerlo?" Kevorkian respondi¨®: "Me dijo que pod¨ªa hacerlo en cualquier momento, se?or¨ªa". A partir de ahora la defensa pasa a manos del abogado David Gorosh, que hab¨ªa estado asesorando a este pat¨®logo jubilado de 70 a?os que dice haber practicado al menos 130 eutanasias.
Suicidio asistido en directo
Kevorkian ha sido juzgado por homicidio con relaci¨®n a un caso concreto: la muerte de un enfermo terminal al que inyect¨® una sustancia letal frente a una c¨¢mara de v¨ªdeo. La grabaci¨®n muestra a Kevorkian sentado junto a Thomas Youk, un paciente terminal con una enfermedad degenerativa que pidi¨® a Kevorkian que le ayudase a morir. En el v¨ªdeo Youk pide al m¨¦dico que acabe con su vida, y ¨¦ste le hace firmar un papel en el que da su consentimiento para este suicidio asistido. "?Est¨¢ seguro de que quiere seguir?", pregunta Kevorkian a Youk, que asiente con dificultades para mover su cabeza. El m¨¦dico busca entonces una vena en el brazo de Youk y le inyecta una sustancia letal que en pocos minutos acaba por su vida. La grabaci¨®n fue emitida posteriormente por el programa 60 Minutes, de la CBS.El ejercicio de su propia defensa durante el juicio fue tan desastroso que incluso se olvid¨® de testificar en su favor: s¨®lo us¨® los tres d¨ªas de proceso para reiterar su alegato en defensa de la legalizaci¨®n de la eutanasia, permitida ¨²nicamente en el estado de Oregon.
El fiscal calific¨® al m¨¦dico de "asesino a sueldo con una bolsa de veneno". Peor para su defensa fue lo que la juez Cooper dijo antes de que comenzara su deliberaci¨®n: "La eutanasia o el asesinato piadoso no justifican la comisi¨®n de un homicidio. Ni lo justifican, ni lo eximen de culpa ni lo mitigan".
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