Los pr¨®ximos 20 a?os de gobierno local JOAN SUBIRATS
El 3 de abril de hace 20 a?os los ciudadanos eleg¨ªan los primeros gobiernos locales de la democracia. Estos d¨ªas van a estar llenos de referencias sobre lo mucho que han significado esas dos d¨¦cadas. No hay duda de que nuestras ciudades y pueblos han cambiado enormemente, y tampoco existen demasiadas dudas sobre lo positivo del balance. Pero la vida afortunadamente sigue. El pr¨®ximo mes de junio elegiremos nuevos consistorios. Los equipos de gobierno que surjan de esas elecciones tendr¨¢n por delante cuatro a?os emblem¨¢ticos. No s¨®lo porque en ellos atravesaremos el umbral del siglo y del milenio, sino sobre todo porque existe la convicci¨®n generalizada de que estamos en momentos de una profunda renovaci¨®n del gobierno y de las pol¨ªticas locales. 1. M¨¢s pol¨ªtica.Una vez superada buena parte de las carencias iniciales, llega la hora de definir cu¨¢l es el modelo de municipio que se pretende construir. Ha pasado la hora en que lo ¨²nico importante era cazar ratones, fuera cual fuera el color del gato. Ideas y valores deber¨¢n aflorar para hacer frente a dilemas cada vez m¨¢s acuciantes, y sin que exista la alternativa del incrementalismo o de la mera respuesta reactiva. Los pr¨®ximos a?os ser¨¢n clave para los municipios que no quieran verse simplemente arrastrados. Y en cada dilema aparecer¨¢n temas como la mayor o menor voluntad de luchar contra la exclusi¨®n o el grado de protagonismo p¨²blico, social o mercantil en cada pol¨ªtica, lo que obligar¨¢ a poner en juego todas las capacidades de direcci¨®n estrat¨¦gica y de proyecto de ciudad. Y eso sin duda supera los l¨ªmites de la gesti¨®n para resituar a la pol¨ªtica en el centro del debate. 2. M¨¢s bienestar desde la proximidad. Los municipios han pasado muchos a?os haciendo de gestores de pol¨ªticas de bienestar decididas unos cuantos pelda?os m¨¢s arriba. En estos a?os, a caballo de demandas cada vez m¨¢s espec¨ªficas e individualizadas, han logrado ir configurando un espacio propio, el de los servicios personales, que son una aportaci¨®n espec¨ªficamente local al Estado de bienestar. Pero ello se ha hecho de manera poco cohesionada, sin un cat¨¢logo expl¨ªcito e integrado de servicios, sin una concepci¨®n global de las necesidades y de las propias capacidades de la comunidad. La pr¨®xima veintena de gobierno local que iniciamos exigir¨¢ ir definiendo esa "ciudad de las personas", a la que muchos aluden, transfiriendo a los municipios pol¨ªticas b¨¢sicas como las educativas y sanitarias de primer nivel, permitiendo as¨ª construir modelos de bienestar local espec¨ªficos. 3. M¨¢s integraci¨®n de pol¨ªticas. No es ese un problema exclusivo de los gobiernos municipales, pero es en la escala local donde mejor se percibe la dificultad de afrontar problemas que tienen distintas dimensiones (fracaso escolar, sostenibilidad, conservaci¨®n del mobiliario urbano, apropiaci¨®n y uso no segmentado de los espacios urbanos...) desde el respectivo negociado especializado. El gobierno local que quiera afrontar los pr¨®ximos a?os con voluntad transformadora deber¨¢ no descuidar la construcci¨®n de espacios de decisi¨®n y gesti¨®n integrada de sus pol¨ªticas. 4. M¨¢s capacidad de respuesta. Cualquier an¨¢lisis de la estructura de gobierno local en Catalu?a destaca su gran diversidad y fragmentaci¨®n. En estos a?os no s¨®lo no se ha reducido el n¨²mero de municipios, sino que ha aumentado. Pero a pesar de ello nadie quiere, con raz¨®n, o¨ªr hablar de "racionalizaci¨®n del mapa municipal". No obstante, es dif¨ªcil construir capacidades reales de afrontar problemas desde el actual minifundismo municipal. No hay soluciones m¨¢gicas. La tozuda realidad llama a mancomunar esfuerzos. Es absurdo seguir ligando el acceso a nuevos recursos y servicios con el crecimiento demogr¨¢fico. Pueden buscarse v¨ªas que incentiven la concertaci¨®n de voluntades sin que ello signifique dolorosas p¨¦rdidas de identidad. Y queda todo por hacer en lo referente a una mejor pol¨ªtica territorial en Catalu?a. 5. M¨¢s participaci¨®n. Hace 20 a?os se dijo que "el pueblo entraba en los municipios". Ahora sabemos que, tras una cierta ingenuidad inicial, los gobiernos locales han ido logrando profesionalizar y tecnificar sus estructuras de gobierno. Pero, lo que ahora estar¨¢ en juego es la capacidad de poner al servicio de la voluntad de la gente esas capacidades. Es dif¨ªcil imaginar avanzar en ese nuevo y atractivo cat¨¢logo de pol¨ªticas sin contar desde el principio con la gente. Y no se trata s¨®lo de hacer encuestas o de vender motos por la v¨ªa de los estudios de mercado. Ciertas decisiones s¨®lo ser¨¢n factibles si la gente considera que es leg¨ªtima la v¨ªa por la que se ha llegado a esa conclusi¨®n. Y hoy legitimidad no puede confundirse con un cheque en blanco que colocamos cada cuatro a?os en la urna. 6. M¨¢s atenci¨®n a lo local y a lo global. Estos ¨²ltimos a?os nos hemos dado m¨¢s cuenta que nunca de que vivimos en un mundo interdependiente, d¨®nde lo local y lo global se mezclan continuamente. Los gobiernos locales deber¨¢n no s¨®lo hacer lo que se espera de ellos, "pensar globalmente y actuar localmente", sino tambi¨¦n, y sobre todo, "pensar localmente, actuar globalmente". La construcci¨®n de municipios cohesionados y capaces de servir a sus comunidades depender¨¢ tambi¨¦n de la capacidad de construir una Europa que vaya m¨¢s all¨¢ de un mercado y una moneda com¨²n. Y tambi¨¦n de la capacidad de mantener vivas las sensibilidades y las actuaciones solidarias con lo m¨¢s cercano y lo m¨¢s lejano. 7. M¨¢s protagonismo. 20 a?os ininterrumpidos de gobierno local democr¨¢tico son una extraordinaria noticia en este pa¨ªs. Pero el balance de estos a?os nos muestra que ha existido poca confianza en las capacidades de unas instituciones que d¨ªa a d¨ªa siguen siendo las mejor valoradas por los ciudadanos. Los municipios precisan, exigen, m¨¢s recursos, m¨¢s capacidades de gobierno. Y los precisan no s¨®lo porque han sido significativamente marginados en la nueva distribuci¨®n de poder en Espa?a, sino sobre todo porqu¨¦, podr¨ªamos decir que casi inevitablemente, los signos de los tiempos lo ir¨¢n exigiendo. La esperanza de una sociedad m¨¢s cohesionada y m¨¢s armada colectivamente para afrontar los problemas comunes exigir¨¢ cada vez m¨¢s el disponer de gobiernos locales fuertes y responsables. Ser¨¢n seguro, 20 a?os apasionantes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.