La restauraci¨®n de dos cuadros de Tiziano permite entrar "en el esp¨ªritu del pintor"

La restauraci¨®n durante siete meses de los grandes lienzos La ¨²ltima cena y San Juan Bautista, del pintor Vecellio Tiziano (hacia 1490-1576), ha permitido confirmar la autor¨ªa de las dos obras, conocer mejor la t¨¦cnica pict¨®rica e incluso "entrar en el esp¨ªritu del artista". Los dos cuadros, pertenecientes a Patrimonio Nacional, se exponen en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial desde que fueron encargados por Felipe II. El proceso de restauraci¨®n, patrocinado por la Fundaci¨®n Argentaria con ocho millones de pesetas, fue presentado ayer en el Palacio Real.

Los dos cuadros de Tiziano volver¨¢n a las salas capitulares del monasterio de San Lorenzo de El Escorial tras ser sometidos a trabajos de restauraci¨®n en el departamento del Patrimonio Nacional. "Se ha podido entrar en el esp¨ªritu del pintor", dijo ayer ?ngel Balao, jefe del servicio de restauraci¨®n, durante la presentaci¨®n del trabajo en el Palacio Real de Madrid. En el equipo t¨¦cnico intervinieron los restauradores Teresa Fern¨¢ndez-Muro, Pablo Rodr¨ªguez y Aracy Ruiz, bajo la direcci¨®n de Fernando Fern¨¢ndez-Miranda.En la presentaci¨®n se mostraron paneles con fotograf¨ªas de los diferentes pasos de las intervenciones y el cuadro de San Juan Bautista, ya que La ¨²ltima cena, por sus dimensiones y para evitar riesgos, no se desplaz¨® a Madrid.

El director de museos de Patrimonio Nacional, Juan Carlos de la Mata, dijo que la restauraci¨®n de las dos obras form¨® parte del programa del cuarto centenario de la muerte de Felipe II, al tratarse de dos pinturas importantes sobre las que ahora responden a las dudas expresadas por la historiograf¨ªa moderna.

Tambi¨¦n se refiri¨® a la colaboraci¨®n de entidades privadas, aspecto comentado por Jos¨¦ ?ngel Moreno, director general de la Fundaci¨®n Argentaria, que desde 1992 ha apoyado otras restauraciones en diversas ciudades. Adem¨¢s de ayudar a conservar el patrimonio, el trabajo sobre Tiziano "ha permitido detectar las modificaciones, conocer la t¨¦cnica y disipar las dudas sobre la autor¨ªa del San Juan Baustista". Tras la limpieza ha aparecido la firma del artista bajo otra anterior.

Carmen Garc¨ªa-Fr¨ªas, delegada de Patrimonio Nacional en El Escorial, se?al¨® que la restauraci¨®n ha desvelado el modo pict¨®rico de los ¨²ltimos a?os de Tiziano, al tratarse de dos obras de la ¨²ltima etapa del pintor, encargadas por Felipe II para su instalaci¨®n en el monasterio. "Es una t¨¦cnica revolucionaria, que tuvo una gran influencia en Rubens, Vel¨¢zquez y Goya". La pintura de Tiziano en sus ¨²ltimos 25 a?os es estudiada en el cat¨¢logo publicado con este motivo por la especialista Sylvia Ferino, donde aparecen tambi¨¦n un an¨¢lisis cr¨ªtico de Carmen Garc¨ªa-Fr¨ªas y el comentario a la restauraci¨®n por Fernando Fern¨¢ndez-Miranda y ?ngel Balao.

El cuadro La ¨²ltima cena, iniciado en 1557 y entregado en el monasterio en 1574, permaneci¨® en el refectorio del convento hasta 1857, que se traslada a la sala prioral, excepto de 1810 a 1814 que por la invasi¨®n napole¨®nica se deposita en el ex convento del Rosario y la Academia de San Fernando. La obra se recort¨® para su primer emplazamiento 25 cent¨ªmetros en su lateral izquierdo y 50 cent¨ªmetros en la parte superior. Tambi¨¦n ha sufrido varios repintes y limpiezas hasta su restauraci¨®n en el Prado en 1842.

San Juan Bautista llega a El Escorial en 1577, dentro de la segunda entrega de objetos donados por Felipe II. Estuvo en varias estancias y tambi¨¦n permaneci¨® en Madrid durante la invasi¨®n napole¨®nica. No hay constancia documental de restauraciones anteriores a la de 1963, en la que se forr¨® el lienzo, pero se aprecian repintes de diferentes ¨¦pocas.

Las diversas t¨¦cnicas aplicadas a los cuadros para su limpieza y restauraci¨®n han permitido conocer la t¨¦cnica y la forma de trabajar. Seg¨²n Garc¨ªa-Fr¨ªas, Tiziano no prepar¨® la composici¨®n de La ¨²ltima cena sino que pint¨® directamente sobre la tela. Con los infrarrojos se observan ¨²nicamente unos puntos de fuga de la arquitectura del fondo. El pintor se retrat¨® de perfil en el San Pedro que aparece a la izquierda.

En el San Juan Bautista aparecen con claridad los arrepentimientos del pintor, que volv¨ªa con frecuencia a pintar al cabo de un tiempo sobre el mismo lienzo. Garc¨ªa-Fr¨ªas dice que hay cambios hacia un santo "m¨¢s espiritual, de acuerdo con los intereses piadosos de Felipe II". Se observa sobre todo en el rostro, "con una carga m¨¢s emotiva", la posici¨®n del brazo izquierdo y en el torso, con una pintura "hecha con los dedos" que permite seguir el trabajo del maestro en los ¨²ltimos a?os de su vida.